Sin modificar un ápice
sus argumentos, con la resaca del paro de 36 horas a cuestas, el Gobierno
volvió a la carga contra los sindicalistas que propiciaron y ejecutaron
la tercera huelga general en lo que va del mandato de la Alianza. No obstante,
el presidente Fernando de la Rúa puso en su boca la convocatoria
a las tres centrales sindicales a un diálogo serio y transparente.
Lo hizo tras ratificar el rumbo económico que adoptó su
administración.
Desde temprano, ayer se escucharon las disonantes voces de los sectores
en pugna: Gobierno, por un lado, sindicalismo, por otro y el peronismo,
como convidado culposo en la discusión. Aunque una
de sus voces, la de Carlos Menem, sonó como blindada a las críticas
y a su propia historia, y por primera vez en diez años dijo que
un paro (el que terminó ayer a las 0 horas) fue exitoso.
A continuación, las principales voces en la evaluación posparo:
Fernando de la Rúa:
El Presidente reiteró que la gente no quiere, rechaza y repudia
el paro, que se hizo sobre la presión y la amenaza, pero
reiteró su convocatoria a un diálogo serio y transparente
con los sindicalistas.
Julio Piumato: El secretario
general del gremio de los judiciales y secretario de prensa de la CGT
disidente acusó ayer al Gobierno de tener una visión
autista de la realidad económica y social del país
y rechazó las declaraciones de miembros del Poder Ejecutivo que
señalaron que el paro nacional de 36 horas no sirvió
para cambiar nada. El paro sirvió porque el pueblo argentino
ha hecho un plebiscito contundente contra este modelo económico,
dijo. Y agregó que entre el lunes y el miércoles llega
Teresa Ter Minassian y el Gobierno debe hacer buena letra. Evidentemente,
esa es la opción que ha tomado ante el Fondo Monetario Internacional
(FMI). Rechazamos esa visión autista de ver la realidad desde adentro
de una probeta y no tomar nota de los mensajes que está enviando
el pueblo.
Federico Storani: El
ministro del Interior insistió en que los sindicalistas incurrieron
en casi una apología del delito al distribuir previamente
el cronograma de corte de rutas, y sostuvo que es evidente que no
se puede medir el nivel de acatamiento del paro si existen medidas de
violencia que impiden que la gente llegue a sus trabajos.
Patricia Bullrich: El
paro no sirvió, dijo la ministra de Trabajo, porque
si era para abrirle los ojos, el Gobierno sabe qué está
pasando en el país y no va a cambiar el modelo económico
porque cree que el actual es el camino correcto.
Graciela Fernández
Meijide: Al paro hay que medirlo como una expresión de
la molestia que existe y que hay que reconocer, porque no hacerlo sería
absurdo. Hay que reconocer la molestia y la angustia de la gente de llevar
más de tres años en recesión. Pero no me parece a
mí que alguien crea que la solución va a venir de la boca
de Hugo Moyano, de Rodolfo Daer o de algunos de ellos. Tengo la impresión
de que la gente no espera que la solución venga de ahí.
Darío Alessandro:
El paro no ayuda a solucionar los problemas que tenemos los
argentinos, que evidentemente existen, porque hay gente que no la está
pasando nada bien. Me parece que a partir de ahora tiene que haber una
convocatoria de verdad a aquellos que quieren que la Argentina salga a
flote, dijo el jefe de diputados de la Alianza.
Alicia Castro: La diputada
del Frepaso sostuvo que el paro demostró que hay una demanda
social insatisfecha masiva que convoca al Gobierno a recuperar el rol
de mediación entre las demandas del mercado y las de la sociedad.
La Alianza no está cumpliendo los objetivos que se fijó
con el contrato que hizo con la sociedad expresado en la Carta a los Argentinos.
Carlos Menem: Hace unos
días, el ex presidente había sacado a relucir la misma teoría
que usaba cada vez que durante su gobierno se venía una medida
de fuerza: Los paros no sirven para nada. Sin embargo, ayer
Menem cambió de idea y aseguró que el paro realizado el
jueves y el viernes fue exitoso. Por suerte no hubo
que lamentar incidentes, agregó.
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