Por Alfredo Zaiat
De alguna forma, José
Luis Machinea hizo ayer un mea culpa. Después de insistir empecinadamente
durante largos once meses en ajustar las cuentas fiscales pensando que
así se podía precipitar el círculo virtuoso de crecimiento,
la revisión del Presupuesto 2001 que presentó en la quinta
de Olivos flexibiliza las metas de déficit con el objetivo de aflojar
la soga que estaba asfixiando la economía y también su gestión.
La meta del desequilibrio de las cuentas públicas se amplía
así a 7000 millones de pesos, que al incluir al Banco Central se
reduce a 6500 millones. Ahora el horizonte es sacar a la economía
del estancamiento y del riesgo de la depresión, que convoca el
padecimiento de 27 meses de recesión.
Pero esa elasticidad fiscal que el equipo económico pudo arrancar
al FMI, cuya misión para cerrar el blindaje financiero empieza
a llegar hoy al país, no la consiguió con la estimación
de crecimiento: en el nuevo proyecto se prevé un aumento del Producto
de apenas 2,5 por ciento real. También se incluirá un aumento
de 500 millones para atender gastos sociales y obras de infraestructura;
se mantendrá el subsidio a los combustibles en la Patagonia y el
Fondo Especial del Tabaco; y se incluye la baja de impuestos a la producción.
Todos esos retoques entusiasmaron a Machinea, que en forma exagerada definió
el remozado Presupuesto 2001 como progresista.
Los auditores del FMI dieron una mano para aflojar las metas fiscales
pero mantuvieron una posición rígida respecto a la poco
exaltada proyección de crecimiento. El equipo económico
intentó convencer al cuerpo de burócratas del Fondo que
lidera la italiana Teresa Ter Minassian, quien arribará el miércoles
a Buenos Aires, de mostrar una tasa de variación del PBI más
elevada. Uno de los funcionarios que participó de esa negociación
reveló a Página/12 que el FMI modificó su visión,
en línea con otros analistas de la city, que el ajuste no trae
crecimiento, y que primero hay que crecer para poder cerrar la brecha
fiscal. Pero a cambio el Fondo exigió ser muy conservador
en el pronóstico de aumento del Producto, explicó,
para luego lamentarse que de esa forma nos quitó una herramienta
para inducir un clima más positivo entre empresarios y consumidores.
Tuvimos que aceptar, sino no conseguíamos el blindaje financiero
para evitar caer en cesación de pagos, se confesó
uno de los más estrechos colaboradores de Machinea.
De los 2200 millones en que se incrementará el déficit respecto
del proyecto original de Presupuesto, 1700 millones tienen que ver con
menores ingresos (baja de impuestos y menor crecimiento) y 500 millones
con un aumento de las partidas del gasto social (275 millones) y de infraestructura
(el resto).
Otro de los puntos polémicos era el PAMI. Economía pretendía
incorporar al Presupuesto la obra social de los jubilados, racionalizar
su personal y establecer un esquema de gerenciadoras, en línea
con el proyecto impulsado por el Banco Mundial. Luego de que Página/12
informara hace dos lunes la amenaza de la intervención del PAMI
de renunciar si se seguía avanzando en esa propuesta, se abrió
una instancia de negociación que derivó en el siguiente
laudo:
El PAMI quedó excluido
del Presupuesto 2001.
Se mantiene la reducción
de ingresos prevista inicialmente en alrededor de 40 millones de pesos.
El Tesoro sólo aportará
79 millones de pesos por el pago de los servicios de la deuda del PAMI.
Ese será la única
contribución. El PAMI va a funcionar con sus ingresos,
afirmó Machinea.
El ministro, acompañado por el senador Jorge Agundez, el presidente
del bloque de diputados radicales, Horacio Pernasetti, y el titular de
la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja,
Raúl Baglini, seesperanzó en que pasado mañana comience
en Diputados el tratamiento del proyecto del Presupuesto. En la iniciativa
se mantiene, además, la reforma del Estado, que obligará
a las distintas dependencias del Estado a presentar un programa de reestructuración
antes de abril del año que viene. Machinea precisó que el
Presupuesto incorpora el acuerdo con las provincias, que implica una transferencia
de recursos de 1364 millones de pesos durante el año que viene.
Así, va completando las exigencias (Presupuesto, desregulación
de obras sociales, reforma previsional y acuerdo fiscal con las provincias)
para poder obtener el blindaje financiero. Todo sea para mantener en calma
a las fieras de la city.
Las modificaciones
del Frepaso
El viernes por la noche, los diputados del Frepaso José
Vitar y Rodolfo Rodil terminaron de cerrar junto al equipo económico
las modificaciones al proyecto de Presupuesto que el Ejecutivo enviará
al Congreso. En total, lograron aumentar en 600 millones los fondos
para ayuda social y políticas reactivadoras. Junto al ministro
de Economía, José Luis Machinea, el secretario de
Hacienda, Mario Vicens, y los diputados radicales Jesús Rodríguez
y Horacio Pernasetti, los diputados del Frepaso lograron incluir
algunas modificaciones y se comprometieron a apoyar el Presupuesto.
Según explicaban ayer, las principales serán las siguientes.
Un refuerzo a los programas
de Desarrollo Social Solidaridad, Redes, agua potable y el
Plan Social Agropecuario de 65 millones de pesos.
La reposición
del Fondo del Tabaco, que el Ejecutivo quería derogar y que
finalmente se mantendrá en 186 millones de pesos.
La reposición
de los subsidios al gas y combustible de la Patagonia por 75 millones.
El plan de pequeña
obra pública para las provincias afectadas por las inundaciones,
que llegará a 120 millones de pesos.
La confirmación
de que, tal como se acordó con los gobernadores, se incluirá
un fondo especial a las provincias para ayuda social por 225 millones.
La creación de
un programa especial de lucha contra el contrabando y la evasión.
De lo producido por este programa, el total se destinará
a la eliminación de impuestos distorsivos sobre las economías
regionales.
La exclusión del
artículo 58, que preveía la derogación de algunos
convenios colectivos de diferentes sectores de la administración
pública.
Con estas modificaciones, el Frepaso comprometió su apoyo
al proyecto de Presupuesto para el año que viene elaborado
por el Ejecutivo, que será girado el martes a la Cámara
de Diputados y que la Alianza quiere aprobar ese mismo día.
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