Por Miguel Bonasso
El ritual de cierre fue el mismo
de los otros dos paros convocados por la CGT rebelde en este primer año
de gobierno aliancista: bombos y cánticos victoriosos de los activistas
en el auditorio de los Camioneros en la calle San José; conferencia
de prensa de Hugo Moyano, rodeado por los miembros del Consejo Directivo
y, para rematar la jornada, el festejo entre dirigentes, con un copioso
asado en el séptimo piso. Salvo que esta vez, además de
los guarismos triunfales sobre el acatamiento a la medida y la no menos
clásica apelación de Moyano al Gobierno para un diálogo
en serio, se incluyó un condimento político interesante:
la convocatoria a un Frente Nacional, Social y Productivo que podría
constituir un primer paso aún tímido en la construcción
de una fuerza política propia, diferenciada del Partido Justicialista.
Algo que muchos resisten.
Los sindicalistas suelen ser conservadores y al observador le cuesta muchas
veces percibir los cambios que se van operando por debajo de la superficie.
Así pasó ayer con la clausura de este exitoso paro de 36
horas que se celebró, como en las dos ocasiones anteriores, en
San José al 1700; el bunker del Sindicato de Camioneros.
Los periodistas más veteranos que ayer al mediodía se acercaron
al auditorio del cuarto piso podían escribir la crónica
antes de presenciar el acto: el ingreso triunfal de los miembros de la
Comisión Directiva; el líder judicial Julio Piumato operando
como bastonero mayor; el secretario del Interior Gerónimo Momo
Benegas (dirigente de los trabajadores rurales) brindando cifras entusiastas
que se acercan al 100 por 100 de acatamiento; la exposición cauta
de Moyano y los inevitables chispazos en las preguntas y respuestas
con algunos cronistas decididos a sacarlo de las casillas.
Y así fue en este caso el desarrollo de la rueda de prensa, sólo
que con algunos matices interesantes, entre los que sobresalió
la convocatoria (leída por Piumato) para el Frente Nacional, Social
y Productivo, que se describe como instrumento indispensable en
la construcción del poder social y político requerido para
cambiar el actual modelo neoliberal por un modelo de desarrollo sustentable
con justicia social. Iniciativa que uno de los dirigentes del presidium
definió off the record como un primer paso hacia la
diferenciación con el Partido Justicialista.
Por ahora esta propuesta de alianza con empresarios, productores rurales,
comerciantes y profesionales estuvo presente en todas las intervenciones
y fue bendecido desde la Pastoral Social de la Iglesia, por Guillermo
García Calienda, mano derecha de monseñor Raúl Primatesta,
que ocupó el presidium con los dirigentes del MTA.
La convocatoria a un gran frente contra el verdadero enemigo
fue explicitada luego por un Moyano que ha madurado en estos meses de
protagonismo. Varias veces reiteró que el Gobierno no es
el enemigo y apeló a la comprensión de los gobernantes
para percibir este paro, no como un éxito del sindicalismo sino
como la respuesta angustiada de una sociedad que no resiste más
el modelo neoliberal. El Gobierno dijo debería
llamar el próximo lunes a los actores sociales: a los empresarios,
a los productores, a los profesionales, a los trabajadores, para lograr
una concertación. Para ver cómo salimos de esta crisis entre
todos.
La barra, compuesta por los mismos muchachos de camioneros
que anteayer cocinaron el guiso para las ollas populares, pautaban la
reunión con bombos, tamboriles y duras consignas contra Fernando
de la Rúa.
En la sesión de preguntas y respuestas, Moyano descalificó
a Patricia Bullrich como única interlocutora del diálogo,
por su falta de experiencia, pero reiteró su disposición
a bajar los decibeles del enfrentamiento con una metáfora deportiva:
Es como en el box, uno se pelea, pero cuando termina el encuentro,
le da la mano al adversario. No se enojó tampoco, cuando
le recordaron que un semanario lo acusaba de viajar a Europa con su esposa
y su hijo después de hacer la huelga por losdesposeídos.
Explicó que iba como invitado de la Federación Internacional
de Gremios del Transporte y cuando el cronista subrayó que lo hacía
en clase ejecutiva, replicó: Si te pagan el pasaje,
¿vas a elegir viajar en el baúl?.
En el diálogo con los periodistas, el ex secretario general de
la CGT Saúl Ubaldini salió como diputado del justicialismo
a defender a su jefe de bloque, Humberto Roggero, agredido al salir del
Congreso por manifestantes que, según el cervecero, no eran del
gremio de camioneros. Esa defensa y otros indicios, como la presencia
en el asado final de José María Díaz Bancalari ex
secretario de gobierno de Eduardo Duhalde le recordaron al cronista
que el camino hacia una posible emancipación política de
los sindicalistas rebeldes aún dista de ser una realidad.
PATRICIA
BULLRICH CREE QUE EL GOBIERNO TAMBIEN GANO
Marcamos nuestra autoridad
Tras una semana de discusiones
con gremialistas acostumbrados a pelear, la actual ministra de Trabajo,
Patricia Bullrich, ratificó las dotes por las que Fernando de la
Rúa la sumó a su gabinete. En diálogo con Página/12
demostró esas virtudes: verborrágica, frontal y aun sin
contar con los mejores argumentos, tuvo una mirada positiva en medio de
la mayor ofensiva que enfrentó el Gobierno. Tuvimos una actitud
de autoridad, dice.
