Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


Cinco chicos británicos viven con
manos biónicas hace seis meses

Tienen entre dos y once años. Nacieron sin partes de sus manos y recibieron una prótesis electrónica como parte de una prueba médica. Tocando un pequeño sensor pueden mover sus dedos.

Philip Moss, uno de los chicos que participa en la prueba, logra pulsar pequeñas teclas.

Por Tania Branigan*
Desde Londres

Una mano biónica, diseñada específicamente para niños a partir de los dos años que nacieron sin partes de sus manos, ha cambiado la vida de cinco chicos. Los niños, que acaban de terminar una prueba de seis meses con la Prodigits –así se llama el nuevo elemento– en el hospital de la ciudad de Nottingham, Gran Bretaña, mostraron ayer la prótesis electrónica. “Es brillante –dijo Jeremy Dirver, que con 11 años es el más grande de la prueba–. Simplemente aprieto un botón y mi mano se abre y cierra. Ahora puedo usar mi Playstation y ganarle a mi hermanito –bromeó–. Me tomó unos meses acostumbrarme, pero ya puedo hacer montones de cosas.”
Es la primera vez que los científicos crean una prótesis parcial para mano suficientemente pequeña para los chicos. Previamente, los pacientes tenían que utilizar elementos creados para aquellos que carecen de una mano completa.
Diseñada en Escocia, Prodigits permite a los chicos realizar tareas simples de dos manos que la mayoría de la gente puede hacer sin pensarlo. Sus creadores, que le pusieron un brazo biónico a un adulto hace dos años, creyeron que los niños serían quienes más se beneficiarían de la prótesis. Antes no se hacían prótesis para niños pequeños, pero en realidad los pacientes aprovechan mejor estos elementos cuanto antes los incorporan.
Los otros chicos además de Jeremy son Oliver Jackson y Daisy Harriman, ambos de cinco años, Philip Moss, de siete y Tia Campbell, quien con dos es la menor del grupo.
“Tratamos de no usar la palabra ‘biónico’ porque la gente tiende a asociarlo con Lee Majors –dice David Gow, que inventó el instrumento–. Refiere a poderes sobrehumanos, no poderes humanos promedio, que es lo que estamos tratando de conseguir.”
Como director del centro de bioingeniería del Lothian Primary Care Trust en Edimburgo, Gow trabajó en prótesis durante años, siempre convencido de que debía poderse construir una mano suficientemente pequeña para los niños. “La única inspiración que necesitamos fue ver un montón de chicos a los que no podíamos ayudar”, explicó. El otro problema era que algunos chicos tienen muñecas que funcionaban y parte de sus palmas, pero la mayoría de las próstatas de mano están unidas por arriba de la muñeca.
La Prodigits tiene dedos artificiales independientes, de modo que pueden usarse juntos o por separado. El usuario toca un electrodo ubicado en la mano usando la parte del miembro residual y minúsculos motores y cajas de cambio hacen que los dedos se abran y cierren.
Una vez que la mano está terminada se le da forma con espuma y se cubre con piel de silicona para hacerla ver más realista. Los diseñadores esperan hacer una versión para adultos.
Una vez que la producción esté en marcha, Prodigits tendrá una mejor relación costo-beneficio para el Servicio Nacional de Salud Británico que las prótesis tradicionales. Con un fondo de 72.000 dólares, en un año los científicos estiman que podrían tener un stock. Pero el tiempo es esencial, porque los chicos necesitarán, por su crecimiento, cambiar las prótesis que están usando en un par de años.
“Es como un kit de elementos: media docena de piezas que pueden adaptarse para una mano de dos años o una mano adulta –dijo Gow–. Contrariamente a la mano artificial convencional, los dígitos están separados y no son para una mano izquierda o derecha. Es mucho más versátil.”
John Ronald, cuya firma desarrolló el diseño, dijo que el potencial fue obvio para él apenas Gow le llevó la idea. “La gente no se da cuenta de que la mano es uno de los elementos más complejos. Tiene movimiento, fuerza, sensibilidad y es incluso auto-reparadora.”

* De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.

 


 

LA CAMARA DE LOS LORES ADVIRTIO A LAS LINEAS AEREAS
La (mala) salud de los pasajeros

Por Isabel Ferrer
Desde Leicester

Las compañías aéreas se han preocupado por la seguridad de los pasajeros que transportan, pero han ignorado su salud a bordo. Así de contundente se mostró la Cámara británica de los Lores al presentar un estudio sobre los posibles riesgos derivados de los viajes largos, entre ellos, la trombosis asociada a la falta de movimiento, el denominado “síndrome de la clase turista”, que recientemente provocó la muerte de una pasajera. Los lores recomendaron que se sitúen los asientos pensando en los viajeros y que no se escatime el aire acondicionado.
Un tercio de la población mundial viaja a diferentes destinos en los aviones comerciales internacionales, por lo que la salud de los viajeros debería convertirse en una de las prioridades de las compañías, señala el estudio de 400 páginas elaborado por el Comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Lores. Estos no tienen poder para forzar a las firmas del ramo a dotar a sus aviones de mayor espacio, pero han sugerido a las líneas aéreas nacionales que adviertan a los viajeros de la necesidad de mover las piernas a menudo, “por muy molesto que ello resulte para la tripulación”.
El comité propone que las advertencias a los pasajeros figuren en los billetes. Para evitar la trombosis, los lores piden asimismo reducir el consumo de alcohol a bordo. Este tipo de bebidas producen deshidratación, lo que, unido a que el oxígeno respirado en los aviones es menor de lo normal, “puede comprometer la circulación sanguínea del pasajero, en especial si es diabético, ha sufrido una operación reciente de estómago o tiene la tensión alta”. Uno de los lores, Graham of Edmonton, víctima de un episodio de esta clase tras un vuelo a Nueva Zelanda, ha sido uno de los defensores más decididos del informe.
British Airways está ya investigando los peligros de los vuelos largos tras la muerte súbita de Emma Christoffersen, que cayó fulminada al regresar al Reino Unido.

 

 

KIOSCO12

PRINCIPAL