Argentina dio un nuevo paso
adelante en la clasificación. Sólido y muy estimulante por
la manera en que lo dio. Ganó jugando bien y muy bien
durante largos lapsos, con una idea de fútbol clara y recursos
genuinamente futboleros en su realización. Y sobre todo, teniendo
en cuenta que el partido era muy difícil por las circunstancias
externas rival necesitado, que se agranda de local, con manejo de
pelota y figuras ofensivas y por las circunstancias internas: ausencias
ostensibles de jugadores clave (Batistuta, Crespo, López, Zanetti,
Simeone, Gallardo...). Que se haya ganado en buena ley, con actuaciones
individuales en algún caso brillantes, con bellos goles y sin pasar
sofocones, poniendo al equipo cinco puntos arriba cada vez más
cómodo, es algo para destacar. No siempre se gana así.
El primer tiempo del equipo de Bielsa fue muy bueno. Desde el comienzo
tomó el mando y se lo vio mucho más convencido que a Chile
con respecto a qué hacer. La tarea en el medio fue clave. La decisión
y prolijidad de Almeyda, capaz de cubrir con movilidad y empuje un amplio
espacio de terreno, fue la base de ese buen rendimiento en la zona. Su
labor estuvo apuntalada por detrás en el buen trabajo de Vivas-Ayala-Samuel,
que les ganaron siempre en el mano a mano por arriba a las aisladas puntas
chilenas. Y además, en la progresión hacia arriba, el papel
de Verón no fue el de disparador de pelotazos sino atinadamente
el de un administrador prolijo que supo alternar aceleraciones y pausas.
Claro que también tuvo el complemento ideal en un Ariel Ortega
inspirado, en una noche particularmente feliz. En esos factores del
medio, de atrás y de adelante se sustentó el justo
triunfo parcial de la primera etapa, concretado en un auténtico
golazo del jujeño.
A los 27, el Burrito recibió de Vivas (uno que jugó
anoche probablemente su mejor partido en la Selección) en posición
de ocho, encaró en diagonal, pasó entre dos,
eliminó con caño a un tercero y cuando lo cerraban otro
dos y salía el arquero pateó fuerte, al ras y de punta abajo:
maradoniano. En ese primer tiempo ya le había habilitado un mano
a mano a Cruz que éste resolvió mal, mientras los chilenos
sólo reventaron el travesaño con un aislado cabezazo de
Contreras.
El segundo tiempo, lógicamente, por la presión chilena,
fue más especulativo. Creció Pizarro, se mandó Francisco
Rojas, pero Argentina aguantó bien y trató de llegar de
contra jugando. Aimar entró por Verón, lesionado
no llegó a convertirse en conductor, pero se juntaron todos y tocaron,
algo por lo menos raro... Mientras Chile sólo llegó
claro una vez con toque sutil de Salas afuera apenitas, Ortega primero
dejó solo a Cruz, otra vez fue Kili que había mejorado
mucho el que habilitó a Sorín y, sobre el final, otra
vez el jujeño que le regaló el arco a Husain para que definiera
llegando vacío por derecha. Gol, tranquilidad y a cobrar. Bien,
muy bien ganado.
ESTA
SEGUNDO JUNTO CON BRASIL
Paraguay sube goleando

Gran triunfo paraguayo que ratifica el buen momento de la selección
de Markarian. La comodidad del resultado final se explica por el endeble
dispositivo defensivo de Perú y la decisión paraguaya en
los tramos finales. De salida, aunque al minuto Chilavert debió
esforzarse hacia su izquierda para contener el remate de Muchotrigo, pronto
se vio que lo de Perú era muy frágil en defensa. Así,
luego de sucesivos cabezazos en el área de Ibáñez,
con Pajuelo caído en el área chica, Santa Cruz recibió
habilitado y resolvió cómodo ante la salida tardía
del arquero. Al rato, Ibáñez dio rebote ante un cabezazo
que picó ante él y Del Solar, ante la boca del arco, no
atinó sino a meterla adentro. Sin embargo, estando dos goles abajo,
Perú tuvo oportunidades: dos veces el palo salvó a Chilavert.
Inútil el esfuerzo, ya que faltaba lo peor. La contra paraguaya
se resolvió en pelotazo frontal que aprovechó Cardozo para
recibir, dominar, esperar y tocar al gol: nadie ni defensores ni
arquero llegaron a tiempo.
El segundo tiempo estaba casi de más y no hizo sino confirmarlo.
Los muchachos de Uribe atacaron con insistencia y dispusieron de algunas
oportunidades, pero se expusieron mucho y cada contra era medio gol. A
los 22, Paredes aprovechó de cabeza un nuevo rebote de Ibáñez
y pese al descuento peruano, sobre el final Chilavert convirtió
el penal que dio las cifras definitivas y colocó a los paraguayos
segundos con 20 puntos junto a Brasil. ¿Perú? Muy mal, gracias.
GANO
DE VISITANTE Y NO AFLOJA
Ecuador ya está adentro
Ecuador venció como visitante
2-1 a Venezuela y se trepó al cuarto lugar de las eliminatorias,
por lo que aumentó sus chances de clasificarse para el Mundial
del 2002. Iván Kaviedes y Wellington Sánchez marcaron los
tantos ecuatorianos, mientras que Juan Arango descontó para los
locales. En un encuentro en el que ambos equipos mostraron pocas ideas,
Ecuador abrió temprano el marcador tras un error en la defensa
local y luego supo manejar la ventaja, aunque sobre el final pasó
algunos sobresaltos.
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