Por Mario Wainfeld
y Sergio Moreno
Chrystian Colombo recibe a
Página/12 en el décimo piso del edificio desbordante de
metal y vidrio que alguna vez albergó a Somisa y hoy es sede de
la Jefatura de Gabinete. Sonríe al saludar y al despedirse, se
ocupa de que haya café para los cronistas. Habla alineando sus
ojos azul claro con los de interlocutores, moviendo las manos sin levantar,
jamás la voz. Acepta de bastante buen grado las interrupciones,
ríe con las bromas, se engancha. Repite una y otra vez los argumentos,
todo el estilo de alguien que está convencido y aspira a convencer.
Más allá de eventuales coincidencias o disidencias, es estimulante
dialogar con alguien así. Pero no es difícil imaginar, si
se lo mira con atención, que esas manos se pueden crispar, que
el tono rojizo de su cuello y su rostro puede subir fácilmente
en la escala cromática si se enfada o apasiona, que esa voz pausada
debe subir de registro con asiduidad. Hay algo más que buenos modales
en ese funcionario que se ha convertido en la niña bonita del gobierno.
Hay una línea de pensamiento en sus constantes críticas
a la política y sus recurrentes elogios a la gestión.
Colombo dice a menudo creo o me parece pero todos
sus gestos y sus frases rezuman certezas. Se hablarán con calma,
dando la espalda a una Diagonal Sur soleada de todo sol y solitaria de
toda soledad (es la tarde de ayer). O se hablará o gritará
si así cuadra, en otras ocasiones que Página/12 no presencia
pero que es dable imaginar.
La ministra de Trabajo Patricia Bullrich dijo que el país
no paró.
Yo creo que el paro en sí mismo no sirve para nada. La metodología
empleada para este paro por algunos dirigentes ha sido absolutamente increíble.
Esto de intimidar, de volver a la violencia, de propiciar cortes de ruta,
me parece una vuelta al pasado realmente mala. Pero por es cierto que
el paro se ha hecho sentir.
¿No cree, que como dicen los sindicalistas, este paro expresa
el repudio al rumbo económico del Gobierno?
No creo eso en absoluto. La sociedad repudia en general a toda la
clase dirigente porque no le estamos ofreciendo soluciones. Estamos podridos
de escuchar dirigentes que se quieren poner al frente de algo y no proponen
soluciones. Argentina lleva muchos años en este terreno, es decir,
no encontrando una estrategia para insertarse y crecer. Los límites
en el mundo están mucho más acotados, las restricciones
que tenemos y arrastramos son muy importantes. No sólo la deuda
externa, sino la deuda interna. Lo que pretende la gente es ver a la clase
dirigente sentarse en una mesa, y discutir seriamente los puntos, ver
qué se puede hacer, y a partir de allí salir. ¿Qué
quiere decir la gente se opone al modelo económico?
Pregúntenle a mi viejo que es jubilado qué quiere decir
eso. Pregúnteselo a sus viejos, a su mamá. La Argentina
tiene toda la potencialidad para ser un país que cumpla y honre
la deuda interna, que como la viene haciendo. Es el desencuentro de los
dirigentes por mezquindades, por egoísmo personal, lo que hace
que muchas veces no se puedan tomar las medidas que se tienen que tomar.
¿Le parece que los sindicalistas salen fortalecidos con esta
huelga?
Sinceramente, no.
¿Por qué?
Porque la gente cada vez más piensa por sí misma.
En este caso, la gente actuó por intimidación.
Se le achaca en general al sindicalismo no tener propuestas, pero
la CTA y el MTA han arrimado algunas...
Invitaría a que hagamos una lectura sobre si eso es posible
o no. hasta ahora no he escuchado de nadie una propuesta alternativa.
Escuché gente que se queja, que dice cambiemos el modelo,
pero cuando miro al mundo no veo tantos modelos diferentes, veo gestiones
diferentes.
Parecería que este gobierno tiene pocos funcionarios que
salen a defenderlo. Y usted es uno de ellos. ¿No es un problema?
Probablemente haya poco convencimiento de alguna gente. Esto se
dio mucho con el tema de la Alianza. Creo en la Alianza, en gran parte
de las medidas que llevó adelante el Gobierno y que debemos defender.
Hay que dar el debate público, porque aunque el resultado no haya
sido bueno, uno sí tomó las mejores decisiones en cada momento.
Yo quiero debatir y dialogar sobre nuestras medidas. Me sorprende que
muchas veces cuando disentimos se deduzca que hay ruptura. Creo que hay
disensos pero no debe haber ruptura.
¿Quiénes son los que no están muy convencidos?
Los que no están muy acostumbrados a ser el oficialismo.
