Por Pablo Vignone
--¿Qué tal, doctor?
--¿Cómo le va, River? Pase, acuéstese en el diván. ¿Cómo le
fue?
--Y, imagínese, licenciado. La verdad, ganamos, pero no sé qué
nos pasa. --A ver, cuénteme. ¿Cómo se siente?
--No sé, es como una frustración, ¿sabe? Mire, a Saviola la
pelota le pega siempre en el palo, a Angel se le va por abajo de la suela,
los arqueros nos tapan los mano a mano...
--Mano a mano, dijo, hum... Fíjese qué interesante. Porque perdió
4-1 el miércoles y ayer se desquitó por un resultado parecido.
--Y pudo ser más, doctor, pudo ser más. Pero nos perdimos otra
vez un montón de goles. Y eso que era Belgrano, doctor, que defendió
todo el primer tiempo con siete y el arquero.
--¿Y por qué se molestó tanto?
--Molestar no, porque siempre estuvo claro que los íbamos a
pasar por arriba, eso lo vieron todos. Pero, no sé, una cosa es decirlo y
después, en la cancha...
--¿Sabe qué, River? Me parece que usted está acomplejado.
--¿Usted cree, doctor?
--¿De qué hablamos cuando hablamos de Boca, River?
--¡Ni me lo nombre, doctor!
--Eso, River, ayer ni lo nombraron en la cancha, ni para putearlo.
Está bien que lo acompañaron pocos, pero, ¿y al Real Madrid? Ni
siquiera le pidieron que les hiciera la gauchada... --Bueno, doctor, al menos
la gente lo aplaudió a Bonano.
--Es un típico fenómeno de transferencia... --De transferencia al extranjero, sí, se va Placente en 6
palos, parece que lo vendemos a Aimar en 27...
--No, ¿sabe lo qué quiero decirle?. Es como una esquizofrenia,
entre lo que pueden hacer y lo que hacen: Freud lo hubiera llamado
displicencia. --Bueno, doctor, usted es
un poco injusto.
--Mire lo que son sus mecanismos de defensa: Artime les cabeceó
solito. Y después se peleaban entre Lombardi y Trotta para ver cómo
rechazaban... --Bueno, pero Saviola les
cabeceó igual para hacer el cuarto. Y Angel lo mismo, puso el 3-1 y ahí
les liquidó el partido. Y el primero se lo hizo parecido, entrando por el
medio y tocando fuerte.
--Usted habla de Angel, como si el partido hubiera sido angelical,
celestial, divino... --La verdad que no,
doctor.
--Claro, porque Angel hizo los dos goles y ¿cuántos se perdió? --Sí, es cierto, y si el
jueves nos pasa lo mismo en Río, no vamos a tener la misma suerte. Salvo
que nos cobren un penal a favor como el que cobró Elizondo...
--Advierta lo que le sucede en la derecha. Cuando son Coudet y
Lombardi los que tienen que encargarse del ataque, a usted le cuesta más
resolver la situación. Ahora, cuando Ortega se aviva de romper
estructuras por ese sector, el panorama cambia. Y eso le pasó en el
segundo tiempo. ¿A usted qué le parece? --Por la derecha tenemos
más de un problema, doc. Ahora Gancedo quiere ser titular, y Gallego,
para escarmentarlo, lo bajó del avión. Es un bajón...
--Qué interesante lo que dice, River. Habla de bajar, bajón... ¿Es
un pronóstico sobre lo que se viene? --¿Usted qué cree,
doctor? ¿Le parece que con estos jugadores lo podremos dar vuelta con el
Vasco en Brasil?
--Ah, qué lástima, River, se cumplió la hora, se acabó por hoy.
--¿Cómo que se acabó? Si todavía quedan 30 minutos de
partido.
--Se acabó, River, ¿no se dio cuenta? Si Gallego lo saca a Aimar
cuando van 15' del segundo, entonces se acabó el partido. --Mire que Ortega se hizo
echar después...
--Las ausencias, River, sigue remitiéndose a las ausencias. ¿Y
quién estuvo ausente ayer?
--Lo veo la semana que viene, doctor...
|