Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


Más dietas de pan y agua para los montesinistas

Las purgas militares y económicas siguen a todo vapor en el Perú de Valentín Paniagua, mientras el nuevo gobierno afrontó ayer un motín de presos de Sendero Luminoso en una cárcel de alta seguridad en Lima.

Efectivos policiales
rodean la cárcel sublevada.

Por Carlos Noriega
Desde Lima

Mientras desde su lejano refugio en un balneario japonés el ex presidente Alberto Fujimori ha lanzado la delirante tesis de un pacto entre los grupos políticos democráticos que lo han sustituido en el poder y Vladimiro Montesinos para desprestigiarlo con el fin de proteger a su ex asesor, en el Perú el nuevo gobierno sigue avanzando en el descabezamiento del poder militar montesinista, y el Congreso y la Procuraduría profundizan las investigaciones sobre las actividades ilícitas de Montesinos y su amplia red de corrupción. Y cuando más se profundiza en esas investigaciones, la figura de Fujimori aparece más comprometida con los delitos de quien fuera, por diez años, su más cercano colaborador. El nuevo gobierno al que Fujimori acusa de haber pactado con Montesinos se ha estrenado con una purga de militares montesinistas en los cuarteles. A la destitución de los generales de la “promoción Montesinos” se ha sumado la del general Juan Yanqui, el favorito del ex capitán Montesinos para asumir la jefatura de las Fuerzas Armadas en enero del próximo año y asegurarle, desde ese puesto, la impunidad de la que siempre gozó bajo el gobierno de Fujimori. Con Yanqui cae la más notoria figura del montesinismo militar que quedaba en pie, pero con su salida no termina el poder del Montesinos sobre los cuarteles. Todavía sobreviven muchos oficiales que estuvieron cercanos a quien fuera el hombre fuerte del fujimorismo durante largo tiempo. A manera de ejemplo, el diario Liberación publicó ayer una lista de 14 generales montesinistas que continúan en actividad. La purga también llegó a la policía, donde su jefe, el general Federico Hurtado, fue sustituido por el general Gustavo Bravo. Hurtado dirigió el ilegal allanamiento a la casa de Montesinos, el que sirvió para que Fujimori se apodere de documentos y videos que guardaba su ex asesor y que, según diversas versiones, se habría llevado a Japón. El Poder Judicial y la Fiscalía son otras instituciones profundamente corrompidas por Montesinos, pero en estos casos la tarea de limpieza se presenta más lenta, ya que el nuevo gobierno no quiere tomar ninguna medida por la cual luego pueda ser acusado de violar la autonomía de los organismos de justicia.
A medida que las investigaciones a Montesinos avanzan, nuevas cuentas aparecen en los expedientes. Ayer se reveló la existencia de otras cinco cuentas de Montesinos en bancos suizos por un monto de 22 millones de dólares. Con esto, la fortuna del ex asesor de Fujimori llega a los 70 millones de dólares sólo en Suiza. También se investigan cuentas en Estados Unidos, Panamá, Uruguay, Singapur y Perú. Y las investigaciones recién comienzan. La relación de Fujimori con la fundación panameña Infinity, que recibía dinero de las cuentas de Montesinos, y sobre la cual informó en detalle Página/12 anteayer, y las revelaciones del hermano de Pablo Escobar sobre el financiamiento por el cartel de Medellín a la campaña electoral de Fujimori en 1990, han motivado al procurador del caso Montesinos, José Ugaz, a pedir a un juez que investigue a Fujimori. El Congreso también lo investigará.
Ayer los miembros de la comisión del Congreso sobre el caso Montesinos llegaron hasta una dependencia del Comando de Instrucción del Ejército, que era dirigida por el general Yanqui, para inspeccionar el lugar ante las denuncias de que seguía funcionando un centro de espionaje telefónico. Al momento del envío de este despacho, los congresistas todavía estaban en el interior de esta dependencia militar. Por otra parte, los ex fiscales Blanca Nélida Colán y Miguel Aljovín se acusaron mutuamente ante la Comisión Investigadora del Congreso por los fallos de la Fiscalía queexculparon a Montesinos por denuncias de enriquecimiento ilícito. Ambos estuvieron notoriamente nerviosos y cayeron en repetidas contradicciones.
Pero para el nuevo gobierno las cosas no terminan con el tema MontesinosFujimori. Ayer se le acabó la tranquilidad al gobierno de Valentín Paniagua cuando estalló un motín penitenciario en Canto Grande, un penal de máxima seguridad de Lima. Iniciado por los miembros de Sendero Luminoso, el levantamiento de los presos se generalizó rápidamente y los 1400 reclusos se apoderaron de los pabellones del penal. Al momento del envío de este despacho el motín no había sido solucionado y no se había producido ningún herido. Y en medio de la primavera democrática que vive el Perú, han empezado a multiplicarse los candidatos presidenciales. El frente común propuesto por Alejandro Toledo es ya un fracaso. La ex oposición estuvo unida para luchar contra Fujimori, pero caído el Chino ahora cada sector quiere cosechar su parte luego de la victoria. Ayer se lanzó como candidato presidencial el Defensor del Pueblo, Jorge Santistevan, que después de presentar su renuncia ante Congreso anunció la formación de agrupación Causa Democrática.

 


 

EL PRESIDENTE ELECTO DE HAITI BUSCA LEGITIMIDAD
Ahora somos buenos, dice Aristide

Jean-Bertrand Aristide, el ex sacerdote de los suburbios que ahora se prepara a volver a la presidencia, buscó ayer ganarse a sus críticos que boicotearon las elecciones haitianas del domingo y lo acusaron de complotar para el retorno de la dictadura. En su primera conferencia de prensa desde que terminó su primera presidencia en 1996, y mucho antes de que el conteo de los votos hubiera finalizado, Aristide fue conciliador.
“Habrá lugar para todos en mi gobierno”, anunció. “Para gozar de un Haití pacífico, la oposición es indispensable. Es una parte de nuestro destino democrático”, resumió. Su prioridad, dijo, será promover la reconciliación nacional: “Trabajaré para que la paz sea para todos, sea cual fuere su nivel económico, con tal de que sean haitianos. Nuestros problemas serán resueltos por haitianos. Tenemos que proteger nuestra dignidad”.
Aristide no se declaró vencedor, aunque habló como si ya fuera presidente electo. La junta electoral, a la que los opositores acusan de estar integrada por partidarios de Aristide, dijo que la concurrencia a las urnas fue del 60,5 por ciento el pasado domingo. Los grupos opositores denunciaron fraude, sostuvieron que las urnas fueron llenas con votos falsos, y que la asistencia de votantes fue muy baja. “Padecen de alucinaciones”, dijo el líder opositor Hervé Denis. “La elección fue ilegítima. Aristide no tiene un mandato para gobernar.” Pero en un signo de que la comunidad internacional estaba dispuesta a darle a Aristide una segunda oportunidad, el vocero de las Naciones Unidas Fred Eckhard dijo: “Estamos contentos de que las elecciones se llevaron adelante tal como habían sido planeadas y de que hubo, relativamente, poca violencia”.
Después de asumir la presidencia en 1990, Aristide fue depuesto en 1991 por un golpe militar, y fue restaurado en 1994 después de una invasión militar norteamericana con el fin de detener la ola de refugiados que estaban llegando a las costas de Florida. Como la Constitución haitiana prohíbe la reelección, dejó el poder en 1996, a regañadientes, a un sucesor elegido por “dedazo”, René Preval.

 

 

KIOSCO12

PRINCIPAL