Hay una especie de acostumbramiento a ser oposición.
Su definición le cuadra al Frepaso. ¿También
al radicalismo?
Sí. Si tenemos que hacer una autocrítica en términos
de funcionamiento, les cuadra a todos. Muchas veces nos falta presencia
para discutir las políticas que llevamos adelante. Encuentro pocos
gobiernos que han logrado a través del Congreso la sanción
de todas las leyes que el Poder Ejecutivo necesitó. Sin embargo,
a veces no las defendemos con el mismo convencimiento en el terreno de
la opinión, de la discusión.
¿Eso se debe a que no hay suficiente nivel de discusión
interna, o a que las medidas que tomó el gobierno no concuerdan
con las propuestas de campaña de la Alianza?
No sé por qué viene esa actitud. Pero yo estoy en
el Poder Ejecutivo, entonces defiendo lo que llevamos adelante.
¿El gobierno no plantea las negociaciones con el discurso
de que está con el agua al cuello que lo pone en una
situación débil para negociar? Por caso, la reciente negociación
con el Fondo Monetario Internacional.
La visión de los organismos internacionales ha ido cambiando
y en parte por la presión de este gobierno. Al principio del año
nos decían que era indispensable una política para la disminución
total del déficit y a mitad del año nos empezaron a decir
que lo importante era crecer. Porque fuimos a plantearle en determinado
momento que era una forma más rápida de bajar el déficit.
Y como fuimos creíbles logramos un apoyo que implica no hacer ajustes
en el presente.
Con el PJ, cuando fueron a plantear el tema del Pacto Fiscal, el
gobierno planteó: estamos en una situación desesperada,
terminal...
El Presidente hizo un llamado porque la situación era de
gravedad. Se estaba poniendo en cuestión el crédito público.
Y esto es un hecho lo suficientemente grave para ponerlo en esos términos.
Lo cierto es que si no hubiésemos reaccionado y tenido una relación
con el mundo como la que tenemos, no hubiéramos encontrado apoyo.
Decir las cosas como no son no es una muestra de debilidad. Lo que se
firmó no es una muestra de debilidad. Este es el compromiso federal
más duro que se ha firmado entre las Nación y las provincias,
desde que se sigue esta metodología. Hay ciertos temas que deben
aislarse de la mezquindad política.
Usted fue uno de los principales negociadores en estos diez días.
¿Qué le quedó de la actitud de algunos de los gobernadores,
en especial de más importantes?
Dije desde el primer día que no iba a manifestarme sobre
las actitudes de los gobernadores. Algunos de ellos tuvieron contradicciones
entre lo que decían a los medios y lo que estaban haciendo en las
negociaciones. No quiero interpretar esto más allá de lo
que a mí me tocó como rol. La habilidad y la experiencia
en este tipo de negociaciones de los gobernadores es muy grande, porque
han venido firmando pactos fiscales y compromisos federales desde el año
1992 o 1993.
Pero algunos gobernadores son noveles y esta fue su primera negociación
con el gobierno nacional. Son los casos de Carlos Ruckauf y de José
Manuel de la Sota...
Es la primera vez que se sientan como gobernadores, no la primera
vez que se sientan en una discusión de éstas. Porque Ruckauf
no estuvo en la década pasada en Disneylandia. Fue vicepresidente,
ministro de Interior y presidente del Senado.
Stanley Fischer dijo que si el Gobierno no saca con rapidez todas
las medidas que anunció, no va a haber blindaje. ¿Qué
plazos maneja el Gobierno para concretarlas?
Más allá de las declaraciones de Fischer, es lo que
dijimos nosotros: si no nos ayudábamos es bastante difícil
que nos ayudaran de afuera. Nuestra experiencia actual es única
con los organismos internacionales. Normalmente estos apoyos financieros
vienen después de producida la crisis. Y nosotros estamos proponiendo
que esta ayude llegue antes. Y algo más: que las medidas no recaigan
sobre la gente ahora. La reforma previsional es definitiva es sacarle
una terrible carga a la población económicamente activa
que tiene la Argentina. Y transferirla, y que toda esta deuda que tiene
la Argentina por malos manejos del pasado, de desfalcos en la Caja de
Previsión, que vienen de la época de mi abuelito, no sea
pagada por esta generación. Y estamos volviendo más solidario
el sistema previsional.
¿Qué pasa si a fines de diciembre no está sancionada
la Reforma?
Podemos tener problemas con la ayuda financiera.
¿Cree posible que la ley se apruebe en es lapso?
Espero que salga. No puedo decir cuál va a ser el tránsito.
La reforma hay que leerla, con detenimiento. No es una cosa nueva. Hay
un proyecto presentado en el Parlamento hace seis meses.
