La
primera de las discusiones entre el Poder Ejecutivo y los legisladores
de la Alianza por la reforma previsional quedó ayer finalmente
saldada. El Gobierno terminó por enviar el proyecto al Congreso,
desistiendo de la vía del decreto de necesidad y urgencia. Sin
embargo, el Frepaso se opone a votar la ley y los diputados radicales
pretenden introducirle cambios. La discusión sobre el tema está
provocando un recalentamiento del conflicto político en la Alianza.
Y su final es imprevisible. En el Ministerio de Economía aseguran
que, si la ley se traba en el Congreso, Fernando de la Rúa recurrirá
al decreto para su implementación.
El proyecto que ayer ingresó en la Cámara baja tiene algunos
cambios respecto al que De la Rúa anunció originalmente.
Fueron realizados para facilitar la aprobación de la iniciativa,
aunque aun así el trámite se presenta complicado. Los aspectos
centrales de la iniciativa son los siguientes:
uEliminación del régimen de reparto. Alcanzará sólo
a los trabajadores que se incorporen al mercado laboral tras la sanción
de la norma. Los actuales afiliados al sistema estatal no serán
transferidos a una AFJP.
uEdad jubilatoria de las mujeres. Se mantiene la opción de los
60 años, pero con menos beneficios que si se retiraran a los 65.
En primer lugar, no tendrán derecho al haber mínimo de 300
pesos, por lo que si alguien hubiera capitalizado o aportado al régimen
público para obtener por ejemplo una jubilación
de 180 pesos, eso será lo que cobre hasta cumplir los 65 años.
Alcanzada esa edad, tendrá la garantía del haber de 300
pesos. Del mismo modo, las mujeres que se jubilen antes de los 65 no tendrán
derecho a la Prestación Suplementaria, que regirá en sustitución
de la PBU (Prestación Básica Universal) para los haberes
de entre 300 y 800 pesos.
uEliminación de la PBU para las jubilaciones mayores a 800 pesos.
Por ejemplo, una persona que haya aportado para cobrar 800 pesos, pasará
a ganar 600, por la supresión de los 200 pesos de la PBU. Ocurrirá
desde el 1º de marzo de 2001.
uCreación de la Prestación Suplementaria. Es en reemplazo
de la PBU, y la cobrarán quienes se jubilen con haberes de entre
300 y 800 pesos. El monto variará entre esos topes (ver cuadro
aparte).
uHaber mínimo de 300 pesos. El beneficio alcanzará, en los
hechos, a un grupo reducido, dado que actualmente el salario mínimo
de los nuevos jubilados es de 260 pesos.
uCreación del Beneficio Universal. Será una asignación
de 100 pesos por mes a las personas que no hayan completado los 30 años
de aportes para jubilarse ni sean pensionados. Desde el 2001, el Estado
pagará el subsidio a los mayores de 75 años. A partir de
2004, el beneficio alcanzará a los mayores de 72 años. Y
desde 2007, se pagará a los mayores de 70.
uSe unifican las tablas actuariales para el hombre y la mujer. Es para
la compra del seguro de retiro, con lo que se haya capitalizado en la
AFJP. El proyecto sostiene que las tablas unisex provocarán los
siguientes cambios en el monto a cobrar por los futuros jubilados: la
prestación de los hombres con cónyuges (56 por ciento de
los potenciales beneficiarios) casi no se modificaría. Los haberes
de las mujeres con cónyuges (15 por ciento de los potenciales beneficiarios)
aumentarían 6 por ciento. La jubilación de las mujeres sin
cónyuges (15 por ciento) aumentaría el 13 por ciento. Y
la prestación de los hombres sin cónyuges (14 por ciento)
ser reduciría el 6 por ciento.
uSe restablece la movilidad de las jubilaciones, eliminada en 1995 con
la ley de Solidaridad Previsional. Es para las prestaciones del régimen
estatal. El Mopre (Módulo Previsional) que hoy es de 80 pesos podrá
aumentar si suben los salarios de los activos. El valor del Mopre se determinará
de acuerdo a la evolución de un índice de salarios promedio,
que elaborará el Indec. Sin embargo, se mantiene la restricción
de que los aumentos estarán condicionados a las limitaciones presupuestarias.
En Economía sostienen que la aprobación de la ley es una
condición para obtener el crédito de blindaje del FMI. Sin
embargo, los diputados del Frepaso anticiparon que votarán en contra
de la iniciativa. Rechazan los puntos sustanciales del proyecto, como
la eliminación del régimen de reparto y de la PBU, y los
cambios en la edad jubilatoria de las mujeres. En cambio, la bancada radical
está dispuesta a discutir la norma, aunque también pretende
introducirle cambios sustanciales. En primer lugar, los diputados radicales
quieren mantener vigente el régimen de reparto. Y en lugar de que
las mujeres no tengan derecho al haber mínimo de 300 pesos ni a
la Prestación Suplementaria, en caso de jubilarse a los 60, proponen
un descuento de 10 pesos por cada año anterior al retiro a los
65. Asimismo, quieren llevar la Prestación Suplementaria a las
jubilaciones de entre 300 y 1000 pesos, en lugar del tope de 800 que fijó
el Gobierno. Finalmente, se busca que el subsidio de 100 pesos a quienes
no hayan aportado para jubilarse rija desde 2001 para los mayores de 70
años, en lugar de los 75 propuestos por Economía.
Los
cambios en las AFJP
El
nuevo régimen previsional propuesto por el Ejecutivo incorpora
normas que afectarán a las Administradoras de Fondos de Jubilación
y Pensión (AFJP), con el objetivo declarado de generar competencia
y aumentar la capitalización de los aportantes de menores ingresos.
Los puntos principales son los siguientes:
Eliminación de la
comisión fija. A los aportantes se les cobra una comisión
de valor fijo (por ejemplo, 2,50 pesos mensuales) además de
la porcentual sobre sus ingresos. De este modo, el sistema se torna
regresivo porque la incidencia porcentual de la comisión fija
es más alta para los ingresos más bajos (para un sueldo
de 250 pesos, en el ejemplo citado es un punto adicional, para otro
sueldo de 2500, es una décima de punto).
Cambio en el criterio de
distribución de Indecisos. La mayoría de
los ingresantes al mercado laboral formal no hacen opción y,
por lo tanto, son asignados a las AFJP en forma equitativa. El nuevo
criterio es que irán a las que cobren menor comisión.
Así aumenta su aporte a la capitalización y, en forma
indirecta, se fomenta la competencia por bajar las comisiones. La
mayoría de los indecisos se ubica en las franjas
de menores ingresos salariales.
Límite a la concentración
del sistema. Ninguna AFJP podrá tener una participación
superior al 27,5 por ciento del mercado.
Gestión del beneficio
previsional a cargo de la AFJP. La certificación final corre
por cuenta de la Anses. Se busca, así, agilizar el otorgamiento
del beneficio. |
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