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Freno para el impuesto y apuro para las reformas

Juri desmintió que esté avanzado el plan de gravar a los graduados, anunció cambios en el uso de los recursos y criticó las presiones del establishment.

Ministro de Educación y secretarios Delich y Gottifredi.
Juri negó que el Presidente haya sugerido arancelar.

Por Javier Lorca

Aunque no lo hicieron frontalmente, las autoridades del Ministerio de Educación, junto con rectores universitarios, salieron ayer al cruce de las presiones del establishment para que se ajuste a la educación superior. El ministro Hugo Juri calificó de “injustas” a las “alternativas de mercado que siguen planteando una reducción a las asignaciones presupuestarias” y dijo que no es posible “sostener el sistema con una reducción de 700 millones. Eso implicaría que dejen de funcionar las universidades”. Se refería a una propuesta impulsada por el Consejo Empresario Argentino y la consultora FIEL. En una conferencia de prensa, Juri admitió que se está analizando un proyecto de impuesto a los graduados –como ya informó este diario–, pero desmintió que esté en un grado avanzado. También anunció un acuerdo con los rectores para –a tono con el pedido de mayor eficiencia lanzado por Fernando de la Rúa– fijar criterios objetivos para distribuir los fondos y aprovechar mejor los recursos mediante un sistema más integrado.
“(José Luis) Machinea está en medio de una tormenta. Para los grupos económicos del país, él parece Fidel Castro. Y esos grupos quieren terminar con la universidad pública. Por eso salimos a defendernos, a mostrar que nos estamos portando bien, que vamos a hacer el mayor esfuerzo posible.” Así explicó las razones de los anuncios de ayer un rector de la Alianza, en diálogo con Página/12.
También ayer, el diario La Nación publicó que Educación estaba por anunciar un impuesto a los graduados universitarios. Juri lo desmintió y, además, descartó que el Presidente se haya manifestado a favor de arancelar la educación. “La propuesta de un impuesto a los graduados está en estudio desde la gestión anterior (de Juan Llach). Pero es un paper, no está en proceso de implementación. No está archivado, ni se está preparando su envío como proyecto al Congreso. Hay muchas propuestas que se están estudiando para mejorar el financiamiento de la educación superior.”
Como ya informó Página/12, la idea oficial es desarrollar un gravamen para los egresados con altos ingresos (que pagan impuesto a las Ganancias) y, con lo recaudado, aumentar las becas para alumnos carenciados. “No tiene nada que ver con el arancelamiento”, aclaró el secretario de Educación Superior, Juan Carlos Gottifredi. El funcionario agregó que el plan está aún en etapa de consultas con tributaristas y colegios de graduados “para analizar si es viable”. A su vez, el ministro insistió en que no se trataría de “un impuesto sino de un proyecto de solidaridad intergeneracional, acompañado por el trabajo solidario de los alumnos”. Entre las demás medidas que se están analizando para aumentar los recursos figuran, según Juri, “gravar a los grandes contribuyentes que tienen hijos en las universidades”; un sistema como el vigente en la Universidad de Córdoba, donde los alumnos hacen un aporte voluntario; explotar más intensivamente la venta de servicios a terceros; y otras.
En ese marco, el ministro y los rectores se comprometieron a acordar criterios objetivos para distribuir el presupuesto. “Las nuevas pautas permitirían direccionar más fondos a las universidades más eficientes”, dijo Juri. También se buscarán acuerdos para mejorar la eficacia de los recursos. Algunos de los objetivos serían “aprovechar mejor los recursos humanos”, fomentar el desarrollo regional, “descomprimir a las universidades y jerarquizar a los institutos no universitarios”. El titular del CIN, Mario Barletta, agregó a la lista la posibilidad de desarrollar ciclos iniciales comunes entre las carreras de grado de las universidades y los terciarios, con carreras que, a través de un sistema de créditos, se puedan empezar en una y continuar en otra casa de estudios; evitar la superposición de carreras de grado; articular a las universidades con las escuelas medias de las provincias; integrar a las instituciones públicas con las privadas; y crear titulaciones intermedias.