¿Cómo evalúa la huelga?
Logramos marcar claramente la autoridad del Gobierno. ¿Cuál
era el marco de los días previos al paro? Un clima de amedrentamiento
donde la gente tenía temor a concurrir a trabajar. Si esto seguía
así, íbamos a decretar la ilegalidad de la medida. Esto
facilitó que las movilizaciones del jueves fueran tranquilas, aunque
no fueron masivas. Que la protesta haya sido pacífica generó
un clima positivo para el Gobierno. Luego de esto vino lo previsible,
un típico paro de fin de semana.
¿El Gobierno no contribuyó a difundir ese temor?
El clima de temor se produjo por los 270 colectivos que fueron atacados,
además de los que no pudieron salir por amedrentamientos.
¿Qué nivel de acatamiento tuvo la medida?
Yo no sé cómo se mide el acatamiento cuando mucha
gente no pudo ir a trabajar por la falta de transporte. La única
forma sería realizar una encuesta donde cada uno pueda expresar
su opinión sobre el paro y si en condiciones normales hubiera trabajado
o no.
Pensar que la gente no fue a trabajar sólo por la falta de
transporte es cuando menos una opinión subjetiva.
Sí. Acá lo importante es medir la voluntad de la gente.
Acatar significa adherir voluntariamente, cosa que en esta ocasión
no se puede medir por la falta de transporte. Sabemos que hoy fue como
un día feriado.
¿Cuáles son las cifras objetivas de la gente que fue
a trabajar?
No tenemos medición. No sé cuánta gente trabaja
en un día feriado.
Usted sostuvo que desde mañana iniciará una ronda
de diálogo con los sindicalistas. ¿Qué características
tendrá?
Cualquier diálogo significa no sólo generar nuevos
consensos, sino también acordar una agenda de discusión.
La convertibilidad no se toca y no discutiremos propuestas que vayan en
contra de esto. La Argentina se compromete a pagar la deuda externa y
no revisaremos esta posición. En este marco los ministerios de
Trabajo y Economía van a trabajar juntos.
¿Esto significa que la política de su ministerio se
supeditará al cumplimiento de las pautas económicas?
Eso significa que se tienen que cumplir políticas contra
el desempleo y mantener la política económica respecto del
déficit fiscal. Política que merced al blindaje financiero
permitirá un cierto crecimiento del déficit. Nuestra cartera
tiene programas de empleos y políticas de crecimiento que son independientes.
Daer dijo que con la masiva adhesión al paro la gente volvió
a votar y lo hizo contra el actual modelo económico.
Los sindicalistas interpretan la política de una manera muy
particular. No sé si pueden hacer una afirmación como ésa.
El voto es algo más profundo. ¿Esto quiere decir que también
tiene que haber cambios en todos los gabinetes provinciales? No me parece
una propuesta discutible.
No se le escapa que el apoyo masivo que tuvo el paro fue por un
fuerte descontento con la actual política económica.
No nos anoticiamos del descontento por el paro. Hubo una crisis
política importante y tuvimos que pedir ayuda financiera. A los
sindicalistas les diría que hay que construir una base racional
para el diálogo.
Rodolfo
Daer pide un Gran Acuerdo Nacional
Se
debe formar una nueva Alianza
A pesar de que su sector fue
el único que concurrió a la Casa Rosada para fotografiarse
con el gobierno de Fernando de la Rúa antes del tratamiento de
la reforma laboral, Rodolfo Daer sostiene que ayer el pueblo votó
contra la política económica. En diálogo con Página/12,
no menciona al neoliberalismo, pero reclama que se debe formar una nueva
Alianza para terminar con la recesión.
¿Cuál es su análisis de la huelga?
Me parece que el pueblo trabajador se manifestó en paz y
sin piquetes. Hace un año el pueblo votó por cambiar la
política económica y social; ayer el pueblo votó
nuevamente y lo hizo contra la privatización de la educación,
de las obras sociales, del sistema de salud y de la seguridad social.
¿El actual modelo económico es la continuidad del
neoliberalismo instaurado por Carlos Menem?
Así como Raúl Alfonsín garantizó la
democracia, Carlos Menem realizó la reforma económica. Se
esperaba que De la Rúa realizara cambios que terminen con una política
de neto corte recesivo.
El Gobierno sostuvo que va a iniciar un diálogo con los gremios.
¿Van a concurrir, teniendo en cuenta que ya anunciaron una nueva
huelga para diciembre?
Nosotros no queremos un diálogo de sordos, ni de oportunistas.
En la agenda de discusión tienen que estar contemplados la creación
de empleos, un sistema solidario para las obras sociales. El Gobierno
debe devolver los 500 millones de pesos que le debe a las Obras Sociales.
Se debe convocar a un Gran Acuerdo Nacional y formar una nueva Alianza.
¿Una nueva alianza para gobernar?
Una alianza con los actores sociales que fortalezca las políticas
de empleo. Como lo plantea la OIT. No se puede seguir devaluando al pueblo.
¿La propuesta del paro para diciembre está vigente?
Nosotros hemos aprobado un plan de lucha. A fin de noviembre realizaremos
una marcha frente al Ministerio de Economía y de realizarse por
decreto la reforma previsional convocaremos a otro paro en diciembre.
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