Que en ese momento el bloque de diputados a través de su
presidente Darío Alessandro planteó que no lo iba a votar...
Está bien, pero acá vamos a discutir es si podemos
mantener algo insostenible económicamente, y vamos a poner en duda
el crédito de la Nación. Puede sonar muy duro, pero la solución
Cavallo al sistema previsional, es una solución que hizo cargar
a la actual generación todos los costos de los malos manejos que
hubo en el pasado. Han puesto un yugo a esta generación, que se
ha tenido que hacer cargo de todas las deudas del pasado. Tenemos la deuda
externa, la deuda previsional, la deuda social. Esto es lo que nos está
cargando como generación, más allá de quién
es gobierno y quién es oposición.
Supongamos que salen las medidas, por la vía que fuere, que
se hace todo lo que el gobierno dijo; eso no garantiza que vaya a haber
crecimiento.
No hay garantía absoluta de nada, pero sí hay es una
probabilidad muy alta que la Argentina vuelva a crecer. Porque con este
blindaje baja la tasa del riesgo país, porque estamos
trabajando con un nivel de déficit mayor en los primeros años,
porque esto es demanda y porque estamos generando una red de gasto social.
¿Cómo ve la gestión de este gobierno en política
social?
Nos falta avanzar no sólo en el gobierno nacional, sino en
los provinciales. El 70 por ciento del gasto social lo realizan la provincias,
no el Ministerio de Acción Social. Y de ese 30 por ciento, un gran
componente ha sido o son pensiones no contributivas. En Argentina han
fallado en instrumentar una política social que llegue a la gente.
Hemos avanzado, pero no hemos alcanzado un nivel de eficiencia muy importante.
Cada vez que hay un conflicto social lo que aparecía era ver que
entre el gobierno nacional y las provincias se echaban la culpa. Tenemos
a la clase política culpándose mutuamente. Hay que abandonar
prácticas que en el pasado han estado metidas acá. Que es
todo el clientelismo político que ha estado metido en la cuestión
social y laboral. Hay mucho para hacer, y en general tiene que ver con
que la gestión supere a la política.
¿Cómo evalúa la gestión del gobierno
nacional con todos esos condicionantes?
Mucho mejor de lo que parece. Esta es una discusión que tuve
con los gobernadores, porque una parte de sus propuestas tenía
que ver con la eliminación de los ministerios o la sustitución
de las personas que están a cargo. Y no debe ser así Una
cosa es generar una autocrítica para decir lo que tenemos que mejorar.
Y otra cosa es generar una interna. Yo he sidoclaro y se lo puse por escrito
a los gobernadores, cuando les mandé el famoso fax.
¿Cómo evalúa las acciones de Chacho Alvarez?
Me meten en un terreno que está bastante fuera de mi discusión.
No me considero capacitado para evaluar a Chacho políticamente.
El ha tomado una decisión personal, no sé cuál es
la decisión política porque realmente no lo conozco, no
he hablado con él desde que renunció. Me parece que las
cosas que se hacen en política, mientras más públicas
y más claras sean mejor. Lo digo como norma general. No conozco
a Alvarez, no le puedo decir qué me gustaría. Me parece
que Chacho tenía una propuesta económica que era muy moderna,
progresista y actual, que está muy de acuerdo con muchas cosas
que está llevando adelante el gobierno, y de hecho defendió
muchas cosas. Pero corresponde más a la gente del Frepaso contestar.
A mí me gustaría que Chacho lleve adelante lo que dijo iba
a hacer, que la Alianza crezca.
¿Cómo evalúa la gestión de su antecesor,
Rodolfo Terragno?
Creo que la principal diferencia es que él es una personalidad
política y yo no. Y él me dijo que en realidad no creía
que este fuera el lugar para que él estuviera. Ahí ya hay
una definición. Terragno estaba pensando en el 2007, en el 2010,
o en el 2003, y yo me tengo que ocupar... del miércoles que viene.
Esto marca un cambio en la gestión y una vocación para gestionar
las cosas. Creo que en el fondo Terragno se hubiese soñado como
un presidente como es De la Rúa. No le niego esa ambición
a nadie, menos a una personalidad como Terragno, pero creo que él
pensaba en eso y no en la gestión de todos los días. Yo
no tengo más aspiraciones que hacer las cosas de todos los días
y llevar adelante la política del Presidente dentro del Gabinete.
Estamos trabajando como Gabinete mucho más unidos, más cerca,
con mayor nivel de discusión junto al bloque de la Alianza.
Directorios en extinción
Por M.W. y S.M.
¿Quiere cerrar dos organismos por
semana?
