Pasó
una semana y nada. A partir de hoy y con plazos que se acortan, el Gobierno
retomará las negociaciones con el PJ para el acuerdo por el paquete
económico, una condición exigida por el FMI para habilitar
el blindaje financiero. El jefe de Gabinete, Chrystian Colombo,
ya no sabe qué imagen apocalíptica utilizar para convencer
a los gobernadores opositores de la gravedad de la situación. Pero,
inmunes a los cafés en el Titanic o cigarrillos en
destilerías, los dirigentes peronistas insisten en que el acuerdo
no está cerca. Ni lejos. Puede salir hoy, o puede no salir. En
fin, como la semana pasada.
Colombo, una vez más, aseguró que el pacto que ya
firmaron el viernes los gobernadores de la Alianza se cerrará
hoy. En las próximas horas quedaría resuelto,
pronosticó el jefe de Gabinete, quien desde Olivos se mantenía
en contacto con algunos dirigentes opositores. Mañana va
a haber alguna señal positiva, añadió.
El día comenzará con una nueva reunión de gobernadores
justicialistas en el CFI. Ayer, Carlos Ruckauf conversó con José
Manuel de la Sota y con Carlos Reutemann para medir el clima frente a
la reanudación. Cerca del gobernador bonaerense advertían
ayer si el presidente Fernando de la Rúa firmaba el decreto para
la reforma previsional, el acuerdo Gobiernooposición ingresaría
en un nuevo impasse.
Los gobernadores del PJ cada vez disimulan menos su intención de
obtener réditos políticos además de alguna
ventaja económica en el tire y afloje con los funcionarios
nacionales. Los dirigentes opositores levantan la defensa del gasto social
mientras, dicen, dejan al Gobierno del lado de las políticas restrictivas
del Fondo Monetario.
El viernes pasado, cuando el Gobierno subía al máximo la
presión para acelerar la firma, los gobernadores del PJ los sorprendieron
con un documento propio, al que también denominaron acuerdo
federal. Allí aceptaron algunos de los puntos planteados
por la Rosada como el congelamiento de los gastos corrientes hasta el
2005, pero hicieron la salvedad de que no podía incluir a las inversiones.
Además, plantearon la reducción de impuestos y la refinanciación
de las abultadas deudas que mantienen muchas provincias.
Para entonces, Colombo había concluido que lo mejor era endurecer
la postura. Los gobernadores pretendían que la ayuda social de
225 millones de pesos que la Rosada había aceptado ceder a las
provincias para el año que viene se mantuviera hasta el 2005. El
ministro de Economía, José Luis Machinea, les dijo que,
a lo sumo, podría cederles el 25 por ciento de esa suma. Los gobernadores
retrucaron que sólo podían aceptar el 50 por ciento, a lo
que Machinea dijo que sí. Pero después Colombo cambió
la letra y respondió que sólo podían estirarse hasta
el 30 por ciento. Además, cumplió con la amenaza de hacer
un acto con los gobernadores de la Alianza, quienes desde un primer momento
se mostraron dispuestos a aceptar las necesidades del Ejecutivo.
El Gobierno confía en que las presiones externas hagan mella en
los gobernadores que, de última, necesitan que mejore la tasa de
riesgo país de la Argentina para tomar crédito en el exterior
y refinanciar sus déficit. Tanto los organismos internacionales
de crédito como el Tesoro de los Estados Unidos vienen insistiendo
en la necesidad del acuerdo para aprobar el salvataje financiero. Incluso,
el viernes pasado entró en acción el ex ministro Domingo
Cavallo. Llamó a los dirigentes peronistas para transmitirles la
preocupación creciente del Tesoro norteamericano por las idas y
vueltas en torno del paquete.
El acuerdo se firma, explicaban ayer cerca de Ruckauf. El
tema es que el martes pasado estábamos diciendo lo mismo y resulta
que el pescado sigue sin venderse, graficaba. Según la versión
que circulaba entre los dirigentes opositores, el conflicto por el dinero
ya estaba superado y, ahora, lo único que podía entorpecer
el acuerdo sería que el Gobierno firmara el decreto para la reforma
previsional, una decisión que postergaron para mañana.
LA
UIA RECHAZA UNA REEDICION DEL GRUPO EMPRESARIO DE LOS OCHO
No
es conveniente ir con la banca
Por
Raúl Dellatorre
Más
que acercar posiciones, la difícil coyuntura económico-financiera
del país distancia a los sectores productivos de la banca privada.
