Por Patricia Chaina
La historia de los emperadores
romanos y la revolución mexicana de Pancho Villa conviven en la
pantalla de The History Channel, junto a la invención de los electrodomésticos
o el diseño de los vagones pullman para los trenes. Así
se conforman un espacio televisivo donde el entretenimiento está
al servicio de la difusión del documental, un género que
ganó espacios en las señales de cable cuando las pantallas
comenzaron a especializarse. Hubo que hipersegmentarse, señala
a Página/12 César Coletti, gerente de marketing de The History
Channel para su nueva filial latinoamericana con sede en Buenos Aires.
Esa filial se oficializó el 17 de octubre, cuando A&E Networks
junto al grupo HBO (al que pertenece THC) adquirieron TV Quality para
transformarla en la plataforma desde la cual emitir el canal de documentales
históricos. Con esa programación llegan a un público
de hombres y mujeres mayores de 25 años, según estiman los
sondeos. Sobre todo hombres agrega Coletti, porque hay
mucho de historia bélica, mecánica, aviación, automovilismo.
Podemos hacerlo porque nosotros no hablamos de historia en el sentido
estricto del término reflexiona el joven ejecutivo,
porque lo que estamos vendiendo es entretenimiento. Por eso la primera
medida que tomamos fue desacartonar, quitarle peso a la palabra historia,
casi siempre asociada a datos aburridos de un libro de colegio. Porque
si no entretengo no cumplo la premisa básica de la TV. Después
puede evaluarse si el medio o determinada programación educan,
dan servicio o difunden noticias.
La llegada del canal a la Argentina se inició con un segmento de
dos horas de su programación nacida a su vez como segmento
del canal Mundo, de HBO, en la grilla de TV Quality, en marzo. Eso
sirvió como testeo y fue decisivo para la llegada de THC como full
channel explica Coletti, porque las mediciones de rating picaron
inmediatamente hacia arriba. La transformación del segmento
en canal no tardó en madurar. El acuerdo de compra incluyó
mantener los espacios de Educable dentro de esa programación y
el desarrollo de Quality como productora de contenidos para las señales
del grupo: E!, Mundo, HBO, Cinemax, Sony, Warner, Disney y The History
Channel.
¿Cuál es el criterio que se utiliza para programar
la señal?
Utilizamos el banco de programación de A&E, que realiza
quinientos documentales por año. Y si bien hoy es todavía
muy estadounidense y europea porque el canal surgió dentro de lo
que ellos llaman circuito doméstico, comenzó a ser internacional
cuando vieron su repercusión. Por eso el proceso apunta a transformar
esa programación en una más universal.
¿Cómo llevarán a la práctica esa intención
de universalizar contenidos?
Apoyándonos en elementos regionales, eso dará una
propuesta más universal. El plan es que todos los THC del mundo
la señal existe en 55 países tengan cada vez
más ciclos de producción local. Cada país producirá
tres programas por año sobre su historia, que luego rotarán.
Esto tiene que ver con el proyecto del grupo para abastecer a todos sus
canales. Y se buscan socios locales porque se considera que nadie mejor
que alguien del lugar para indicar qué programar, qué no,
dónde y cuando. En TV Quality siempre programamos de acuerdo al
gusto argentino. Eso generó un público fiel, y esa relación
con el televidente tuvo peso en el momento de elegirnos como productores
en Argentina, ya que la otra sede regional está en Venezuela.
¿Cuál es el plan para la producción sobre temas
de la región?
Centrarnos más en situaciones que en personajes. Preferiríamos
no hablar de Fidel Castro sino de la Revolución Cubana. Una inversión
tan costosa como la que se necesita para estos programas, si se vuelve
muy localista tampoco sirve. Tiene que ser regional. En la Argentina,
en vez de hablar de Gardel hablaremos de tango. Y como la Argentina tiene
el 40 por ciento del mercado del cable, seguramente se producirá
más de acá quede otros países del continente. Por
ahora estamos produciendo material local para los canales E! y Mundo.
A mediano plazo comenzaremos con The History Channel.
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