Por Pablo Rodríguez
Es muy lindo ver a la familia
unida. Sobre todo si esa familia es un país entero. Y es muy bonito,
también, ver cómo los que siempre fueron hoscos a hacer
las paces deponen su actitud. Anteayer por la noche, la Iglesia Católica
organizó la Liturgia por el Perdón por los pecados
de los hijos de la Iglesia durante la última dictadura. Y
el más hosco a pedir perdón, el ex dictador chileno Augusto
Pinochet, parece que se sensibilizó por el llamado de la Iglesia
o bien porque al día siguiente, o sea ayer, cumplía sus
85 años. En todo caso, Pinochet envió una carta al arzobispo
de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz, donde
dijo adherir a este acto como un católico, apostólico
y romano y pienso con dolor en el sufrimiento que tienen y han tenido
tantos chilenos. También mandó otro mensaje, éste
grabado en video, a las 1500 personas que esa misma noche del viernes
festejaron por anticipado su cumpleaños: Acepto, como ex
presidente de la República, todos los hechos que dicen haber cometido
el Ejército y las Fuerzas Armadas. La Iglesia valoró
el gesto de Pinochet y el gobierno valoró el gesto de la Iglesia,
que también pidió perdón. Pero siempre hay díscolos
que no comprenden lo que es la reconciliación.
No estoy de acuerdo que aquí en Chile se llamen errores los
que fueron crímenes contra la humanidad. Estamos llenos de errores,
pero una cosa es el error y otra cosa es el crimen, expresó
la díscola secretaria general del Partido Comunista chileno, Gladys
Marín, en un discurso improvisado en la Plaza de Armas de Santiago,
cerca del Palacio presidencial de La Moneda. Ante un centenar de personas,
Marín instó a la Justicia a seguir el camino correcto
y procesar a Pinochet y calificó el gesto del ex dictador
como estrategia comunicacional. Otra díscola, la presidenta
de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Mireya
García, también dijo en ese mismo acto que el perdón
por las omisiones y pecados cometidos es un tema que forma parte de la
doctrina de la Iglesia, pero el tema de los delitos y crímenes
relacionados con violaciones a los derechos humanos tiene que ver con
la Justicia. Los 100 díscolos fueron luego a protestar frente
a la Catedral, lanzaron huevazos a su frontis y terminaron reprimidos
por los carabineros: tres heridos y 12 detenidos.
El gran gesto de reconciliación fue organizado por la Iglesia Católica.
En su homilía, monseñor Errázuriz instó a
tener voluntad de arrepentirse y perdonar. Pinochet, como
sigue estando muy enfermo o simplemente porque estaba preparando su fiestita
de cumpleaños, se limitó a enviar una carta a Errázuriz
diciendo que adhería al acto como un católico, apostólico
y romano y pienso con dolor en el sufrimiento que tienen y han tenido
tantos chilenos. El padre Joaquín Alliende, vicepresidente
de la Comisión Jubileo, dijo que éste es un gesto
que la Iglesia valora y respeta, porque el ex dictador sabía
que se iba a pedir perdón por las faltas en la Liturgia por
el Perdón. Por eso, este paso de Pinochet tiene que ser ponderado
por los responsables del país y también por aquellos que
sufrieron las consecuencias de los excesos del gobierno militar.
La Liturgia por el Perdón contó con la asistencia del presidente
Lagos, sus ministros, algunos parlamentarios y autoridades militares,
judiciales y religiosas. Además de Pinochet, la Iglesia pidió
perdón porque algunos de sus hijos, en tensas y difíciles
circunstancias, muchas veces usaron arbitrariamente el poder y no respetaron
el derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad.
En esto se detuvo Lagos: según el presidente, lo de la Iglesia
Católica es un acto de gran valentía, por lo
que atrevámonos a dar los pasos necesarios para que, sin
olvidar lo que ocurrió, entendiendo que hay que atreverse a reconocer
la verdad y hacer justicia, avancemos por un camino en que la patria nos
reencuentre a todos.
Aunque no aclaró qué significa dar un paso más, los
medios chilenos ya especulan con que lo que está avanzando es algún
freno a los juicios contra los militares acusados de violaciones a los
derechos humanos durante la dictadura (1973-1990). En una editorial, el
diario La Tercera interpretó que éste el primer paso
en la búsqueda de una solución global para el tema de los
derechos humanos y añadió que varios sectores reconocen
que una opción que se baraja es una salida política para
los casos cubiertos por la Ley de Amnistía, que rige entre
1973 y 1978. Al respecto, el analista político y director de la
Radio Bío Bío, Tomás Mosciatti, dijo que el gobierno,
las Fuerzas Armadas y el Poder Judicial están negociando
una salida al asunto, lo que dejaría sin casos al juez Juan Guzmán,
que tiene a su cargo las casi 200 querellas criminales contra Pinochet
y que ordenó exámenes médicos que lo podrían
eximir al ex dictador de un juicio para el que ya le fueron retirados
sus fueros como senador vitalicio. Y para los delitos posteriores a 1978,
se estaría buscando el camino de justicia con clemencia,
tal como han adelantando en días pasados algunas autoridades de
gobierno.
No hay nada más lindo que la familia unida. Y reconciliada.
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