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Por Karina Micheletto
 Alfredo Abalos parece tranquilo.
En todo caso, ahora prefiere no lanzar ninguno de sus “gritos”,
como él llama a las sentencias polémicas que cada tanto
suelta, para escándalo de más de uno en el ambiente del
folklore. Se limita a hablar de las alegrías que le acercan los
escenarios y de las tristezas que le da el país. Y de su nuevo
álbum, Te digo chacarera, en el que combina con buen gusto chacareras
que llevan su sello, zambas y tonadas. Acompañado por Hernán
Latancio en guitarra, Gonzalo Lares en bajo y sus hijos Martín
en guitarra y Santiago en violín, este veterano y venerado folklorista
lo presenta esta noche, en la sala A y B del Centro Cultural San Martín.
–¿Se siente cómodo en el lugar de polemista?
–Y qué le voy a hacer, yo soy así. Los que me aceptan
es porque me han tomado como soy, y los que no me aceptan, no me interesan.
Además, yo no hago esto por plata, lo hago porque me hace muy feliz
subir al escenario, y por amor a la música, a las tradiciones y
a la gente que me sigue. Por ahí pego un grito y alguna gente se
levanta y se va. Pero no puedo dejar de ser auténtico por conformar
a todos.
–¿Esta actitud influyó para que no participe tanto
de los circuitos culturales oficiales?
–Por ahí sí. Nunca le anduve oliendo a ningún
político ni tratando de buscar acomodo con nadie. Alguna vez dije
que no entiendo cómo Palito Ortega llegó a ser lo que es,
con lo fiero que canta, habiendo tantos cantores en serio que nunca se
hacen conocidos. Como tampoco concibo que los argentinos vayan a escuchar
tango con Julio Iglesias, cuando hay un cantorazo como Nino Bravo que
jamás tuvo el éxito que se merecía. Me da mucha bronca.
Por ahí pienso “¿qué le pasa a mi pueblo?”.
–¿Cómo se perfilan los festivales del año próximo?
–Vienen muy difíciles. Hay muchos, pero todos están
con problemas económicos y temores. Y encima les agarró
fuerte esta moda de la globalización, y ahora contratan paquetes
de artistas manejados por un solo representante. Entonces, ese tipo ofrece
a un artista que se vende mucho o es muy popular en este momento, con
la condición de que el festival se complete con los otros diez
que tiene a cargo. Este fenómeno se fue acrecentando: antes igual
había cabida para los que estamos afuera.
–¿Cómo ve el folklore joven?
–Veo que hay un resurgimiento del canto y de la danza en todo el
país, y me llena de alegría que la juventud se esté
enganchando con el folklore. Chicos como Néstor Bazurto, Luna Monti,
Natalia Barrionuevo o La Pesada Santiagueña conforman un hermoso
semillero que ha tomado la cosa con seriedad y está estudiando
música. El día que nosotros colguemos las cuerdas vocales,
ellos van a seguir representando a la música nacional.
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