Por David Cufré
El decreto de la discordia postula
la derogación del régimen previsional estatal, establece
la eliminación de la PBU (Prestación Básica Universal)
a partir de haberes de 600 pesos y aumenta la edad jubilatoria de la mujer
de 60 a 65 años. José Luis Machinea ya estampó la
firma y esperaba que Fernando de la Rúa hiciera lo propio. La modificación
más importante al proyecto conocido originalmente es que la PBU
se suprime en su totalidad a partir de las jubilaciones de 600 pesos,
mientras que los haberes de entre 300 y 600 mantendrán una parte
de los 200 pesos de la PBU mediante una escala decreciente de la Prestación
Suplementaria (ver cuadro aparte). Por caso, con un salario de 550 pesos,
una persona percibiría actualmente 381,5. El decreto establece
que el haber será de 348,5 pesos.
Economía flexibilizó su posición en ese punto buscando
reducir las críticas al proyecto. Sin embargo, la mayoría
de los legisladores del Frepaso y buena parte del radicalismo resistieron
la aprobación por decreto. La rebeldía de los diputados
puso a De la Rúa entre la espada y la pared y anoche se seguía
negociando (ver página 3). Los legisladores pretenden que se desista
del decreto y luego intentarán cambiar puntos sustanciales del
proyecto de Economía. Entre ellos:
Que la PBU se pague en su totalidad
hasta los 700 u 800 pesos y se elimine sólo desde ese monto.
Que las mujeres se jubilen
a los 60 años, manteniendo el sistema actual, que les da la opción
de seguir trabajando hasta los 65.
Y que se garantice a los mayores
de 65 años ya jubilados un haber mínimo de 200 pesos, contra
el esquema de Economía que estipulaba ese beneficio
para los mayores de 80.
Algunos legisladores pretenden
que siga vigente el régimen previsional estatal, mientras otros
estarían dispuestos a aceptar la exigencia de Machinea de derogarlo.
Frente a esas ideas de los diputados, los lineamientos centrales del decreto
redactado por el equipo económico son los siguientes:
Derogación del régimen
de reparto a partir del 1º de enero de 2001. Las personas que actualmente
están inscriptas en el sistema estatal y las que se incorporen
hasta aquella fecha no serán transferidas a una AFJP. En cambio,
los nuevos trabajadores deberán anotarse en una AFJP.
Aumento de la edad jubilatoria
de la mujer de 60 a 65 años. Se hará de manera gradual.
En 2003 las mujeres se jubilarán a los 61 años. En 2005,
a los 62. En 2007, a los 63. En 2009, a los 64. Y en 2011, a los 65.
Desde el 1º de marzo,
se suprimen los 200 pesos de la PBU para los haberes superiores a 600
pesos. En las jubilaciones de entre 300 y 600 pesos, habrá una
escala descendente de la Prestación Suplementaria.
Se garantiza para los nuevos
jubilados un haber mínimo de 300 pesos.
Las personas mayores de 75
años que demuestren no poseer propiedades, que no tengan cónyuge
o, si lo tiene, que no esté jubilado, cobrarán desde el
1º de enero un subsidio de 100 pesos. A partir de 2007, el beneficio
se extenderá a los mayores de 70 años.
Habrá una sola tabla
actuarial para el cálculo de la renta vitalicia en el momento del
retiro. Ahora, hay una tabla para hombres y otra para mujeres. Economía
lo justifica en que de ese modo se favorecerá a las mujeres, ya
que la tabla será un promedio entre la de hombres y mujeres. Con
el sistema vigente, las aseguradoras privadas les pagan a ellas una mensualidad
más baja que a ellos, dado que su esperanza de vida es mayor.
Los nuevos trabajadores que
desde el 1º de enero no elijan en qué AFJP quieren anotarse,
serán derivados a una de las dos que cobra las comisiones más
bajas para su rango de ingresos.
Se elimina la comisión
fija de las AFJP, que pasará a ser sólo variable.
Se limita la concentración
del mercado de AFJP al 25 por ciento, por cantidad de fondos administrados.
La Superintendencia de AFJP
tendrá la facultad de autorizar un aumento o reducción de
10 puntos en las inversiones de las empresas en títulos públicos.
En el régimen actual, las AFJP pueden destinar un máximo
de 50 por ciento de los fondos administrados a la compra de bonos nacionales
y 15 por ciento a títulos provinciales.
En la Bolsa están
atentos
La Bolsa registró ayer un magro volumen de operaciones
de 6,2 millones de pesos, uno de los niveles más bajos del
año. La merma de los montos habitualmente transados refleja
una cautelosa actitud de los inversores, que prefieren esperar a
que se aclare el panorama. Según los analistas bursátiles
se está a la espera de que el Gobierno selle el acuerdo con
las provincias, como paso previo para la obtención del blindaje
financiero. En este contexto el índice MerVal cayó
el 1,1 por ciento. Se transaron papeles de 56 empresas, con una
clara disminución de los Cedears (firmas extranjeras). El
balance determinó 12 alzas, frente a 36 bajas y otras 8 firmas
que conservaron sus registros anteriores. La anemia de negocios
se repitió en el sector de los títulos públicos.
Los globales que vencen en el 2017 retrocedieron 0,8 por ciento
y en el exterior los Brady argentinos se cotizaron en los siguientes
valores: Discount, 75,75 dólares (-0,7); FRB, 87,75 (- 0,9);
y Par, 65,625 (sin cambios). En Nueva York, el Dow Jones, cerró
0,5 abajo y el Nasdaq se derrumbó 4,2 por ciento. En la región,
San Pablo cayó el 0,4 y México el 0,1.
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