Por Mariana Carbajal
Un estudio realizado en un
hospital municipal de Rosario reveló que la mayoría de los
embarazos atendidos en la última década no fueron buscados:
siete de cada diez mujeres declararon que estaban esperando un hijo sin
haberlo planificado. Los porcentajes más altos de embarazos no
buscados se registraron entre adolescentes, madres mayores de 30 años
y aquellas que ya tenían 4 hijos o más. Entre sus conclusiones
más preocupantes, la investigación del Centro Rosarino de
Estudios Perinatales (CREP) encontró que existe una tendencia a
realizar menos controles prenatales cuando la concepción no es
esperada. No es una situación exclusiva de un hospital. Refleja
la falta de acceso que tienen las mujeres a elegir el momento en que quieren
embarazarse y el número de hijos que quieren tener, observó
el médico obstetra Jorge Vinacur, coordinador de Epidemiología
en la Maestría de Salud Pública de la UBA.
Los datos del estudio fueron recogidos entre enero de 1991 y diciembre
de 1999 en el Policlínico General San Martín, dependiente
del gobierno local y ubicado en el barrio rosarino de Belgrano. Una vez
confirmado el embarazo, el obstetra Martín Baraldi les preguntó
a las mujeres que llegaban al hospital, en su primera consulta, si habían
planificado la gestación. Fueron interrogadas 2200 pacientes a
lo largo de 9 años. El 72,5 por ciento respondió en forma
negativa.
Es necesario replantear las políticas de planificación
familiar, ya que se ve un muy alto porcentaje de embarazos no buscados.
La no planificación del embarazo influye en la cantidad de controles
prenatales que las mujeres realicen, lo que puede derivar en peores resultados
perinatales. Esto, además, lleva implícito un problema social
creciente, donde estas mujeres no tienen las posibilidades de planificar
su familia y por lo tanto de organizar su vida para su propio desarrollo.
Además, es posible predecir una menor dedicación materna
a los cuidados del niño, señalan las conclusiones
del trabajo, presentado en el último Congreso Argentino de Ginecología
y Obstetricia, realizado en Rosario.
Entre las mujeres menores de 18 años, el porcentaje de embarazos
no buscados fue del 71,4 por ciento, mientras que entre las de 26 a 30
fue del 76,4 por ciento; entre las de 30 a 35, del 85,3 por ciento; y
entre las de más de 35 años, del 84,2 por ciento. El porcentaje
menor de embarazos no planificados se registró entre las de 18
a 25 años: 66,2 por ciento.
El estudio rosarino encontró menor planificación familiar
a mayor cantidad de hijos: no habían buscado el embarazo el 57,2
por ciento de las mujeres que previamente no tenían ningún
hijo contra el 94,5 por ciento de aquellas que ya tenía cuatro
chicos o más. El relevamiento fue realizado por María Belizán
y Baraldi del CREP, una entidad reconocida internacionalmente que colabora
con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y busca mejorar la
salud de madres y niños a través de la investigación.
Encontramos que la presencia de un embarazo no planificado puede
redundar en un deficiente cuidado del mismo, indicó Belizán
a Página/12. Entre las mujeres que no habían buscado el
embarazo, los controles prenatales fueron, en promedio, sólo cuatro
a lo largo de los nueve meses de gestación. En cambio, en los casos
en que el embarazo fue planificado, la concurrencia al consultorio del
obstetra antes de la fecha del parto llegó a seis, en promedio.
Los porcentajes demuestran la falta de programas de salud sexual
y reproductiva que favorezcan el acceso a información y a los métodos
anticonceptivos a los sectores de más bajos recursos, que son los
que se atienden en el sector público y que de esta forma no pueden
planificar los embarazos, evaluó la obstetra Diana Galimberti,
presidenta de la Asociación Argentina para la Salud Sexual y Reproductiva.
Las cifras son reales. Exactamente la misma proporción de
embarazos no buscados surgieron en un relevamiento hecho un año
atrás en otro hospital municipal, el Roque Sáenz Peña,
entre mujeres que acababan de tener un hijo, ratificó la
titular del Programa de Salud Reproductiva de Rosario, Elda Serrano. Los
elevados porcentajes de embarazos no planificados no serían patrimonio
exclusivo de Rosario. El 60 por ciento de las mujeres que recién
había dado a luz dijo que no había buscado el embarazo,
de acuerdo con un trabajo, publicado en 1998, coordinado por el jefe del
servicio de Obstetricia del Cemic, Enrique Gadow, realizado entre 5155
mujeres de 18 centros de salud públicos y privados de distintos
países de Sudamérica, entre ellos la Argentina. De ese total,
el 60 por ciento estaba tratando de evitar quedar embarazada, pero un
40 por ciento de ellas, a pesar de esa decisión, no usaba anticonceptivos,
por falta de información y acceso.
El lobby
de la Iglesia
Por M.C.
En Rosario existe un Programa de Procreación
Responsable. El problema es que, por la presión de la Iglesia
Católica y la falta de presupuesto, no puede publicitarse
con la fuerza necesaria para producir cambios culturales,
indicó a Página/12 Susana Chiarotti, coordinadora
regional del Comité de América Latina y el Caribe
para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem), entidad que
tiene una oficina en Rosario y cuya sede está en la ciudad
de Lima, Perú. Así el ejercicio de una sexualidad
placentera, sin resultados no buscados, continúa siendo un
tema tabú y muchísimas mujeres siguen teniendo hijos
sin quererlo, advirtió Chiarotti.
El programa que funciona en la ciudad de Rosario se puso en marcha
en 1998 y desde entonces, en los hospitales municipales suministran
anticonceptivos a la población que lo demande. En realidad,
el programa fue creado en 1996 por una ordenanza del Concejo Deliberante,
pero por el lobby de la cúpula eclesiástica, la reglamentación
de la norma demoró más de un año. Lamentablemente,
tenemos bastante limitada la publicidad del programa por falta de
presupuesto y esto hace que mucha gente no sepa de su existencia,
reconoció a este diario la titular del programa, Elda Serrano.
Según la funcionaria del gobierno frepasista hay otro factor
fundamental que conspira contra la posibilidad de que la población
sin recursos acceda a la anticoncepción y es que dentro del
municipio existen también centros de salud provinciales,
donde no funciona ningún programa de ese tipo. Del casi centenar
de efectores de salud del territorio rosarino, la mitad depende
del gobierno de la provincia de Santa Fe. Y desde hace un tiempo,
por las mismas presiones de la jerarquía católica,
está trabada en la Legislatura provincial la aprobación
de una ley que ampliaría el alcance de un programa de planificación
familiar a todos los hospitales del territorio santafesino.
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El debate
que se viene en el Congreso
El inminente tratamiento de una ley nacional de salud sexual y
reproductiva en la Cámara de Diputados, que garantizará
el financiamiento de programas que suministren anticonceptivos en
todos los hospitales públicos del país, está
caldeando el ambiente en los alrededores del Congreso. La semana
pasada marcharon grupos de alumnos de colegios católicos,
que se oponen a la sanción de la norma. Esta semana les tocó
el turno a entidades de mujeres que batallan por su aprobación,
entre ellas, Católicas por el Derecho a Decidir. Sus integrantes
optaron por pintarse el cuerpo para defender la posibilidad de que
todas las mujeres puedan regular su fertilidad y así decidir
en libertad cuántos hijos tener y en qué momento.
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