Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


Entre el decreto y la ley, sigue en
suspenso la reforma previsional

El presidente Fernando De la Rúa partió de viaje manteniendo la indefinición. El Frepaso amenaza con un portazo si sale por decreto y parte del gabinete presiona para que se firme.

José Luis Machinea, ministro de Economía, sonríe, pero sólo para las cámaras.

Por D.C.

Fernando de la Rúa siguió sin definir ayer cuál será la vía para sancionar la reforma previsional. Mientras tanto, un sector mayoritario del Gobierno y los legisladores de la Alianza se enfrentan con tal virulencia que parecen enemigos, más que integrantes de una misma coalición. “Que vayan a Washington, a ver si se cae o no el acuerdo con el FMI”, dijo, a los gritos, un alto funcionario de Economía en diálogo con Página/12. “Si acá un prestamista viene a correr al Presidente con un decreto inconstitucional, es un extorsionador y un bandolero”, aseguró la diputada frepasista María América González. José Luis Machinea, Chrystian Colombo, Adalberto Rodríguez Giavarini y Ricardo López Murphy encabezan el grupo que le pide a De la Rúa la firma del decreto. La mayor parte de las bancadas de diputados y senadores del radicalismo, junto a Federico Storani y Raúl Alfonsín, le advierten al Presidente que, si opta por esa vía, la Alianza puede fracturarse definitivamente.
Con igual intensidad que la pelea, uno y otro bando asegura que De la Rúa firmará el decreto o enviará un proyecto de ley al Congreso, según sea la fuente que se consulte. “El domingo se anuncia el decreto”, dijeron a este diario desde Economía. Ese día, el Presidente regresará de su viaje a Panamá. “El decreto ya está listo y De la Rúa lo firma”, sostuvo, por su parte, un calificado vocero gubernamental. Quizás la percepción que tienen los sectores en pugna obedezca a una explicación que dio un legislador aliancista a Página/12: “De la Rúa no le dice que no a nadie”.
A pesar del clima que vive todo su gobierno, el jefe de Estado esquivó ayer una definición. “Quiero ser claro: acá no hay marcha ni contramarcha, como dicen algunos, sino elaboración: estuve trabajando toda la semana en la elaboración de una norma que es compleja”, afirmó. “Yo les digo que aquí habrá reforma previsional, que es necesaria para asegurar la previsibilidad, por el camino constitucional que corresponda”, agregó.
Para quienes gustan de leer entre líneas, otra declaración de De la Rúa parece darles la razón a los que dicen que habrá decreto. Cuando se lo consultó sobre el rechazo que recibiría el eventual proyecto de ley, señaló que “son opiniones, lo que hay que preguntar es quién está dispuesto a provocar un daño económico grave al país y quién está dispuesto, con espíritu patriótico, a colaborar para evitarlo”.
“Con sus dudas, De la Rúa propició toda esta pelea. Si estaba dispuesto a aceptar las exigencias del FMI, el lunes pasado tendría que haber sacado el decreto y punto”, fue la lectura de un diputado oficialista quien, curiosamente, reclama la vía parlamentaria para la discusión de la reforma. “Si el lunes estaba el decreto, qué podíamos hacer”, se preguntó. “En cambio, al abrir el debate, cada uno se defiende”, completó.
La crisis política ya planteada no es menor. De la Rúa no atina a resolver el dilema entre dos situaciones que pueden poner al Gobierno en nocaut. La primera es la siguiente: el debate continúa por varios días, los mercados y el FMI lo presionan y finalmente Machinea renuncia. La segunda, igual de grave, es que clausura la discusión con el decreto y el bloque de diputados del Frepaso abandona la Alianza. El Presidente está buscando suavizar las posturas, a fin de que su decisión final no provoque el cataclismo que se insinuaba hasta ayer.
En esa tarea, el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, aseguró que “la Alianza no se va a romper” si hay decreto. “La reforma previsional se debe hacer porque le conviene a la Argentina y no al mercado, y todas esas pavadas que se escuchan por ahí”, remarcó Colombo, quien advirtió que “si no se hace, la gente va a pagar mucho más caro el ajuste que tendrá que hacer” el Gobierno. En conclusión, la reforma le conviene a la gente porque, de lo contrario, vendrá algo peor. Más bien, ésa parece la teoría de lo menos malo.
En el bloque de diputados del Frepaso fue ganando espacio la postura de los más beligerantes hasta la aparición de las instrucciones de Carlos “Chacho” Alvarez sobre el tema, que ratificó la decisión de oponerse a la reforma previsional tanto por ley como por decreto. Los legisladores radicales también manifiestan su enojo. De la Rúa, en tanto, se debate entre dos fuegos.

