Por Carlos Noriega
Desde Lima
Después de ocho años
de absoluto dominio de todos los poderes del Estado, el fujimorismo perdió
ayer el control del Congreso. En medio de la algarabía de la oposición,
gritos contra el gobierno y de los rostros sombríos del oficialismo,
el congresista Valentín Paniagua (64), secretario general del centro
derechista partido Acción Popular, fue elegido presidente del Congreso
con 64 votos de los 120 parlamentarios. Su oponente, Ricardo Marcenaro,
de la línea dura del fujimorismo, obtuvo 51 votos. La elección
de un nuevo presidente del Congreso se produjo luego que la anterior presidenta,
la fujimorista Martha Hildebrandt, fuera censurada el lunes último.
De esta forma, la oposición toma el control de la directiva del
Parlamento en un momento crucial, cuando una moción para declarar
la vacancia de la presidencia de la República por incapacidad moral
de Fujimori está en la agenda para ser puesta en debate. Página/12
dialogó en exclusiva con el nuevo presidente del Congreso peruano
y posible sucesor de Fujimori.
Su elección ha generado mucha expectativa porque en la agenda
para el debate figura una moción para declarar la vacancia de la
presidencia de la República por incapacidad moral de Fujimori.
¿Cuando pondrá a debate esa moción?
Eso no depende del presidente del Congreso. La agenda del debate
se define en la medida que el Consejo Directivo adopta ciertos acuerdos,
naturalmente que el presidente tiene un grado de discreción para
definir esa agenda, pero esa discreción tiene límites.
¿Usted cree que debería debatirse en forma inmediata?
Mi opinión sobre el tema dependerá del contenido de
la moción, la que todavía no conozco. La vacancia de la
presidencia por incapacidad moral es una decisión política
muy grave, por lo que habrá que ponderar apropiadamente sus alcances,
su contenido.
La moción pide la vacancia por la serie de denuncias de corrupción
contra el asesor presidencial Vladimiro Montesinos y la estrecha vinculación
que hubo entre éste y el presidente Fujimori, quien repetidamente
salió en defensa de su asesor. ¿Estas razones le parecen
suficientes para destituir por incapacidad moral a Fujimori?
Esos son hechos sumamente graves y han motivado que diversos sectores
políticos, entre ellos mi partido, soliciten la renuncia del presidente
Fujimori para que la etapa de transición sea conducida por otra
persona. Pero el pedido de vacancia por incapacidad moral tiene que ser
evaluado cuidadosamente y el presidente del Congreso debe actuar con ponderación
en este caso.
¿En este momento existen los elementos suficientes para declarar
la vacancia por incapacidad moral?
Hay vicios preocupantes que podrían motivar una decisión
de esa índole. Pero, como le he dicho antes, eso hay que sopesarlo
y examinarlo antes de tomar una decisión. Tengo la impresión
que pueden aparecer nuevos y más graves indicios de los que ahora
tenemos.
¿Fujimori debe renunciar?
Como dijo el Defensor del Pueblo, Fujimori es parte del problema
y no de la solución. La transición hacia la democracia no
puede ser hecha por el mismo régimen que ha creado los problemas
que ahora estamos tratando de resolver con tanta dificultad. En esta situación
la salida de menor costo político sería su renuncia.
Si Fujimori se niega a renunciar, la oposición, que es la
nueva mayoría en el Congreso, tendría en sus manos la posibilidad
de declarar lavacancia de la presidencia para que se forme el gobierno
de transición que reclama.
Son dos cosas distintas. La vacancia de la presidencia sólo
se puede producir por incapacidad moral, no por razones políticas.
Si Fujimori renuncia o es destituido, usted podría ser el
nuevo presidente de la república...
No necesariamente. Existe la discusión de si la renuncia
del primer vicepresidente (Francisco Tudela) es o no jurídicamente
válida y, por consiguiente, si está o no está en
aptitud de asumir la presidencia. Además está el segundo
vicepresidente (Ricardo Márquez).
¿El reemplazo de Fujimori por uno de sus vicepresidentes
solucionaría la crisis política?
Creo que no debo pronunciarme sobre este tema porque podría
resultar un compromiso antelado para algo (la presidencia de la república)
para lo que no tengo ningún compromiso. Lo que puedo decirle es
que no declino ninguna obligación que le pueda corresponder al
presidente del Congreso.
¿Y el tema de los militares? ¿Un nuevo gobierno debería
tomar decisiones drásticas respecto a la actual cúpula de
las Fuerzas Armadas sobre la que hay muchos indicios de sus vínculos
con Montesinos?
Hay que garantizar el funcionamiento de las instituciones dentro
de sus cauces constitucionales y esto incluye a las Fuerzas Armadas.
¿Cree que un nuevo gabinete, con figuras independientes,
salvaría la situación de precariedad en la que se encuentra
el gobierno?
No lo creo, pero puede ser una parte de la solución. Sería
un paso importante porque al gabinete Salas no sólo le falta oxígeno
sino que nunca proyectó la imagen que las circunstancias requerían
y no ha sido capaz de identificarse con el proceso de redemocratización.
Tribulaciones de un
Chino en el Pacífico
Mientras en Perú unos lo denuncian y otros lo defienden,
el presidente Alberto Fujimori siguió ayer con su inesperada
gira por el Pacífico sin interrupciones. Contra lo que habían
anunciado algunos de sus propios funcionarios (que regresaría
inmediatamente al país), Fujimori dejó Brunei donde
participó en la Cumbre de Líderes del Foro de Cooperación
Asia-Pacífico (APEC) y llegó a Singapur, desde
donde partió luego a Tokio para reunirse con su hijo Hiro,
que estudia en la capital japonesa. Finalmente, a última
hora tomó otro vuelo comercial a San Francisco, donde abordó
su avión oficial para viajar a Panamá y participar
en la Cumbre Iberoamericana que comienza hoy. El raid aéreo
del Chino en vuelos comerciales porque su avión presidencial
tiene una autonomía de vuelo de apenas seis horas que le
impide cruzar el Pacífico desmintió de facto
que Fujimori fuese a asilarse en Malasia, como denunció anteayer
el congresista opositor José Barba Caballero. El mismo canciller
de ese país, Syed Hamid Albar, anunció ayer que su
gobierno no está al tanto de una medida de ese tipo.
Desde París, el líder opositor Alejandro Toledo confirmó
oficialmente que será candidato en las elecciones presidenciales
peruanas previstas para el 8 de abril de 2001. Y aclaró que
espera que la suya sea la candidatura única
de la oposición para enfrentar al hombre del fujimorismo.
Por la tarde, el Cholo fue recibido por el presidente francés,
Jacques Chirac, en el palacio presidencial.
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