Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


No hay nada más lindo que la
familia (chilena) unida y reconciliada

Augusto Pinochet aceptó �los hechos que dicen que se cometieron en mi gobierno�. La Iglesia Católica organizó una Liturgia por el Perdón. El gobierno estudia una �salida política� a los juicios a los militares.

Viernes a la noche: el presidente Ricardo Lagos en la Liturgia por el Perdón en la Catedral de Santiago.

Por Pablo Rodríguez

Es muy lindo ver a la familia unida. Sobre todo si esa familia es un país entero. Y es muy bonito, también, ver cómo los que siempre fueron hoscos a hacer las paces deponen su actitud. Anteayer por la noche, la Iglesia Católica organizó la Liturgia por el Perdón por “los pecados de los hijos de la Iglesia” durante la última dictadura. Y el más hosco a pedir perdón, el ex dictador chileno Augusto Pinochet, parece que se sensibilizó por el llamado de la Iglesia o bien porque al día siguiente, o sea ayer, cumplía sus 85 años. En todo caso, Pinochet envió una carta al arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz, donde dijo adherir “a este acto como un católico, apostólico y romano y pienso con dolor en el sufrimiento que tienen y han tenido tantos chilenos”. También mandó otro mensaje, éste grabado en video, a las 1500 personas que esa misma noche del viernes festejaron por anticipado su cumpleaños: “Acepto, como ex presidente de la República, todos los hechos que dicen haber cometido el Ejército y las Fuerzas Armadas”. La Iglesia valoró el gesto de Pinochet y el gobierno valoró el gesto de la Iglesia, que también pidió perdón. Pero siempre hay díscolos que no comprenden lo que es “la reconciliación”.
“No estoy de acuerdo que aquí en Chile se llamen errores los que fueron crímenes contra la humanidad. Estamos llenos de errores, pero una cosa es el error y otra cosa es el crimen”, expresó la díscola secretaria general del Partido Comunista chileno, Gladys Marín, en un discurso improvisado en la Plaza de Armas de Santiago, cerca del Palacio presidencial de La Moneda. Ante un centenar de personas, Marín instó a la Justicia a seguir “el camino correcto y procesar a Pinochet” y calificó el gesto del ex dictador como “estrategia comunicacional”. Otra díscola, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Mireya García, también dijo en ese mismo acto que “el perdón por las omisiones y pecados cometidos es un tema que forma parte de la doctrina de la Iglesia, pero el tema de los delitos y crímenes relacionados con violaciones a los derechos humanos tiene que ver con la Justicia”. Los 100 díscolos fueron luego a protestar frente a la Catedral, lanzaron huevazos a su frontis y terminaron reprimidos por los carabineros: tres heridos y 12 detenidos.
El gran gesto de reconciliación fue organizado por la Iglesia Católica. En su homilía, monseñor Errázuriz instó a tener “voluntad de arrepentirse y perdonar”. Pinochet, como sigue estando muy enfermo o simplemente porque estaba preparando su fiestita de cumpleaños, se limitó a enviar una carta a Errázuriz diciendo que adhería al acto “como un católico, apostólico y romano y pienso con dolor en el sufrimiento que tienen y han tenido tantos chilenos”. El padre Joaquín Alliende, vicepresidente de la Comisión Jubileo, dijo que éste es “un gesto que la Iglesia valora y respeta”, porque el ex dictador “sabía que se iba a pedir perdón por las faltas” en la Liturgia por el Perdón. Por eso, este paso de Pinochet “tiene que ser ponderado por los responsables del país y también por aquellos que sufrieron las consecuencias de los excesos del gobierno militar”.
La Liturgia por el Perdón contó con la asistencia del presidente Lagos, sus ministros, algunos parlamentarios y autoridades militares, judiciales y religiosas. Además de Pinochet, la Iglesia pidió perdón “porque algunos de sus hijos, en tensas y difíciles circunstancias, muchas veces usaron arbitrariamente el poder y no respetaron el derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad”. En esto se detuvo Lagos: según el presidente, lo de la Iglesia Católica es un acto de “gran valentía”, por lo que “atrevámonos a dar los pasos necesarios para que, sin olvidar lo que ocurrió, entendiendo que hay que atreverse a reconocer la verdad y hacer justicia, avancemos por un camino en que la patria nos reencuentre a todos”.
Aunque no aclaró qué significa dar un paso más, los medios chilenos ya especulan con que lo que está avanzando es algún freno a los juicios contra los militares acusados de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura (1973-1990). En una editorial, el diario La Tercera interpretó que “éste el primer paso en la búsqueda de una solución global para el tema de los derechos humanos” y añadió que varios sectores “reconocen que una opción que se baraja es una salida política para los casos cubiertos por la Ley de Amnistía”, que rige entre 1973 y 1978. Al respecto, el analista político y director de la Radio Bío Bío, Tomás Mosciatti, dijo que el gobierno, las Fuerzas Armadas y el Poder Judicial están “negociando” una salida al asunto, lo que dejaría sin casos al juez Juan Guzmán, que tiene a su cargo las casi 200 querellas criminales contra Pinochet y que ordenó exámenes médicos que lo podrían eximir al ex dictador de un juicio para el que ya le fueron retirados sus fueros como senador vitalicio. Y para los delitos posteriores a 1978, se estaría buscando el camino de “justicia con clemencia”, tal como han adelantando en días pasados algunas autoridades de gobierno.
No hay nada más lindo que la familia unida. Y reconciliada.

 

 

KIOSCO12

PRINCIPAL