Al menos, eso es lo que piensa y manifiesta el titular de la Unión
Industrial Argentina, Osvaldo Rial. En diálogo con Página/12,
desde Madrid donde participa de un encuentro iberoamericano de organizaciones
empresarias el dirigente desalentó el impulso que otros sectores
empresarios le estarían dando a una reedición del Grupo
de los Ocho (Grupo Productivo, sector financiero y comercio). Hoy,
la industria, el campo y la construcción vienen trabajando en propuestas
concretas para superar este modelo neoliberal ya agotado; no es conveniente
desvirtuarlo incluyendo a la banca privada, y mucho menos a la banca extranjera,
que con su actitud de las últimas semanas, sembrando la sensación
de que Argentina está al borde de la cesación de pagos,
parecería que lo que intenta es extorsionar al gobierno,
manifestó.
La continuidad
en la política económica del anterior gobierno, más
las medidas de ajuste implementadas durante la actual gestión,
han empujado a la industria y al campo a pararse en la vereda de enfrente
del gobierno. El Plan de Infraestructura, que no termina de salir de la
fase de promesa, ha generado en cambio expectativas entre los popes de
la construcción. Así, mientras un miembro del Grupo Productivo
(Confederaciones Rurales Argentinas) ha liderado el primer paro del campo
contra el gobierno de De la Rúa, otro (la Cámara Argentina
de la Construcción) está pendiente de dicho plan y el tercero
(la UIA) se divide entre los más proclives al diálogo (Techint
de los Rocca, COPAL liderada por Alvarez Gaiani) y los que impulsan un
choque más frontal contra la política del ajuste. No es
casual que sean la CAC y el Grupo Techint (con fuerte incidencia en la
UIA como en la propia CAC) quienes vengan trabajando en función
de la reconstitución del Grupo de los Ocho con la Asociación
de Bancos y la Cámara de Comercio, para conformar un bloque de
apoyo, pero a la vez de presión sobre el Gobierno. Rial no se privó
de lanzar alguna advertencia velada al grupo que comandan los Rocca.
Algunos miembros de la UIA son más optimistas respecto de
la posibilidad de consensuar propuestas con la banca privada señaló
Rial a este diario. Pero yo creo que existen diferencias de criterio
en el diagnóstico de la situación actual, en el análisis
de lo sucedido en los últimos años y también en cuanto
a las medidas que hay que aplicar.
¿Son las mismas diferencias que llevaron a la ruptura del
Grupo de los Ocho y a la formación del Grupo Productivo?
Fue esta falta de coincidencias lo que llevó a que la UIA,
ya siendo yo presidente, promoviera la ruptura. Este sector de la banca
no favoreció las medidas que reclamábamos para ayudar al
sector productivo, mejorar el poder adquisitivo de la gente, permitir
la recuperación de las pymes. Si hoy se alcanzaran coincidencias
en estos planos sería muy positivo, pero debería quedar
en claro que se trata de propuestas para superar este modelo neoliberal
ya agotado, para pasar a un modelo de desarrollo productivo.
¿La postura de la UIA está más alejada del
Gobierno que la de la Asociación de Bancos o la Cámara de
la Construcción?
No se trata de estar más cerca o más lejos. Creo que
hay que estar con el Gobierno, pero para resolver un problema que hoy
es productivo y social. Fíjese que la situación macro
no es peor hoy de lo que era hace un año, y sin embargo la actitud
de la banca extranjera es crear la sensación de que Argentina está
al borde de la cesación de pagos, y sembrando esa idea pone al
gobierno a merced de la extorsión de los grupos financieros. La
consecuencia es que todos los sectores productivos estamos pagando más
altas tasas para financiarnos y mientras se generaba este clima, la banca
privada aplaudía.
Aquí, en Buenos Aires, se está anunciando un encuentro
del Grupo Productivo con la Asociación de Bancos de la Argentina
para mañana (por hoy) o el martes. ¿Hasta dónde puede
avanzar?
Es un encuentro a nivel técnico, del que podrán salir
o no coincidencias con vistas a un futuro documento conjunto. Pero la
resolución política la veremos a la vuelta, a nivel de la
Junta Directiva de la UIA. Desde ya, le puedo adelantar que el Grupo Productivo
sigue y no hay posibilidad de que avance la reconstitución de Los
Ocho. Si hay posibilidad de hacer un comunicado conjunto, será
porque ABA coincida en una defensa de los intereses nacionales, en reclamar
medidas para mejorar la competitividad de los sectores exportadores, en
apoyar a los sectores productivos y la recuperación de su rentabilidad
y en mejorar el poder adquisitivo de la gente. Si es así, bienvenido
sea. Pero para ello habrá que ponerse de acuerdo, primero, en que
esta visión fiscalista pro-ajuste de las cuentas públicas
está acabado.
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