 

Cambios en la Ley Federal

Además de los anuncios sobre educación superior, el secretario de Educación Básica, Andrés Delich, informó que, para fin de mes, se producirían reformas en la normativa de la Ley Federal. “Tenemos una inmensa picadora de carne, que es la educación media, y esto no ha sido solucionado por la reforma”, dijo. Su objetivo es evitar “traumatismos en el paso de un ciclo a otro” y que se pueda mantener “un sistema homogéneo, sin quiebres, como el que impera en la ciudad de Buenos Aires”, que no aplicó dicha reforma. Por otra parte, Marcos Makón, de la Jefatura de Gabinete, anunció que Educación será eje de una prueba piloto para reformar los criterios de gestión. Se hará una “reingeniería”: se revisarán modelos de contratación de personal y compras. Además, en Educación Básica se comenzará a trabajar con programas dirigidos al cumplimiento de resultados determinados.

 

CONFLICTO EN CIENCIAS ECONOMICAS
Echados y recontratados

Por J. L.

La Facultad de Ciencias Económicas despidió al menos a 33 personas que acataron un paro que, inicialmente, había convocado la propia universidad. Pero, a una semana de hacerlo, después de reclamos y protestas, el decano Carlos Degrossi reconsideró la medida y dio marcha atrás, según le informó ayer a Página/12.
Para el martes de la semana pasada, el Consejo Interuniversitario Nacional había organizado un “cierre simbólico” en reclamo de un mayor presupuesto. Pero el viernes anterior los rectores decidieron no ratificar la medida, tras de que Educación les garantizara que no habría recorte. Igual, los gremios de los docentes y no docentes, que habían adherido a la convocatoria, sostuvieron la medida. En Económicas, la adhesión fue fuerte. En represalia, el decano decidió “desafectar con cese de servicios... a todos los pasantes que incurrieron en inasistencia injustificada”. La medida alcanzó al menos a 33 estudiantes que cumplían diversas funciones como contratados, por lo que tampoco tenían derecho a indemnizaciones. “Vulneraron un derecho básico de los trabajadores, el derecho a huelga”, reclamó Iván Heyn (TNT), consejero directivo por la minoría estudiantil. “Lo absurdo –siguió– es que el paro lo habían organizado los rectores. Y el año pasado eran ellos y los decanos los que estaban en la calle reclamando. Por hacer eso, echaron a un montón de gente.”
“Mi obligación es garantizar las condiciones mínimas para que los que quieran trabajar puedan venir a hacerlo –se explicó Degrossi–. Y pensé que estas personas no estaban imbuidas de la responsabilidad que tienen. Después vinieron los pedidos de reconsideración, incluso nos enteramos de que muchos jefes habían dicho que no se trabajaba, y decidimos rever la medida.” Aseguró que todos recuperarán sus puestos.

 


 

CONVOCAN LOS DISIDENTES DE CONADU
Paro activo de los docentes

Los gremios de docentes universitarios que desconocen a la conducción oficial de Conadu harán un paro activo hoy y mañana, en rechazo al proyecto de presupuesto para el 2001.
El líder de este sector, José Luis Molina, apuntó que los recursos previstos “condenan a la educación, la ciencia y la tecnología, a la asfixia a perpetuidad y a los miles de trabajadores docentes e investigadores universitarios y no docentes a la incertidumbre laboral”. Molina también anunció que, entre el 24 y 25 de noviembre, las asociaciones de base opositoras a la Conadu harán un congreso en Tucumán para resolver sobre la creación de una nueva federación nacional de docentes universitarios.
Mientras, la Conadu, que conduce Anahí Fernández, convocó a un paro nacional activo de 36 horas para el 23 y 24 de este mes “para enfrentar las políticas económicas y sociales así como al proyecto de presupuesto 2001”.

 

 

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