En la batalla por el codiciado
mercado de las hamburguesas, ya no hay terceros en discordia. La cadena
norteamericana Wendys cerró ayer sus 18 locales y dejó
en la calle a unos 800 empleados. Desafortunadamente, las ventas
no alcanzaron nuestras expectativas, indicó la compañía,
por toda explicación, a través de un comunicado. La recesión
no parece ser la única causa de la caída de la cadena a
nivel local, pero aportó lo suyo: cuando Wendys llegó
al país, en 1996, el mercado estaba en expansión, pero desde
1999 se estancó y ya no quedó lugar para tanta competencia
en lo que se dio en llamar la guerra de las hamburguesas.
Como los Pumper Nic, los casi olvidados The Embers y Cheburguer, y los
más cercanos Pizza Hut, los Wendys ya son historia. Sus locales
se integraron ayer al paisaje desolador de persianas bajas y locales vacíos.
A manera de certificado de defunción, en algunas de las sucursales
un cartel advertía que los empleados podían pasar a cobrar
la liquidación de sus haberes por las oficinas de Reconquista 1059.
Los locales propios de la compañía han experimentado
pérdidas operativas significativas durante este año, y sin
suficientes perspectivas en el horizonte, que resulten en una mejoría
operativa y financiera, explica el comunicado de la empresa, que
firma Jim Rieger, vicepresidente de la división Internacional de
Wendys.
Con la experiencia de Wendys falló también una estrategia
comercial dentro de la contienda entre los fast food: la firma no apuntó
tanto a la franja infantil dominada por McDonalds y Burger
King, en especial con el merchandising sino a los adolescentes y
mayores, un target al que la competencia apuntaba con su estrategia de
precios bajos.
Mientras estuvo, Wendys apostó fuerte. Inauguró el
primer local en el Alto Avellaneda Shopping y luego se instaló
en lugares clave, como el local donde estuvo la clásica confitería
El Reloj, de Lavalle y Maipú, y en el Paseo de la Infanta, donde
instaló un magnífico sector de juegos infantiles al aire
libre. Llegó a tener 23 locales, aunque en su última etapa
funcionaban 18, todos en Capital y Gran Buenos Aires.
Wendys llegó a la Argentina en 1996, a través de un
joint venture con la empresa Wensur, propiedad de Diego Lowenstein, el
hijo de quien fuera el dueño de Pumper Nic, otra cadena extinta.
Una diferencia sobre los derechos que la firma local pagaba a la casa
matriz derivó en que la cadena se hiciera cargo directamente de
la operación de los locales, que sin embargo alquilaban a los Lowenstein.
Esta modalidad habría hecho que los números no cerraran:
en el último año, la empresa perdió unos 3,2 millones
de pesos.
La cadena fue fundada en 1969 por David Thomas, el inventor de la hamburguesa
cuadrada, quien bautizó sus locales con el apodo de una de sus
hijas. Pese a su revés en la Argentina, la cadena goza de buena
salud: opera unas 5500 casas de comidas rápidas de todo el mundo.
A nivel local, el mercado de la hamburguesa ronda los 350 millones de
pesos anuales. De esa torta, Mc Donalds se queda con el 75 por ciento,
mientras que el resto se repartía entre las otras dos: Burger King,
con el 15 por ciento y Wendys, con el 10.
Mientras la firma de los arcos dorados tiene unos 170 locales en todo
el país con especial crecimiento en el interior, en los últimos
años, Burger cuenta con 25 todos en Capital Federal
y Gran Buenos Aires, salvo uno, en Rosario, y Wendys tenía
18.
Si bien el sector se ha estancado en el último año,
nosotros hemos tenido un crecimiento en las ventas del 10 por ciento,
dijo a Página/12 Guillermo Casarotti, director de Marketing de
Burger King, quien considera era cifra como resultado de su campaña
agresiva, con cierta dosis de humor, contra el producto de su principal
competidor.
El comunicado que distribuyó Wendys agrega que los empleados
recibirán un resarcimiento económico que supera la
cantidad establecida por la ley argentina.
Esta fue una difícil decisión concluye la nota,
porque nuestros empleados en la Argentina eran considerados de los mejores
dentro del sistema de Wendys. Trabajamos muy duro para que nuestros
restaurantes en la Argentina fueran rentables, ajustando nuestra estrategia
de precios e incrementando los programas de servicio al cliente. Desafortunadamente,
las ventas no alcanzaron nuestras expectativas.
EN
EL MUNDO HAY 36 MILLONES DE INFECTADOS DE VIH
Cifras fuera de las previsiones
La epidemia del sida desbordó
todas las previsiones de las Naciones Unidas, según el último informe
entregado por el Programa Mundial de Naciones para el Sida (Unaids). En
la actualidad, en todo el mundo hay 36,1 millones de personas infectadas
con el virus de la inmunodeficiencia, el doble de las estimaciones realizadas
en 1991 por el mismo organismo. El 70 por ciento de los adultos y el 80
de los niños infectados pertenecen al continente africano. En América
latina la epidemia se extendió a 210 mil adultos más, y se estima que
a fines de este año serán 1,8 millones de personas seropositivas en la
región. Al finalizar la presentación del informe, realizada en Berlín,
Peter Piot, director ejecutivo de Onusida, declaró que �estamos al borde
de una explosión de la epidemia en Europa del Este, donde 700 mil personas
viven con el virus contra 420 mil hace apenas un año�. El informe, titulado
�La situación de la epidemia de sida: diciembre 2000�, sostiene que la
región más golpeada sigue siendo el continente africano, donde fallecieron
las tres cuartas partes de los 21,8 millones de personas muertas de sida
en todo el mundo desde que fue detectada la epidemia, en la década del
70. Sólo en el 2000, en Africa, murieron 2,4 millones de personas víctimas
del síndrome de la inmunodeficiencia. Los países de la Región Andina de
América latina son los que, según el informe, se encuentran menos afectados
por la pandemia. En cambio, América Central y el Caribe presentan los
índices más elevados de Latinoamérica. �En México y Colombia �cita el
informe� los enfermos se encuentran principalmente entre consumidores
de drogas inyectables y en las relaciones homosexuales.� En el Caribe,
el motor de la transmisión es especialmente heterosexual y se registra
en niñas y niños con relaciones sexuales precoces. En Argentina, el informe
señala una tasa �relativamente débil� de mujeres embarazadas: el 0,4 por
ciento que convive con el virus, aunque señala que la mayor parte de los
contagios se produce del mismo modo que en México y Colombia, entre homosexuales
y consumidores de drogas inyectables.
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