Por J. L.
Los dos sectores sindicales
en que se fracturan los docentes universitarios pararán hoy y mañana.
Pese a esa unión aparente, este fin de semana avanzará la
gestación de un nuevo gremio nacional, que funcionaría en
paralelo a la Federación Nacional de Docentes Universitarios. Las
asociaciones de base que desconocen la conducción actual de la
Conadu harán el sábado y el domingo, en Tucumán,
un congreso extraordinario donde comenzarán a discutir la creación
de su propia agremiación.
De ninguna manera nos sentimos representados por la actual Conadu,
dijo el conductor del sector disidente, el catamarqueño José
Luis Molina. Y aseguró que con la creación de una nueva
federación se buscará reinstaurar una organización
sindical que trabaje en defensa de los trabajadores y del sistema educativo
universitario.
La Conadu fue intervenida por el Ministerio de Trabajo en marzo pasado,
después de un largo conflicto que mantenía acéfalo
y dividido al gremio. La intervención concluyó en octubre
con un congreso que eligió a la rosarina Anahí Fernández
como secretaria general. Pero aquella elección es desconocida por
muchos gremios. Del lado de Molina se agrupan los gremios de las universidades
de Misiones, Cuyo, Catamarca, Litoral, La Rioja, Nordeste, Quilmes, La
Matanza, Comahue, La Plata, Tucumán y Patagonia Austral, entre
otros. En el otro grupo se alistan menos gremios, pero cuentan con más
afiliados: UBA, Rosario, Mar del Plata, Córdoba (Adiuc), Entre
Ríos, San Luis y otros.
En ese escenario, en su último congreso, los disidentes resolvieron
organizar asambleas docentes en cada universidad para llevar a la reunión
de este fin de semana mandatos sobre la creación de otra federación.
El proceso está muy avanzado. Pero no queremos apurarnos:
hay que discutir estatutos, hacer todo en forma prolija, con la participación
de todos, comentó a Página/12 Gustavo Di Marzio, dirigente
del sindicato de la Universidad de La Plata. No tenemos alternativa.
No podemos quedarnos sin representación, sin una herramienta sindical,
frente a todo lo que está pasando, dijo.
En lo que sí están todos de acuerdo es en parar hoy y mañana.
La mesa ejecutiva de la Conadu resolvió repudiar y rechazar
el dictamen de presupuesto nacional. Entre otros puntos, la protesta
se centra en que el artículo 84 del proyecto suspende los
plus por ascensos para los trabajadores universitarios y recorta en 5
millones la partida de los incentivos a los docentes investigadores.
Por otro lado, Molina anunció que, además de la huelga,
en el congreso que se hará en Tucumán se definirá
un nuevo plan de lucha, que podría incluir la no finalización
del ciclo lectivo. Reclaman el pago del Fondo del Incentivo Docente (colegios
preuniversitarios) y el pago de un adicional de emergencia de 100 pesos
por cargo.
OPINION
Por Daniel Ricci *
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El recorte encubierto
Como viene denunciando Conadu, ante el congelamiento del presupuesto
que afecta a las universidades éstas sólo se sostienen
gracias al esfuerzo de sus docentes. El reciente censo realizado
por la Universidad de Buenos Aires demuestra con datos la veracidad
de esta afirmación.
El promedio de la edad de los docentes se ha incrementado y es mayor
también el número de docentes con estudios de posgrado,
con formación, y de los que realizan trabajos de investigación,
en especial entre los auxiliares. La cantidad de docentes rentados
en los últimos años aumentó un 11 por ciento,
mientras que los ad honorem lo hicieron en un 37 por ciento. Hoy,
el 27 por ciento de los docentes trabaja gratis, ad honorem.
Cada año se incrementa la edad promedio de los docentes.
Para mantenerse constante, el presupuesto universitario debería
aumentar un 3 por ciento anual para poder pagar el plus por antigüedad.
En los últimos cuatro años desde 1998
el presupuesto ha sido el mismo. Así, se ha producido un
recorte encubierto del 12 por ciento de los recursos,
siendo actualmente más del 85 por ciento la fracción
que se destina al pago de salarios.
Muchos docentes auxiliares están capacitados para ser profesores,
pero no acceden a los puestos por la falta de fondos para crear
cargos de mayor jerarquía. La carrera docente se encuentra
prácticamente paralizada y es cada vez más difícil
acceder a cargos superiores. Para impartir educación a un
mayor número de alumnos se han creado más cargos ad
honorem, con lo que cada vez hay más docentes que trabajan
gratis.
Dado que podemos extrapolar la situación de la UBA al resto
del sistema, queda claro que las universidades nacionales se sostienen
porque los docentes se encuentran subvaluados trabajando, o haciéndolo
gratis en categorías inferiores a las que deberían
tener por sus antecedentes y funciones. Pese a ello, siguen capacitándose,
dando clases e investigando. Esperemos que este esfuerzo alguna
vez sea reconocido.
* Secretario gremial Conadu; secretario general de Aduba.
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