Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


LOS EXPERTOS DISCUTEN EL FUTURO DE PERU TRAS FUJIMORI-MONTESINOS
Los militares quedarán a pan y agua

La inauguración del nuevo gobierno de Valentín Paniagua deja un interrogante clave: cómo se hará para desmontar el formidable aparato fujimontesinista en las FF.AA. Aquí opinan cuatro expertos.

Dos hombres disfrazados de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos en una “cárcel” rodante.

Por Carlos Noriega
Desde Lima

Las relaciones entre el nuevo gobierno democrático y el poder militar, que tuvo un rol protagónico en la negra década fujimorista, serán un tema clave en la transición que se ha iniciado en el Perú. Desmontar el aparato de la corrupción organizado por el ahora prófugo Vladimiro Montesinos, que tiene en las Fuerzas Armadas uno de sus centros neurálgicos, será la tarea más urgente del nuevo presidente Valentín Paniagua. Tres analistas políticos y un general en retiro consultados por Página/12 coincidieron en que esa tarea se presenta más sencilla de lo que podría parecer.
“Montesinos los ha dejado tan debilitados que en este momento los militares no tienen ninguna capacidad de maniobra para defender su poder. Si intentaran un golpe nadie los seguiría, ni siquiera sus propias tropas. Si el gobierno quiere sacar a los montesinistas, los saca en dos minutos y no pasa nada”, señala Fernando Rospigliosi, columnista de la revista Caretas. Santiago Pedraglio, columnista del diario Gestión, coincide con este análisis: “Las muestras evidentes de corrupción de Montesinos y la huida de Fujimori han afectado de manera muy considerable la imagen de la cúpula militar y su situación es muy débil. Es evidente que todavía quedan rezagos importantes del poder de Montesinos, pero el nuevo gobierno tiene la capacidad de reordenar las cosas. Los militares van a tener muy poca capacidad de maniobra”. Otra voz que apunta en el mismo sentido es la del sociólogo Fernando Tuesta: “Es un tema complicado, pero hay elementos que indican que puede resolverse, algo que era impensable hace sólo algunos meses. De un lado hay una gran legitimidad y credibilidad del nuevo gobierno, y por el otro lado hay una debilidad de la cúpula que va perdiendo su red de control. El gobierno está en condiciones de actuar y los militares no tienen ninguna capacidad de evitarlo”. El análisis del general en retiro Daniel Mora está en la misma línea. “El proceso de desmantelamiento de la influencia de Montesinos en las FF.AA. va a ser rápido. No creo que se produzca ninguna reacción si los oficiales montesinistas son separados de las FF.AA.”, pronostica Mora.
Las condiciones políticas están dadas para que el nuevo gobierno se desembarace de la pesada herencia que Montesinos deja al interior de los cuarteles. ¿Pero lo hará? Tuesta responde: “Se abre la posibilidad de que lo haga, pero eso dependerá de la voluntad política que se tenga”. Sobre esto, Rospigliosi no oculta sus dudas: “No sé si lo harán porque los civiles nunca han sabido manejar a las FF.AA. y tal vez se vuelvan a equivocar. Lo único que tienen a su favor las FF.AA. es el miedo de los políticos, siempre han jugado con eso, no sé si esta vez les vuelva a dar resultados”.
Las decisiones que el nuevo gobierno tome frente a los ascensos militares que el régimen de Alberto Fujimori aprobó en uno de sus últimos actos de gobierno y ante los irregulares pases a retiro digitados por Montesinos en setiembre último, para deshacerse de algunos generales que podían ser un obstáculo para mantener su control sobre las FF.AA., serán un termómetro de su voluntad política para desmantelar a la mafia montesinista. Para el general Mora, el nuevo gobierno “tiene que hacer una evaluación muy cuidadosa de esos ascensos, porque la promoción de Montesinos se ha encargado de dejar todo listo para asegurarse su relevo por oficiales montesinistas. También se debe reponer a los generales pasados irregularmente a retiro en setiembre. Creo que el general (Carlos) Tafur (uno de los pasados a retiro por orden de Montesinos) es el indicado para conducir este proceso de reinstitucionalización de las FF.AA.”. Luego de la década fujimontesinista y su herencia de corrupción y violaciones a los derechos humanos, existe una demanda generalizada por sancionar a los implicados en la red de corrupción. Paralelamente está ganando terreno la exigencia de la formación de una Comisión de la Verdad que investigue esas violaciones a los derechos humanos. Tuesta aborda el tema con prudencia: “Se tiene que ir poco a poco. Primero se debe dar de baja a los oficiales corruptos y luego, cuando estén sin capacidad de generar un nuevo poder, puede ser el momento de procesarlos judicialmente por corrupción”. Pedraglio apunta en el mismo sentido: “Los juicios por corrupción son algo más complicado, probablemente habrá que concentrarse en los casos más escandalosos. Me parece difícil abrir una investigación y juicio a 40 o 50 oficiales”. En el tema de las violaciones a los derechos las responsabilidades se remontan 20 años atrás cuando se inició la guerra sucia contra la subversión armada y, por lo tanto, cualquier investigación tiene una alta carga de conflicto con los militares. “En el caso de investigaciones sobre DD.HH. sí podría haber una reacción de cuerpo en las FF.AA. Hay que diferenciar los casos de violaciones a los DD.HH. que se produjeron en la década de los 80 en el marco de la lucha contrasubversiva y que comprometen a las FF.AA. como institución, y los que cometió en los años 90 el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) que dirigía Montesinos. Estos últimos van a ser más fáciles de investigar y sancionar. La gente vinculada al Grupo Colina (escuadrón de la muerte formado por Montesinos) va a caer de seguro, ellos no tienen salvación”, señala Rospigliosi. “El tema de los DD.HH. es muy sensible para los militares y en eso no sólo están comprometidos los montesinistas. Hay casos emblemáticos, como los de La Cantuta y Barrios Altos (cometidos por el Grupo Colina) en los que tiene que llegarse hasta el final”, opina Pedraglio. El general Mora se opone rotundamente a cualquier investigación en materia de derechos humanos que pueda llevar a algunos de su ex camaradas de armas ante los tribunales de Justicia: “No me parece adecuado formar una Comisión de la Verdad en este momento de transición. Abrir investigaciones podría causar problemas con las FF.AA. porque esos excesos se cometieron en el marco de la lucha contrasubversiva. Si esto se hace, va a haber reacciones de todo tipo. Lo que sí debe investigarse y sancionarse son los crímenes que se cometieron al margen de esa lucha contrasubversiva”.