La reforma del Estado tiene que continuar y esto no significa
en todos los casos reducciones de personal ni de gastos. En algunos
casos debe ser incremento de gastos para lograr un Estado más
eficiente y eficaz, como en la AFIP. En otros casos, significa la
absorción por parte de áreas del Estado de organismos
descentralizados que o están duplicados o tienen directorios
absolutamente innecesarios. El Estado gasta en sueldos de directorios
unos 25 millones de pesos. Si le sumamos secretarias y autos, esta
suma sube al doble. Y en muchos casos, esto no ayuda a una mejor
eficiencia del Estado. En muchos casos reducimos directorios para
generar ahorros en el Estado que nos permitan aplicarlos en otras
áreas. Y el criterio no es de bajar gastos, sino evitar duplicaciones
y directorios que demoran las decisiones. Por ejemplo, hemos sacado
el directorio de la Anses, que debe hacer operaciones ejecutivas,
por lo que tiene que haber una sola persona que rinda cuentas y,
si no rinde, hay que cambiarla por otra. No estamos sacando funciones.
Hay entes que son absolutamente necesarios. Hay entes creados por
ley, porque controlan una privatización.
¿Cuáles son los organismos en la mira?
Hay organismos que tienen que ver con el control que hace
el Senasa y Salud. Estoy revisando todos los entes descentralizados,
todas las áreas del Estado para evitar duplicaciones. No
pienso anunciar cuáles son todos, porque me meto en una situación
que no quiero tener. Me reservo como jefe de Gabinete ir y plantearle
al Presidente hacer la reforma del Estado de esta manera. Yo quiero
saber por qué tiene que haber un directorio tan amplio en
determinado lugar. Lo voy a analizar, lo voy a proponer y, si no
se justifica, le voy a proponer al Presidente que ese directorio
no esté más. Que estén los cargos que realmente
se necesitan. Hay toda una serie de superposiciones en el Estado
que queremos solucionar. Esto es lo que estamos estudiando y son
productos de estudios de mucho tiempo, que estaban antes bajo la
órbita del vicepresidente. Queremos implementar la reforma
del Estado y llevarla a cabo.
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36
horas
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Las cifras del paro
36 horas de parálisis
nacional.
98 por ciento de adhesión,
según Hugo Moyano.
15,4 por ciento es la
cifra del desempleo en Argentina.
40 por ciento de empleo
en negro.
34 personas detenidas
en todo el país.
Un muerto, un herido
de bala.
200 colectivos atacados.
5 empleados del ex Casino
Central de Salta en huelga de hambre.
Un record de 4000 personas
marcharon en Mar del Plata.
32 casamientos en el
Registro Civil de Uruguay 747, en Capital.
A las piñas en
bondi. Terminal de la línea 68 de colectivos en Loria al
700, Boedo. Un grupo de choferes intentaba poner los motores en
marcha y salir a trabajar, cuando ocho gremialistas de la Unión
Tranviarios Automotor (UTA) se lanzaron sobre ellos y terminaron
a las trompadas. Piña tras piña, en medio de la riña
llegó un patrullero de la comisaría 8ª, donde
terminaron demorados los gremialistas. Atentados a los medios
de transporte público, resumió el subcomisario
Enrique Contreras. Suficiente para iniciar una causa,
gruñó el policía. No fue, sin embargo, la única
agresión sufrida por esa línea. Dos hombres atacaron
a pedradas, en Juan José Paso y Bartolomé Mitre, a
uno de los colectivos que logró salir, pero terminaron presos.
Atrapados en el súper.
El supermercado Carrefour de la ciudad de Córdoba cerró
de emergencia sus puertas con candado a pesar de que había
varias decenas de clientes adentro. No era una estrategia de venta.
Fue una decisión de los directivos, alarmados por la presencia
de un grupo de integrantes de la CGT-Chacabuco que reclamaban la
salida de los empleados. Encabezados por su titular, Omar Dragún,
los sindicalistas denunciaron que los empleados habían ido
a trabajar obligados por la empresa. Los compradores atrapados recién
pudieron salir al cabo de una hora.
Miguelitos frustrados.
El Fiat 128 blanco había dado varias vueltas alrededor de
la terminal de la empresa de colectivos de la línea 50, en
la avenida Eva Perón al 7400, Mataderos. Eran las 5.30 de
la mañana. Los dos muchachos a bordo estaban esperando la
oportunidad de tirar a la salida de la estación los miguelitos
(clavos de tres puntas) que llevaban en una caja con el objetivo
de pinchar las gomas de los ómnibus. Tanto merodearon que
la policía los agarró sin demasiado esfuerzo. Terminaron
en la comisaría 42ª por averiguación de
presunta tentativa de atentado a medios de transporte.
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