Página/12 en Perú Por Carlos Noriega Desde Lima El nuevo gabinete peruano entró pisando fuerte. Luego de su primer Consejo de Ministros, el titular de Defensa, el general en retiro Walter Ledesma, anunció la destitución del comandante general del Ejército y jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Walter Chacón, y el pase al retiro de la �promoción Montesinos�, formada por una docena de generales que ocupaban los más altos puestos castrenses. Chacón era uno de los integrantes de la promoción Montesinos. También fue relevado el comandante general de la Fuerza Aérea, el teniente general Alberto Balarezo, quien será sustituido por Pablo Carbone. Chacón y Balarezo estuvieron apenas un mes en el cargo. Paralelamente al descabezamiento del montesinismo castrense, se conocieron ayer evidencias que vinculan directamente al ex presidente Alberto Fujimori con las millonarias cuentas bancarias de su ex asesor Vladimiro Montesinos. Esta purga de los altos oficiales que formaban el núcleo del poder montesinista en las Fuerzas Armadas es la primera medida para desmontar la red de corrupción y control de las instituciones montada por Vladimiro Montesinos. Pero el nuevo gobierno no se limitó a cortarle la cabeza a los generales montesinistas. Fue bastante más allá. Decidió reincorporar a los generales que por orden de Montesinos fueron pasados al retiro en setiembre último. Y uno de los reincorporados, el general Carlos Tafur, fue nombrado nuevo comandante general del Ejército y jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, cargos que asumió ayer. Una semana después de que saliera a la luz el video en el que Montesinos sobornaba al congresista Alberto Kouri, el ex asesor jugó sus fichas para cuidarse las espaldas y pasó al retiro a Tafur y a otros generales considerados institucionalistas para asegurarse que su aliado, el general Luis Yanqui, quien ha sido jefe de la Inteligencia del Ejército, asumiera el máximo cargo castrense en enero del próximo año. Luego, en una de sus últimas muestras de poder, el montesinismo militar adelantó los ascensos a generales para ubicar en puestos claves a los hombres del ex asesor. Pero ahora esos ascensos serán revisados. Con las medidas que tomó ayer, el nuevo gobierno ha echado por tierra el plan montesinista para mantener el control de las Fuerzas Armadas. La destitución del jefe del Ejército y de la �promoción Montesinos� ocurre cuando la prensa peruana ha revelado que los generales montesinistas recibieron, al momento de ser ascendidos, un millón de dólares cada uno de manos del hombre fuerte del fenecido régimen fujimorista. José Ugaz, procurador del caso Montesinos, le señaló a Página/12 que esa denuncia está siendo investigada. El Congreso también indagará sobre las supuestas millonarias cuentas que tendrían los generales montesinistas en el extranjero. Pero el desembalse de denuncias por corrupción no sólo está afectando a los militares, sino que ya ha golpeado directamente al fugado ex presidente Fujimori. Se ha revelado que los estudios universitarios en Boston de los cuatro hijos de Fujimori y todos los gastos que realizaban en Estados Unidos eran cancelados con tarjetas de crédito American Express, y las cuentas cargados a la fundación Infinity Latin Fund Inc., constituida en Panamá. Infinity, una de esas típicas fundaciones fantasmas para encubrir dinero sucio, recibía millonarias transferencias desde las cuentas que tenía Montesinos. Uno de los fundadores en Panamá de Infinity es el abogado panameño Generoso Guerra, quien fue el abogado defensor de Montesinos durante su breve y accidentada estadía en Panamá, donde buscó asilo político sin éxito. La conexión entre Infinity, Montesinos yFujimori es clara. La procuraduría está terminando de recolectar la información sobre los movimientos financieros de Infinity. �Si esta información se confirma, entonces Fujimori se convertirá en un investigado en las indagaciones que estamos haciendo sobre los delitos cometidos por Montesinos�, señaló Ugaz a este diario. Como las facultades de Ugaz se limitan a indagar sobre los delitos de Montesinos, Fujimori sería investigado únicamente en relación a sus vínculos con los crímenes cometidos por su ex asesor. Pero el ministro de Justicia, Diego García Sayán, ha dejado abierta la posibilidad de ampliarle las facultades al procurador Ugaz, para que abra una investigación paralela sobre los delitos que se le podrían imputar al ex presidente. De otra parte, la fiscal Ana Magallanes ha acusado a Fujimori por los delitos de sustracción de pruebas y obstaculizar a la Justicia, por haber ordenado un operativo policial sin autorización judicial y con un fiscal falso para apropiarse de documentos y videos que estaban en la casa de Montesinos. En esta transición democrática, el Perú está viviendo un acelerado procesos de cambios. Con el poder y control sobre las instituciones que construyó Montesinos en un acelerado derrumbe, cada día aparecen nuevos escándalos de corrupción. Ya no hay quien siga tapando lo que estuvo oculto por diez años. Fujimori se ha convertido en un apestado político para los peruanos, pero eso no parece ser lo peor que puede pasarle. Cada vez está más cerca de ser puesto en el banquillo de los acusados. Claro, si los japoneses lo permiten.
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