Mientras
el presidente peruano Alberto Fujimori renunciaba desde Tokio, en la misma
capital japonesa un acuerdo intrapartidario de último minuto salvó
(temporariamente) al primer ministro japonés, Yoshiro Mori, de
la mayor amenaza planteada a su breve gobierno de siete meses. En una
caótica sesión de la Cámara baja del Parlamento durante
la madrugada del lunes, el oficialista Partido Demócrata Liberal
(LDP) y sus aliados lograron frustrar la moción de censura contra
Mori presentada por los sectores disidentes del oficialismo y partidos
de oposición por 237 votos contra 190.
El resultado
permitirá que Mori cuya popularidad decrece rápidamente
desde que en abril fuera elegido a puertas cerradas como sucesor del fallecido
Keizo Obuchi siga gobernando Japón, al menos en el corto
plazo. Hasta el momento de la votación, los 480 miembros de la
Cámara baja aparecían divididas en dos bandos casi exactos.
Pero a último minuto, Koichi Kato, el ex secretario general del
LDP que lideró la rebelión, instó sorpresivamente
a sus seguidores a que se abstuviesen de votar contra el gobierno y arriesgándose
a ser expulsados del partido. La cúpula del LDP ya había
deslizado la amenaza de expulsar del partido a los rebeldes si votaban
en favor de la moción de censura. Hasta ese momento, en un inusual
ataque público al líder de su partido, Kato había
prometido forzar la renuncia de Mori a cualquier costo. El antiguo diplomático
educado en Harvard advertía que el país corría el
riesgo de hundirse como el Titanic si continuaba con las políticas
impopulares del primer ministro, que provocaron a Japón el mayor
déficit público en el mundo industrializado.
El fracaso de Kato es un revés para los sectores reformistas del
LDP, que veían en la crisis de las últimas dos semanas la
mejor oportunidad en los últimos siete años para cambiar
las políticas del país. Las razones del cambio de voto eran
a última hora de ayer poco claras, pero todo indicaba que Kato
habría decidido ceder terreno después de perder la pulseada
en el Parlamento y en la opinión pública. De todos modos,
el motivo central parecía una supuesta reunión que habría
mantenido Kato con Hiromu Nonaka, el mayor poder en las sombras
del LDP, disparando los rumores de que habrían acordado postergar
la destitución de Mori para preservar la unidad del partido.
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