 


 

AYER ENTRO EN FUNCIONES EL GOBIERNO DE TRANSICION
Todos los hombres de Paniagua

Por C. N.

Tres días después de que Paniagua asumiera la presidencia de la república, ayer juramentó el nuevo gabinete que encabeza el ex secretario general de las naciones Unidas, Javier Pérez de Cuellar. Un ministerio clave es el de Defensa, que deberá llevar adelante la reinstitucionalización de las Fuerzas Armadas y el desmantelamiento de la estructura de poder creada por Vladimiro Montesinos en los cuarteles. El cargo lo asume el general en retiro Walter Ledesma, un hombre muy cercano a Pérez de Cuellar. Ledesma fue pasado a retiro antes de tiempo en 1994, por ser considerado un obstáculo en los planes de Montesinos para copar al ejército. Luego de su salida del ejército, Ledesma pasó a la política de la mano de Pérez de Cuellar y se postuló sin éxito al Congreso en las elecciones de 1995.
En el Ministerio del Interior ha sido nombrado el general en retiro de la policía Ketín Vidal, quien saltó a la fama cuando apareció dirigiendo la captura del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán. En el Ministerio de Economía fue confirmado el economista Javier Silva Ruete, quien ya ejerció ese cargo a fines de la década de los setenta durante el gobierno militar del general Francisco Morales Bermúdez. El jurista Diego García Sayán fue designado ministro de Justicia. De esta cartera depende la oficina del procurador José Ugaz, que investiga los delitos cometidos por Montesinos.
El único militante de Acción Popular, el partido centroderechista al que pertenece Paniagua, que ha llegado al gabinete es Juan Incháustegui, que estará al frente del Ministerio de la Presidencia. Marcial Rubio, que como representante de la sociedad civil integraba la comisión encargada de desactivar el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), asume la cartera de Educación. La ex directora ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos Susana Villarán estará al frente del Ministerio de la Mujer. Es la única mujer del gabinete.

 

 

KIOSCO12

PRINCIPAL