Por Florencia Grieco
Si Estados Unidos tuviese
verdadero interés en controlar el narcotráfico, con la tecnología
y el aparato militar que tiene podría frenar el ingreso de drogas
y, al cerrar el mercado, reducir la producción. Pero habría
que preguntar a los gobiernos colombiano y norteamericano cómo
piensan erradicar los cultivos ilícitos planteando un escenario
de guerra. Las palabras del diputado venezolano por el oficialista
Polo Patriótico, Pedro Carreño, mantienen en alto la voz
de alerta que su país levantó desde el comienzo en contra
del Plan Colombia tan halagado por Bogotá y Washington y que en
estos días escaló el enfrentamiento diplomático entre
los países vecinos. Ex asesor del presidente Hugo Chávez
y hombre cercano al canciller José Vicente Rangel, Carreño
explicó en Buenos Aires a Página/12 por qué Caracas
es, a su juicio, la próxima presa.
¿Por qué dice que Venezuela es el segundo objetivo
del Plan Colombia?
Con el plan, el pueblo colombiano recibió una declaración
de guerra, y la zona de paz, la zona limpia es el territorio venezolano.
Es fácil imaginar la gran cantidad de desplazados que vamos a recibir.
Pero existe un aspecto aún más preocupante, que es el incremento
del poder relativo de combate de las Fuerzas Armadas Colombianas. Vamos
a tener un vecino con más capacidad operativa en un momento en
que el presidente Chávez anunció una reducción del
gasto militar para reactivar la economía venezolana y el empleo
de las fuerzas armadas en planes de desarrollo social. Bueno, el Plan
Colombia nos cambia la estrategia. Nosotros tenemos un conflicto latente
con Colombia por una discrepancia territorial sobre el Golfo de Venezuela
y debemos manejar todos los escenarios. No sabemos qué puede pasar
si recrudece este conflicto y tenemos un potencial enemigo mejor armado
y mejor entrenado. Nuestra planificación para reactivar el aparato
productivo se verá diezmada porque parte de esos recursos van a
tener que ser utilizados en incrementar nuestro poder relativo de combate.
Las fuerzas armadas, en lugar de llevar adelante el plan de reactivación
Bolívar 2000 van a tener que volver a los cuarteles.
¿Qué otros riesgos hay a partir de la aplicación
del plan?
La población colombiana está acosada por la guerrilla,
los paramilitares y el ejército, y busca desplazarse. Esto no era
significativo para nosotros, pero ahora con el Plan Colombia sí.
Es obvio que, por nuestras fronteras comunes, podrían incentivarse
los cultivos ilícitos en Venezuela. Entonces se podría decir
que el Plan Colombia no puede ser sólo en Colombia: tiene que ser
además Plan Venezuela para seguir persiguiendo el narcotráfico.
Y si nosotros nos oponemos y queremos erradicar nuestros propios cultivos,
¿qué van a decir ante la opinión pública internacional?
Que Venezuela avala los cultivos ilícitos.
¿Cómo es la situación diplomática entre
Caracas y Bogotá después de los encuentros de la guerrilla
en territorio venezolano?
Las reuniones fueron con consentimiento del gobierno colombiano;
el presidente Chávez sólo se ofreció a buscar una
salida pacífica al conflicto en un territorio neutral como el venezolano.
De ahí a que nosotros, unilateralmente, hayamos decidido tomar
partido hay una gran distancia.
¿Qué tipo de contacto existe entre Chávez y
las guerrillas colombianas?
Creemos necesario que Colombia conjugue todos los factores de poder,
y no sólo al gobierno, para tomar una decisión por la paz.
Es necesario que la guerrilla tome parte. Nosotros respetamos las decisiones
del gobierno colombiano, pero no podemos ser sordos al conflicto y queremos
hacer nuestros mayores esfuerzos para lograr la paz en Colombia, que redundaría
en paz para Venezuela.
¿Cuál es la perspectiva de una acción regional
ante esta situación?
Por ahora ninguna. El presidente Chávez es muy inteligente
y sabe que tomar una medida así podría ser interpretada
como una intromisión en problemas colombianos.
¿Venezuela tiene planeado algo similar al Operativo Cobra
brasileño para controlar la frontera?
Nosotros somos responsables de salvaguardar la soberanía
y la integridad del territorio venezolano. En primer lugar incrementaremos
la seguridad en la frontera, pero no podemos aislarnos sabiendo que nuestros
vecinos se están matando. Son seres humanos a los que, por razones
humanitarias, debemos recibir.
¿Puede haber un control fronterizo selectivo para dejar pasar
a desplazados y no a guerrilleros o paramilitares?
El control de las fronteras es únicamente para defensa de
la soberanía. Es decir, para impedir la internacionalización
del conflicto. Pero debemos recibir a los desplazados. Ahora, si guerrilleros
o paramilitares están violando el territorio venezolano, nosotros
tenemos nuestras fuerzas armadas para solucionarlo.
¿Hay incursiones de paramilitares y guerrillas en Venezuela?
No hay acciones directas en nuestro territorio. La incidencia de
la situación de Colombia se ve en los secuestros. El problema más
grave es que todo el mundo secuestra en nombre de la guerrilla. Es muy
difícil detectar a los responsables, pero es obvio que los secuestradores
son venezolanos que después venden los rehenes en Colombia.
Entonces esos focos no tienen base en territorio venezolano.
No, nuestra Constitución establece que no podemos permitir
incursiones armadas en nuestro territorio.
Pero eso va más allá de lo que ustedes permitan o
no.
Si algún grupo guerrillero se pasara a Venezuela, tendrá
que hacerlo sin armamentos y nosotros tendremos que recibirlo. Pero si
vienen en pie de guerra, la respuesta será guerra. De todos modos,
el plan ya está en marcha y el pueblo colombiano va a seguir ensangrentándose
porque esto es una declaración de guerra. Nosotros sabemos que
el narcotráfico es un problemas grave, pero su combate no puede
pasar por sacrificar vidas humanas, porque si las drogas atentan contra
la vida, las armas también.
¿Venezuela realmente cree que puede haber una solución
política en Colombia?
Bueno, eso habría que preguntárselo al presidente
Pastrana y a la guerrilla colombiana. Sólo ellos sabrán
qué le espera al país.
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