Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


EL GOBIERNO DEMORA LA SALIDA DEL DECRETO DE REFORMA PREVISIONAL
Llegó Fernando y mandó parar

Para evitar una nueva crisis interna, el Presidente tratará de consensuar la medida con el Frepaso y sectores críticos de la UCR.

Por Fernando Cibeira

El presidente Fernando de la Rúa decidió detener la firma del decreto para la reforma previsional que, se anunció, será analizada de nuevo mañana durante la reunión de gabinete. Desde temprano, en Gobierno daban por seguro la firma del decreto, al que sólo le faltaba una cuidadosa redacción de la letra chica para evitar contratiempos judiciales. “Si llegan, sale hoy a la noche, sino mañana a la mañana”, reveló un vocero de la Rosada. Pero luego de la intervención del ministro de Economía, José Luis Machinea, y de algunos hombres del Frepaso se pospuso la discusión un par de días con la esperanza de conseguir un mayor consenso político. En la Rosada saben que una reforma previsional impuesta de mala manera puede generar una crisis interna de consecuencias impredecibles dentro de la Alianza.
De la Rúa llegó desde la Cumbre Interamericana en Panamá a las 8.30. Un par de horas después, ya recibía en Olivos al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, para tratar el tema de la reforma previsional. El Gobierno tiene urgencia por sacar la modificación al régimen jubilatorio para bajar el riesgo país y conseguir la confianza de los mercados financieros. “El Presidente adoptará el camino que sea más rápido”, apuntó entonces Colombo, en cierta forma adelantando la firma del decreto.
En el Ejecutivo entienden que mandar la reforma al Congreso sería someterse a una negociación extenuante y de resultados inciertos. No sólo porque el justicialismo ya planteó sus reparos a más de un punto del proyecto oficial –que incluye la eliminación del régimen de jubilación estatal, eleva la edad de retiro de las mujeres y pone límites a las pensiones graciables–, sino que generó fuertes resistencias dentro del Frepaso. Casi en forma oficial, el partido de Carlos “Chacho” Alvarez se mostró en contra del anuncio.
Por la tarde, visitaron Olivos la ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide, y el diputado Rodolfo Rodil quien, cuando no está el jefe del bloque, Darío Alessandro, suele ocuparse de las conversaciones de la bancada. No casualmente, luego de la visita de Rodil surgieron las primeras versiones sobre el cambio de postura de De la Rúa, quien prefirió diferir la cuestión en una decisión apaciguadora que también sugirió Machinea.
La movida incluiría algunas mejoras en el gasto social en el Presupuesto 2001 que el jueves intentarán debatir en Diputados. “Vamos a aprobar un presupuesto con más recursos en las áreas sociales”, se entusiasmaban ayer cerca de la ministra Meijide. Con el gancho buscarían calmar los exaltados ánimos de varios diputados frepasistas que plantearon que la firma del decreto previsional por parte de De la Rúa sería algo así como sentenciar el fin de la Alianza.
“No vamos a apoyar el decreto, pero eso no quiere decir que vamos a romper”, aseguraba ayer un importante diputado del Frepaso. “Dentro de nuestro partido hay matices con respecto de la reforma previsional, de la misma forma en que ya ha sucedido con otros temas y no por eso se fracturó la Alianza”, continuaba.
En cambio, sobre este punto, Machinea no quiere dar el brazo a torcer. El ministro de Economía cree que, si se elude el decreto de necesidad y urgencia, se perdería el gesto de firmeza que quiere dar el Gobierno hacia los mercados. Incluso, el jueves habría amenazado con renunciar si De la Rúa daba un paso atrás con la medida. Su jefe de asesores, Pablo Gerchunoff, advirtió ayer sobre la “urgente” necesidad de que el Gobierno le muestre “al mundo entero que nuestro programa se lleva a cabo”.
A la noche, Colombo salió de Olivos para dar la buena nueva. “El martes el Gabinete va a analizar cuál es la alternativa más eficiente con respecto de la propuesta de la reforma que ha presentado el Ministerio de Economía”, anunció. Y detalló algo de lo que fue la jornada de ayer en la quinta presidencial, en lo que dio a entender que habían trabajado en eltexto del decreto. “Analizamos el texto de la reforma previsional, lo estuvimos analizando con el doctor Machinea a la tarde, tuvimos un contacto telefónico con la ministra de Trabajo para tratar un texto definitivo atento a las correcciones de forma, de modificaciones que se van a efectuar en cuanto a todas las leyes previsionales”, señaló.


EL MINISTRO BUSCO CONSENSOS PARA LA REFORMA PREVISIONAL
Lo que Machinea guardó en silencio

Por R.D.

El viernes, todo el equipo económico a coro pedía el decreto de necesidad y urgencia para definir la reforma previsional. Con el cuchillo entre los dientes, amenazaban con la renuncia del ministro si no atendían su demanda, como para no quedarse cortos frente a la apuesta del Frepaso, que amagaba dejar la Alianza si no se respetaba el trámite parlamentario. La sensación de cada uno de los miembros del equipo, cuando el viernes partió hacia su respectiva quinta a disfrutar del sábado de sol, era que habían ganado la batalla dando una demostración de fuerza. José Luis Machinea, calladamente, pensaba otra cosa.
En la conversación que a solas había tenido el ministro con Fernando de la Rúa antes de la partida de éste a Panamá, le había transmitido una idea diferente de la que reflejaba su equipo. Ante el Presidente, evaluó que tal como estaba la situación, firmar el decreto era tirarse toda la clase política en contra: no sólo el justicialismo, sino también el Frepaso y el radicalismo. A esa altura, el senador Leopoldo Moreau, además presidente de la UCR bonaerense, había salido a descalificar a la conducción económica acusándola de “tecnócratas que creen que el Parlamento no existe”. El pedido de Machinea fue que el Presidente le diera unos días, antes de firmar, para poder “conversar” con Raúl Alfonsín, Carlos Alvarez y el propio Moreau, en busca del consenso que a esa altura parecía imposible. De la Rúa se los concedió.
Mientras sus secretarios disfrutaban del anticipo del verano, el ministro inició ese mismo sábado el delicado bordado. Se contactó con los líderes políticos de la coalición, concertó entrevistas que se realizaron a lo largo del fin de semana y que, en algún caso, se completarán hoy, incluso previendo más de un encuentro con algunas de las figuras claves mencionadas.
A lo largo de estos encuentros, Machinea desgranó las conveniencias de la reforma previsional propuesta frente a otras alternativas, más costosas no sólo desde un punto de vista presupuestario sino incluso social. Les advirtió sobre el juego que estaba trazando el justicialismo, buscando imponer la reforma como prenda de negociación contra la firma del Acuerdo Federal, pero con el objetivo de abortar la primera. Reclamó no hacerle el juego a Carlos Ruckauf y trató de ser convincente para demostrar la vinculación entre aprobar la reforma previsional y las chances de una pronta recuperación económica, sin que el fantasma del golpe de mercado se convierta en un monstruo que devora todo a su paso.
Ayer, cuando alguno de los funcionarios que acompañan a Machinea se encontraron a la vuelta de su fin de semana con el nuevo cuadro de situación, comprendieron que el ministro había literalmente pasado por encima de sus consejos para desplegar un juego de cintura política que muchos le niegan. No por nada Machinea es de los pocos ministros con llegada directa, incluso afectiva, a más de un líder de la coalición gobernante. Recién esta noche podrá saberse si su esfuerzo en busca de consenso dio resultados. Por lo pronto, logró desactivar una bomba que estaba a segundos de estallar.

 

KIOSCO12

PRINCIPAL