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Boca hizo una práctica auténticamente japonesa

Con ex-jugadores de la Selección nipona, Bianchi organizó un ensayo de fútbol que los titulares ganaron 4-1 con tres tantos de Palermo. Riquelme anduvo bien, y el entrenador insistió con tres volantes defensivos.

Riquelme supera a uno de los dos defensores japoneses que participaron de la práctica, ayer en el estadio Tama.

Carlos Bianchi está tranquilo. El once que pretende ser titular se probó exitosamente en la práctica de fútbol que realizó ayer en Japón, y se confirma que habrá tres volantes defensivos –Battaglia, Serna, Traverso– en esa formación inicial que, salvo inconvenientes de último momento, saldrá pasado mañana al campo del Estadio Nacional de Tokio para enfrentar al Real Madrid. Esa formación le ganó ayer 4-1 a un equipo suplente que fue reforzado con ex-integrantes de la selección japonesa. Juan Román Riquelme, recuperado de un esguince de rodilla, participó normalmente de la práctica.
El campeón de América jugó un partido de 70 minutos en el Tama Athletic Stadium, al oeste de Tokio. En una cancha rodeada de un enorme parque, en los suburbios de la capital japonesa, bajo un sol tibio a pesar de los 10 grados centígrados de temperatura, los jugadores se dividieron en titulares y suplentes. Como Boca sólo llevó 21 jugadores a Japón, le pidió a la Federación Japonesa tres futbolistas para colaborar en las prácticas. Y se sumaron a los suplentes Satochi Sunami, defensor, 39 años, del Belmare Hirasuka; Teruo Iwamoto, volante, 28 años, ex Derby Kawasaki; y Norio Watari, defensor, 28 años, del Fukushima.
Bianchi pretendía alinear como titulares a Córdoba, Ibarra, Bermúdez, Matellán, Fagiani; Battaglia, Serna, Traverso, Riquelme; Delgado, Palermo. Pero Matellán se entrenó por separado, a raíz de una dolencia leve en el aductor derecho, por lo que Bianchi retrasó a Traverso y colocó en el medio a Basualdo. Los suplentes formaron con Abbondancieri; Watari, Burdisso, Medina, Sunami; Marchant, Pereda, Gustavo Barros Schelotto, Pandolfi; Guillermo Barros Schelotto y Barijho.
Riquelme se movió normalmente demostrando que el esguince que sufrió en la rodilla izquierda, ya estaría superado. Pero Mauricio Serna se retiró minutos antes de concluir el partido, debido a que sufrió un golpe en el tobillo derecho.
Durante los 70 minutos que duró el cotejo, Bianchi ordenó a Riquelme repetir en diversas ocasiones la ejecución de tiros libres. En defensa, instruyó a Fagiani para que cada vez que se proyectara hacia el campo adversario y los titulares perdiesen la pelota, regresara con mayor premura. El entrenador alentó permanentemente a Palermo, quien convirtió tres tantos, uno de ellos de cabeza. Delgado señaló uno más, y Barijho descontó.
Bermúdez subió varias veces a conectar de cabeza algunos corners o tiros libres ejecutados desde el sector derecho por Riquelme. Bianchi también hizo repetir envíos por elevación hacia la zona defensiva, ya que trató de corregir los errores cometidos por los dos zagueros centrales que no pudieron despejar esos centros cruzados.
Hoy, luego del entrenamiento en el estadio de Nishigaoka, tienen previsto asistir a un asado que se servirá en la sede de la embajada argentina. Mañana realizarán el reconocimiento del campo del juego del estadio Nacional.

 

Un árbitro influenciado

Oscar Ruiz, el árbitro colombiano que dirigirá la final Intercontinental, llegó a Tokio en un vuelo prácticamente copado por hinchas de Boca. Ruiz abordó el avión en Los Angeles, mientras que el contingente de argentinos venía desde San Pablo. Cuando en la clase turista se supo que el árbitro viajaba en ejecutiva, se coreó largamente “¡co-lom-biano, co-lom-biano!”, pero Ruiz no hizo caso cuando se lo invitó con el clásico “¡que salude, que salude!” y permaneció del otro lado de la cortina que separaba los dos sectores del avión. Otro de los hits, probablemente el más divertido de los inventados por los hinchas, fue el siguiente: “Ay, ay, ay, ay/ ay, ay, ay, ay/ si se va Figo/ cobrale orsai”.

La reventa va en tren bala

La reventa de entradas para ver la final de la Copa Intercontinental se aceleró en las últimas horas. En la estación de Shinjuku, a pocas cuadras del hotel Keio Plaza, donde está alojado el plantel de Boca, las entradas que valen 10.000 yenes (unos cien dólares) se venden por 35.000 yenes (alrededor de 350 dólares). Las entradas se habían puesto a la venta el 10 de octubre, por vía telefónica, y se agotaron en tan sólo 20 minutos. Las localidades con sobreprecio también se pueden conseguir en los alrededores de la estación de Ginza. “Las venden a la vista de todos y se pueden conseguir desde localidades populares hasta preferenciales.”

Cuatro horas de compras

Luego del entrenamiento, la delegación de Boca se trasladó hacia el principal centro comercial de Tokio, Akihabara, en donde realizó un tour de compras de casi cuatro horas. Guiados por José Basualdo, que conocía el lugar por haber estado cuando Vélez ganó la Copa Intercontinental en 1994, los jugadores se trasladaron en un ómnibus hasta Akihabara. Palermo quedó deslumbrado por los juguetes electrónicos y compró varios para sus hijos.
Barijho y Abbondancieri también adquirieron juguetes y agregaron a su listado cámaras fotográficas. Delgado y Pandolfi se inclinaron por las cámaras, mientras que Riquelme, Traverso e Ibarra prefirieron otros artículos electrónicos.

 

 

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