Al
Gore se convirtió ayer en el primer candidato de la historia en
impugnar los resultados de una elección presidencial norteamericana.
Para eso, lanzó una ofensiva en todos los frentes, con la que busca
demostrar que los números del estado de Florida, gracias a los
cuales George W. Bush pudo proclamarse presidente electo en la noche del
domingo, están equivocados. Mientras el republicano gobernador
de Texas procuraba ocupar en Washington las oficinas del equipo de transición
(ver nota aparte), el vicepresidente Gore apostó todo en un triple
desafío: revertir los recuentos de tres condados ante los tribunales
de Florida, consolidar el apoyo unánime del Partido Demócrata
a la causa de que no quede un solo voto de la península sin contar
y recontar, y comunicar su punto de vista a la opinión pública
norteamericana en un horario central de la televisión. Más
acá de lo que finalmente consiga, hasta ahora las tres iniciativas
fueron exitosas.
De lo que se trata es de miles de votos que no fueron contados nunca.
Así explicó Al Gore su posición en un diálogo
telefónico con los líderes demócratas del Congreso
Tom Daschle y Dick Gephardt televisado ayer. Los dos líderes viajaron
a Florida para montar el mejor show posible de unidad partidaria en apoyo
incondicional a las pretensiones de Gore. Los abogados de Gore presentaron
ayer sus demandas ante el tribunal de Tallahassee. Buscan impugnar los
resultados de Florida, cuya secretaria de Estado Katherine Harris proclamó
el domingo por la noche la victoria de Bush por 537 votos y la consiguiente
adscripción al republicano de los 25 electores estaduales, indispensables
para alcanzar la mayoría de 270 en el Colegio Electoral.
Las impugnaciones focalizan tres condados, Miami-Dade, Nassau y Palm Beach
(ver nota aparte), en los que los demócratas buscan que se tengan
en cuenta unos 15.000 votos que no fueron contados antes de la fecha máxima
fijada para el domingo. Los abogados de Gore pidieron que el tribunal
de Tallahassee certifique que los resultados verdaderos de la elección
presidencial 2000 demuestran que el vicepresidente es el verdadero
vencedor. Los totales de votos que fueron certificados el 26 de
noviembre están equivocados, se lee en la presentación
de los abogados ante el tribunal. Incluye votos ilegales y no incluye
votos legales que fueron rechazados en forma impropia. El número
de estos votos es más que suficiente para hacer dudar, e incluso
para cambiar, el resultado de la elección. El equipo de Gore
enfatizó que no está buscando más recuentos, sino
que sólo quiere que todos los votos sean contados.
Si ignoramos los votos que fueron emitidos, ¿a dónde
iremos a parar? ¿Cómo les explicaremos a nuestros niños
lo que ocurrió?, preguntó Gore en su conversación
con los líderes del Congreso. Al filo de la noche, en un discurso
para las cadenas nacionales de televisión, Gore volvió enérgicamente
a la carga al exigir "el conteo completo" de los votos que faltan
contar en los condados mencionados. "He dedicido impugnar el recuento
impreciso e incompleto, con el fin de asegurar la mayor credibilidad posible
para el resultado".
RECURSOS
PARA REVERTIR LOS NUMEROS DE FLORIDA
Todos
los juicios para ser presidente
Al
Gore lanzó ayer en Tallahassee un desafío legal
a tres puntas para disputar los resultados de la elección
certificados en Florida el domingo a la noche, que dieron una
victoria decisiva en la carrera presidencial a su rival republicano,
George W. Bush. Pero si el tribunal llega a admitir aunque sea
uno de los argumentos de Gore, la resolución de la elección
presidencial más peleada del siglo podría darse
vuelta. Estos son algunos de los juicios y demandas en juego:
En el condado de Miami-Dade,
el equipo de Gore busca que se continúe el recuento manual,
que se detuvo según las palabras de la presentación
judicial después que una multitud intimidara
a la junta electoral para revertir la decisión, tomada
horas antes, de completar el recuento. Esta referencia va
dirigida directamente contra los militantes republicanos que protestaron
ruidosamente dentro del edificio del recuento y, dicen los demócratas,
afectaron la decisión de la junta electoral.
Hay también unos 10 mil votos que no fueron contados porque
la máquina en Miami-Dade no los podía leer. La acción
legal busca que estos votos sean tenidos en cuenta. Además,
la demanda quiere incluir por lo menos 368 votos que fueron contados
en un recuento parcial que demostró una ganancia neta para
Gore de 156 votos.
En el condado de Nassau,
la junta electoral rechazó un recuento mecánico
que le dio 51 votos extra a Gore. El ahora busca que esos votos
sean incluidos.
u En el condado de Palm Beach, el equipo de Gore pretende una
revisión judicial de las boletas, porque no cree que la
junta electoral haya determinado la intención del
votante. Los demócratas sugieren que hasta 2 mil
boletas fueron rechazadas incorrectamente por la junta, y dicen
que le darían a Gore una ganancia neta de entre 300 y 600
votos. Sostienen que cientos de boletas perforadas (aunque no
perforadas completamente) no fueron contadas. También demandarán
la decisión de la secretaria de Estado de Florida, Katherine
Harris, por no permitir el recuento manual de votos.
Una acción legal
independiente fue lanzada en el condado de Seminole, donde los
funcionarios republicanos habían llenado los números
de identificación que faltaban en 4700 boletas postales.
Si estos números faltaban, los votos deberían haber
sido descartados. Varios votantes individuales han entablado demandas
sosteniendo que el accionar de la junta fue ilegal. El caso fue
transferido ayer a la Corte Suprema de Florida en Tallahassee,
que está manejando otras demandas, como la de la ilegalidad
de las boletas mariposa de Palm Beach.
Por su parte, el equipo
de Bush sigue con su caso abierto en Washington ante la Corte
Suprema de Estados Unidos, para el que tiene una audiencia fijada
el viernes 1º de diciembre. Esta demanda busca eliminar todos
los recuentos manuales que han tenido lugar, confirmando así
de plano la victoria de Bush. Una derrota de Bush aquí
tendría un efecto perjudicial para su credibilidad, pero
no tendría por qué afectar el resultado.
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