 

Moreau vs. los Machi’s

El senador Leopoldo Moreau señaló al equipo económico como responsable de haber inducido al presidente de la Nación a numerosos errores en materia de reforma previsional. Señaló que pretender imponerla por decreto “es una equivocación, una deformación de tecnócratas, que creen que el Parlamento no existe, que además quieren aprovechar la coyuntura para meter una reforma que, según ellos, podría alentar la inversión”. Pero también discrepó en este punto. “Financiar crecimiento no significa extender el campo de acción de las AFJP; en todo caso es darle más nichos de poder a la patria financiera; tampoco desregular el sistema de obras sociales para que los bancos norteamericanos o cuatro gerenciadoras compren las prepagas que ya existen: ésa es la visión distorsionada que hay en el equipo económico”, sostuvo Moreau en declaraciones radiales. “Además –continuó– cometieron gravísimos errores como para emitir juicio; de ahí (el equipo económico) salió el consejo al Presidente para que anunciara que los mayores de 80 años iban a tener asegurada una jubilación de 200 pesos, cuando ya la tienen asegurada los de 67 en adelante, y que también los jubilados futuros van a tener un haber mínimo de 300 pesos cuando ya lo perciben los que se jubilaron desde el ‘94. Es claro que no conocen el sistema de seguridad social.”

Ineficiencia provocada

Hace poco más de dos meses, José Luis Machinea se comunicaba con uno de los directores de la Anses para reclamarle que demorara lo más posible la aprobación de nuevos beneficios “porque no hay plata para pagarlos”. El episodio era comentado ayer con amargura en el organismo administrador de la Seguridad Social, como contraargumento a la señalada intención de “acelerar los expedientes” esgrimida como excusa para decidir la intervención de la Anses.
Fuentes del organismo, números en la mano, aseguran que en los últimos 10 meses se resolvieron 110 mil casos, seis por ciento más que en el mismo período del año anterior. El stock de casos pendientes (trámites de jubilación y pensión), afirman con total precisión, son 63.151 en el régimen de reparto y 3768 en el sistema de capitalización, que se corresponderían con tres meses de trabajo. A un ritmo de 22 mil casos ingresados mensualmente, ese período de 90 días sería la demora promedio que hoy existe para darle solución a cada trámite.
En virtud de estos elementos, en la Anses llegan a la conclusión de que la decisión de intervenir el organismo tuvo como motivación razones puramente políticas y la necesidad de Economía de lograr su control. La visión es compartida por directivos y personal, que desde los anuncios del viernes pasado prácticamente se han declarado en asamblea permanente y, en la práctica, han dejado de atender al público. “No es sólo en defensa de sus puestos de trabajo, que por cierto están amenazados por la probable reestructuración; también se manifiestan en defensa del actual régimen previsional”, enfatizó un directivo del organismo de la seguridad social.

 

POLEMICA POR LOS COMBUSTIBLES
“Adiós al mercado libre”

El decreto por el cual el Gobierno dispuso normas para “promover la competencia” en el mercado de los combustibles ya recibió críticas de los supuestos beneficiarios, los dueños de estaciones de servicio, que consideraron que la letra de éste tergiversó el sentido original de sus planteos ante la Secretaría de Defensa de la Competencia.
“Habrá que despedirse de la posibilidad de un mercado libre, esto va hacia una integración vertical total”, interpretó Manuel García, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes, al ser consultado por Página/12. El cuestionamiento apunta al artículo 2 del decreto 1060, que fija en el 40 por ciento el tope de estaciones de las que las petroleras podrán ser propietarias u operar directamente (a través de sus propios empleados). Pero ese porcentaje no se medirá sobre el total del mercado, sino sobre las bocas de expendio de la propia red. Es decir, no hay límite para la porción que una marca pueda tener del mercado.
“A Repsol YPF esto no le representa ningún problema, porque tiene el 10 por ciento de las estaciones del mercado controladas, que es menos del 25 por ciento de su red, pero con ellas domina casi el 30 por ciento de las ventas, porque son las mejor ubicadas”, se quejó García.

 

 

KIOSCO12

PRINCIPAL