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Por David Cufré
Cuando el miércoles complete su llegada a Buenos Aires la misión del Fondo Monetario Internacional, el Gobierno quiere tener resueltos los cuatro puntos esenciales del acuerdo con el organismo. Hoy enviará al Congreso el proyecto definitivo del Presupuesto 2001, con los cambios introducidos a último momento para lubricar su aprobación. La Cámara de Diputados lo tratará mañana en el recinto, con el compromiso de los legisladores de la Alianza de darle media sanción. En el marco de esa norma se incluye el pacto fiscal con las provincias, cuya ratificación por ley terminará de responder a la exigencia del FMI. Entre hoy y mañana también se conocerá el decreto que define los últimos puntos de la desregulación de obras sociales. Y hoy ingresará al Parlamento el polémico proyecto de reforma previsional. El Gobierno pretende demostrar que hizo los deberes, para asegurarse una negociación sin sobresaltos con los delegados del Fondo. Necesita cerrar cuanto antes el acuerdo por el crédito de blindaje, que rondará entre 25 y 27 mil millones de dólares, de los cuales el FMI aportará alrededor de 14 mil millones.
Ayer desembarcó la avanzada de la delegación del organismo multilateral. El miércoles, cuando arribe la jefa de la misión, la italiana Teresa Ter Minassian, empezará el tramo final de las negociaciones. El secretario de Programación Económica, Miguel Bein, reveló que el equipo económico comenzó a buscar el auxilio financiero hace cuatro meses, pero las autoridades del Fondo recién accedieron a discutir seriamente sobre esa posibilidad hace dos meses. El funcionario admitió en diálogo con Página/12 que sin ese préstamo el país podría caer en default (cesación de pagos de la deuda). Y estimó que el acuerdo se concretará �en 15 o 20 días�. �Hay economistas que nos preguntan por qué no buscamos antes el blindaje financiero. Están equivocados. Lo estamos buscando hace cuatro meses. Lo que pasa es que durante los primeros dos no lo encontrábamos�, señaló Bein.
Ahora que el acuerdo está casi cerrado, el Gobierno se apuró para demostrar antes de la llegada de Ter Minassian que cumplió con su parte. Es decir, la firma del pacto fiscal con los gobernadores �con el congelamiento del gasto público nacional y provincial por cinco años, tal como reclamó el Fondo�, una pronta sanción del Presupuesto 2001 y la ratificación de la desregulación de las obras sociales. Sin embargo, queda un punto que puede desembocar en una nueva crisis política entre los socios de la Alianza: la aprobación de la reforma previsional. El bloque de Diputados del Frepaso votará en contra del proyecto. Se opone a la derogación del régimen de reparto y al rediseño de la PBU (Prestación Básica Universal), con su supresión para los haberes de más de 600 pesos y la creación de una Prestación Suplementaria �de menor monto que la PBU� para las jubilaciones de entre 300 y 600.
Como reveló ayer este diario, la postura de la bancada del Frepaso cuenta con el aval de su líder, Carlos �Chacho� Alvarez. Consciente de que el tema previsional es el último frente de tormenta, el viceministro de Economía, Mario Vicens, comenzó ayer a dar la pelea. Sostuvo que el Ejecutivo mostrará una posición �firme� para �sostener� el proyecto y que su aprobación �tarde o temprano va a prosperar, tal como ocurrió (con el acuerdo) con los gobernadores�.
Lo cierto es que hasta ahora el equipo económico se vio obligado a resignar sus pretensiones. Primero, a pesar de que José Luis Machinea tensó al máximo la cuerda, al insinuar que podría renunciar si no salía por decreto, Fernando de la Rúa terminó por inclinarse a enviar el proyecto al Parlamento. En segundo lugar, Economía negoció algunos puntos con legisladores del radicalismo, como mantener la opción de retiro de las mujeres a los 60 años, aunque con menos beneficios que si lo hicieran a los 65. Aun así, el Frepaso se opone a la iniciativa. En el Palacio de Hacienda dicen contar con la promesa de De la Rúa de sacar la reforma pordecreto, en caso de que finalmente el Frepaso frustre su aprobación en el Congreso. Pero ello podría derivar en una crisis todavía mayor, si el Frepaso repudia públicamente el decreto y postula su derogación parlamentaria. Si eso ocurriera, podría ser la declaración formal de defunción de la Alianza.
