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Cuatro chicos que desaparecieron captados por una secta en el sur

El viernes pasado, cuatro adolescentes de entre 14 y 15 años se fugaron de sus casas de General Roca, en Río Negro. Todo indica que el varón del grupo instigó a las otras tres chicas.

Por Carlos Rodríguez

t.gif (862 bytes)  Desde el fin de semana, la ciudad rionegrina de General Roca está conmocionada por la desaparición de cuatro menores de entre 14 y 15 años -tres de ellos chicas– integrantes de distintas familias, que aparentemente hicieron abandono del hogar por su propia determinación, supuestamente captados por una secta religiosa a la que pertenecería el único varón del grupo. “Todo indica que se fueron por sus propios medios, ya que en las casas de cada uno de los chicos, sus familiares descubrieron que faltan dinero y ropas, lo que hace pensar en una fuga del hogar que fue concertada entre los cuatro”, dijo a Página/12 una fuente cercana a la investigación. La policía, por orden de la Justicia, difundió fotografías de las tres chicas, Laila Lourdes Vargas (14 años), Romina Belén Díaz (15) e Isaura Marilina Coria (14), mientras que prohibió la publicación de las fotos del varón, de nombre César (15), ante la posibilidad de que pudiera ser imputado, ya que todo parece señalarlo como el instigador de la fuga.
Las tres adolescentes son alumnas regulares del Centro de Educación Media 43, de General Roca, al que también concurría César, quien quedó libre por acumulación de inasistencias. Alumnos del colegio, que declararon como testigos ante el juez Guillermo Leskovar Garrigós, aseguraron que al chico lo conocían por el mote de “El Brujo”, porque solía llevar libros sobre magia negra y hacía alusión en forma permanente a una supuesta secta a la que pertenecería.
Los chicos están desaparecidos desde el viernes. Las tres jovencitas fueron ese día al colegio, pero no regresaron a sus casas. La policía reunió información que indica que por lo menos una de las chicas habría concurrido el jueves a la terminal de ómnibus de Roca para comprar pasajes. En el mismo lugar habrían sido vistos los cuatro en la noche del viernes. Se cree que podrían haber viajado hacia Bariloche o a hacia la ciudad bonaerense de Chivilcoy. Por tal motivo fue alertada la Policía Bonaerense, pero hasta anoche la búsqueda había sido infructuosa.
“Mi hija no se veía frecuentemente con el chico al que le decían ‘El Brujo’, pero él estuvo por primera vez en mi casa el viernes pasado, cuando fue a buscar un pantalón que era de Romina (otra de las desaparecidas) y que estaba allí desde hacía tiempo”, dijo a la prensa Carlos Vargas, el papá de Laila. El hombre está convencido de que todos “ya tenían planeado lo que iban a hacer”, aunque sigue sin encontrar cuál fue “el motivo” de la posible fuga.
Vargas confirmó que uno de los alumnos que declaró como testigo “estuvo seis horas delante del juez y habló sobre una secta, pero su versión no cierra y el juez tiene sus dudas respecto de esa historia”. Más allá de la falta de convicción respecto del supuesto móvil, hasta el momento es el único que aparece señalado en el expediente. El joven testigo dijo que las chicas tenían “una carpeta llena de elementos vinculados con la magia negra y supuestas prácticas sobre ciencias ocultas, brujerías y ceremonias de iniciación para jóvenes que se unen a la secta”, admitió una fuente consultada por este diario.
Lo que sí esta prácticamente confirmado es que los cuatro chicos se fueron por su propia voluntad. “Los compañeros del colegio declararon que desde hace 20 días venían diciendo que se iban a ir, pero nadie tiene certeza sobre cuál era el lugar del país elegido y cuáles las razones del proyecto, aunque sospechan de la presencia de una secta”, afirmó el vocero. Las tres chicas se fueron del colegio a las 15 del viernes y habrían sido vistas en la terminal de ómnibus a las 23 de ese día.
Todas vivían en el Barrio 827 Viviendas, de Roca, donde solían reunirse
con el joven César, aunque éste había dejado de concurrir a la escuela. Adriana Díaz, madre de Romina Belén, confirmó que su hija se llevó de la casa “todas sus fotos más recientes, como si tratara de dificultar su búsqueda”. Ella y otras madres notaron que también se llevaron las tijerasque había en sus respectivas casas, lo que hace pensar a los investigadores que se habrían cortado el pelo para cambiar su fisonomía.
La señora Díaz admitió que llevaban al colegio “libros sobre magia negra” y que tenían una carpeta “donde se decía que el domingo se iba a realizar el bautismo de los cuatro, bajo la influencia que ejercía el chico (por César) sobre ellas”.

 

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