Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


CONDENA A UNO DE LOS ASESINOS DEL GENERAL PRATS EN ARGENTINA
Pena máxima al espía de la DINA chilena

El Tribunal Oral Federal condenó a reclusión perpetua a Enrique Lautaro Arancibia Clavel, espía de la DINA chilena en Argentina, por haber participado en el asesinato del ex jefe del ejército chileno, Carlos Prats y su esposa, en los años 70, en Buenos Aires.

Por Victoria Ginzberg

”La justicia está llegando. Y esperamos que se aclare la participación en el atentado de todos los responsables. Después de 26 años se demostró que nuestra verdad estaba clara”, dijo temblando Cecilia Prats, la menor del las hijas del ex jefe del ejército chileno. El juez José Valentín Martínez Sobrino, presidente del Tribunal Oral Federal número 6, acababa de anunciar la condena de Enrique Lautaro Arancibia Clavel a reclusión perpetua por considerar que participó de una asociación ilícita –la Dirección Nacional de Inteligencia chilena (DINA)– y del asesinato del general Carlos Prats y su mujer, Sofía Cuthbert. Por primera vez, la Justicia argentina castigó un crimen cometido por la dictadura pinochetista. La defensa anunció que apelará el fallo.
Arancibia Clavel entró a la sala pasadas las siete y media de la tarde. Llevaba una camisa gris de manga corta y el chaleco negro con capucha que usó en todas las audiencias. Por la mañana, había ingresado por la misma puerta para decir sus “últimas palabras”. “No sería justo que me condenaran por este hecho. El estado de derecho y la opinión pública sólo van a quedar satisfechos cuando sean condenados los verdaderos asesinos del matrimonio Prats. Me han usado como chivo expiatorio”, fueron algunas de las frases pronunciadas en un escueto discurso por el entonces acusado. Si su condena queda firme, el ahora condenado, que ya lleva cuatro años preso, no podrá solicitar el beneficio de la libertad condicional hasta haber pasado veinte años en prisión.
Por la tarde, con la custodia policial reforzada, la sala repleta y la presencia del embajador chileno, Jorge Arrate; Martínez Sobrino leyó la sentencia que dictó, por mayoría, el tribunal. Él y la jueza María del Carmen Roqueta se inclinaron por la reclusión perpetua. Horacio Vaccare, en cambio, votó en disidencia. Los fundamentos de los fallos se harán públicos el lunes que viene. Los magistrados resolvieron además que se inicie una investigación por el secuestro de Laura Elgueta Díaz, una testigo que durante su declaración reconoció a Arancibia Clavel como uno de los represores que estaba en un centro clandestino de detención mientras la torturaban.
“Este tribunal, por mayoría, ha resuelto: no hacer lugar al planteo de doble juzgamiento hecho por la defensa” y “considerar al acusado autor penalmente responsable de haber formado parte de una asociación de tres o más personas destinadas a cometer delitos que pusieron en peligro la constitución” y “partícipe necesario” del asesinato del matrimonio Prats, expresó el magistrado. Mientras hablaba, la familia del ex jefe del Ejército chileno asesinado en el barrio de Palermo en la madrugada del 30 septiembre de 1974, se entrelazaba las manos y no podía contener las lágrimas. Sus tres hijas, sus yernos, sus nietos y hasta su bisnieta Antonia, de un año y medio, asistían al inicio de un camino de justicia que terminará sólo con la prisión del dictador Augusto Pinochet. Con esta primera condena, la familia Prats recibió la confirmación judicial de lo que sabe hace años: que el general chileno y su esposa fueron asesinados por la policía secreta pinochetista en una acción coordinada en Buenos Aires por sus propios hombres y con participación de ciudadanos argentinos, en lo que fue un adelanto del Plan Cóndor. El papel de Arancibia Clavel, según varios testimonios, fue el “allanarle el camino” al autor material del atentado, Michael Townley, apañado por el sistema de testigo protegido en Estados Unidos.
Al final de la audiencia, la familia Prats repartió abrazos a sus abogados, Luis Moreno Ocampo y Guillermo Jorge; al representante del estado chileno, Alejandro Carrió; a su abogada chilena, Pamela Pereira y a todos los que se acercaron para felicitarlas mientras hablaban para las cerca de veinte cámaras de televisión presentes. La familia del condenado, en cambio, optó por el perfil bajo y no quiso hacer declaraciones. Cercada por los medios, una de las hermanas del ex agente de la DINA, PatriciaArancibia, manifestó que no se esperaba esta sentencia y que seguía creyendo en la inocencia de su hermano. El vocero de los Arancibia fue su abogado defensor, Eduardo Gerome, quien manifestó que el tribunal tomó una “decisión política” y que apelará la condena a la Cámara de Casación.
Los abogados de la familia Prats y del estado chileno expresaron su satisfacción. “Después de 26 años es el primer día que hay Justicia para la familia Prats. Y fue un honor representarla”, señaló Moreno Ocampo. “El fallo es un mensaje fuertísimo para los países del Cono Sur que unieron en un plan macabro y cometieron delitos en nombre de un gobierno. Cuando la ley está por encima de los individuos es cuando los países comienzan a ser serios”, afirmó Carrió. Los letrados estaban conformes porque el fallo coincidió con sus acusaciones: el tribunal aceptó que la DINA fue una asociación ilícita agravada porque, entre otras cosas, disponía de armas de guerra y de apoyo de funcionarios públicos y rechazó el planteo de cosa juzgada que hizo la defensa. Gerome impugnó los memos que Arancibia Clavel mandaba a sus superiores, donde constan varios delitos de la DINA, porque fueron tenidos en cuenta cuando el agente fue arrestado en 1978 por espionaje.
Para los Prats, la condena a Arancibia es el fin y el comienzo. Aún esperan saber si Chile dejará que Argentina juzgue a otros responsables de ese crimen. “Este es un gran paso para continuar”, dijo María Angélica Prats, quien describió que cumplió “el deber de hija y de madre, porque así mis hijos saben la verdad y no van a tener que buscarla ellos”.

Golpe a la extradición de Pinochet

El juez chileno Luis Correa Bulo renunció ayer al caso Augusto Pinochet tras una sugerencia que le hizo el pleno de la Corte Suprema. Esto significa que el magistrado no seguirá al frente del pedido de extradición de Pinochet solicitado por el juez argentino Juan José Galeano, en el caso del asesinato del ex jefe del Ejército chileno, general retirado Carlos Prats, en Buenos Aires. El juez estuvo sometido a diversas presiones externas al tribunal como han sido acusaciones en su contra de sectores derechistas que intentaron desprestigiarlo, según opinión del propio afectado y sus cercanos. Diputados de la bancada de la Concertación visitaron ayer a Correa Bulo en su casa para darle su apoyo. Ellos dijeron que los ataques de la derecha se deben a que el magistrado es partidario de investigar a fondo todos los casos de derechos humanos, a lo que la derecha pinochetista se opone.
En el último pleno de la Corte Suprema, que se realizó el viernes pasado, los ministros, tras pedirle a Correa Bulo que abandonara la sala, votaron por instar al magistrado a que dejara el proceso de extradición de Pinochet y se abstuviera también de fallar otras causas que lleguen a la sala a la espera de las resoluciones que adopte la comisión de ética del tribunal. Correa Bulo había dictado la orden de arraigo del dictador chileno, lo que prenunciaba la inminente orden de detención.

 

 

KIOSCO12

PRINCIPAL