Este tema estará presente en las negociaciones con el FMI, que Machinea encarará desde pasado mañana. Aunque el Gobierno sostiene que la sanción de la reforma previsional es una condición del organismo para conceder el préstamo, en el Congreso afirman que Machinea aprovechó la crisis para imponer un proyecto propio, cuya ratificación jamás hubiera logrado en otro contexto. Más allá de cuestiones básicamente técnicas, el gran punto de debate mientras se encuentre en Buenos Aires la misión del FMI será la reforma previsional.
Economía quiere cerrar el acuerdo por el préstamo de blindaje para no demorar más la reactivación. Tanto los mercados como los empresarios estarán pendientes de este tema hasta tanto no concluya la negociación. En el Palacio de Hacienda esperan que, una vez terminada, desaparezcan los embates de los mercados y se genere un clima favorable para las inversiones. Vicens insistió ayer en que �superar los problemas que hoy afronta la Argentina, que haya más trabajo y menos desempleo, depende fundamentalmente de la inversión�. Esa estrategia está atada a conseguir primero el blindaje financiero y para ello el Gobierno hará todo lo que haga falta para satisfacer a los prestamistas.
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DEBATE SOBRE CUANTO SE PEDIRA QUE DESEMBOLSE EL FONDO
Cosa de 2 o 5 mil millones
Por D.C.
El equipo económico debate su estrategia final para negociar con el FMI. José Luis Machinea ya consiguió que el organismo comprometa su participación en el crédito de blindaje. El FMI aportará entre 12 y 14 mil millones de dólares, sobre un paquete global �con el aporte de otros organismos, bancos, AFJP y, tal vez, algún Estado nacional� de entre 25 y 27 mil millones. Pero en el Palacio de Hacienda se discute sobre qué porción de ese crédito se demandará como desembolso inmediato. Existen dos posturas. Una es pedir al FMI un giro de 5 mil millones ni bien se firme el acuerdo. Con eso, dicen los funcionarios que adscriben a esa idea, el Gobierno tendrá resueltas sus necesidades de financiamiento hasta abril de 2001, y se evitará las presiones del mercado. Otros funcionarios prefieren que el desembolso sea de 2 mil millones, para no reconocer ante los inversores extranjeros que la economía estaba en una posición tan vulnerable.
Pero lo que no se discute es la utilización de una parte de los fondos. Por lo tanto, el préstamo del FMI no será exclusivamente contingente, como indicó Machinea en algún momento. En rigor, fueron las propias autoridades del organismo las que impusieron esa condición. Según dicen desde Washington, el Gobierno ya probó que no sirve de nada sobreactuar frente a los inversores. Esto es porque el stand-by vigente se reservó para ser utilizado sólo en caso de crisis. Pero cuando la crisis se produjo, Machinea no pudo solicitar los fondos disponibles porque equivalía a mostrar a los inversores que la situación era realmente angustiante. Y entonces el crédito contingente no sirvió para detener la embestida de los mercados.
Para no repetir esa situación es que habrá un desembolso inmediato, que llegará en cuanto se firme el acuerdo del blindaje. En Economía se analiza si lo más conveniente es que el giro sea de 2 mil o de 5 mil millones de dólares. El resto del auxilio financiero �solicitado para despejar el temor de los inversores a que la Argentina caiga en cesación de pagos de la deuda� se compone del siguiente modo:
 El Banco Mundial aportará entre 3 y 4 mil millones.
El Gobierno consiguió que el Banco Interamericano de Desarrollo comprometa una asistencia de mil millones, pero Machinea pretende estirar la cifra a 2 mil millones.
Un pool de 12 bancos comprará títulos públicos a ser emitidos el próximo año por 4500 millones de dólares. Esa será su participación de mínima. Si se despeja la crisis, seguirán tomando títulos como lo hacían habitualmente.
Lo mismo ocurrirá con las AFJP, que le garantizaron al Gobierno la compra de bonos por 2500 millones.
Es posible que algún Estado nacional, como España, Italia y Alemania, también habilite un crédito para la Argentina. Mientras no se defina quién ganó las elecciones en Estados Unidos, la participación del Tesoro de ese país seguirá sin resolverse.
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