Por Eduardo Tagliaferro
Después de su estudiado
festejo boquense, el presidente Fernando de la Rúa sumó
una nueva alegría: la aprobación del presupuesto 2001 en
la Cámara de Diputados. Para el gobierno fue un logro por partida
doble. Junto a la aprobación de la ley de leyes consiguió,
si no alejar, postergar un fantasma recurrente: la ruptura de la Alianza.
Que Chacho y el Frepaso eligieran no diferenciarse de la política
económica y social que impulsa Fernando de la Rúa, fue lo
más significativo, afirma a Página/12 un importante
funcionario aliancista.
Alvarez es un enigma sin respuesta, no sólo para sus seguidores,
sino también para sus aliados. Ni el Presidente ni los radicales
más experimentados desconocen que la falta de logros económicos
potencia sus debilidades políticas. Hay una herencia vacante
de liderazgo político, afirma un alto funcionario cercano
al Presidente. Precisamente, ese espacio vacío es el que preocupa
al gobierno. En la Rosada temían que Alvarez se decidiera a ocuparlo
y convocara a los suyos a militar contra las propuestas oficiales.
Aunque tienen diálogo frecuente con destacados frepasistas como
Darío Alessandro y Graciela Fernández Meijide, los hombres
del gobierno temían que la discusión del presupuesto le
diera la razón a los grupos más críticos que proponen
recuperar a Chacho. Ese fantasma empujó al ministro
de Economía José Luis Machinea a pedirle a Alvarez una reunión.
En ese encuentro, el ministro se preocupó por saber qué
opinaba el ex vicepresidente sobre la marcha de la Economía. También
le comentó que estuvo a un tris de renunciar. Tal como informó
en su momento Página/12, el 16 de este mes cuando el gabinete negociaba
con los gobernadores la firma de un nuevo pacto fiscal y De la Rúa
comenzó a desechar la idea de aprobar por decreto la reforma previsional,
el ministro dejó caer la posibilidad de su renuncia en una reunión
de la que participaban, el Jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, el Secretario
General de la Presidencia, Horacio Jaunarena, el ministro del Interior,
Federico Storani y los diputados, Darío Alessandro y Mario Negri.
Esa negociación llévenla adelante, pero no conmigo
como ministro, dijo Machinea, cuando los aliancistas estudiaban
una negociación parlamentaria y política conjunta, para
el Presupuesto, la reforma previsional y el pacto fiscal con las provincias.
A la hora de explicar su temor por el silencio de Chacho, analizan que
Alvarez puede comenzar a transitar un camino sin retorno: diferenciarse
políticamente de la Alianza. Cuando fundamentan esta hipótesis,
explican que tanto su militancia por el esclarecimiento de los presuntos
sobornos en el Senado, como el lanzamiento de un movimiento social independiente,
son insuficientes para ocupar el espacio vacante del liderazgo político.
Ese paso, felizmente, no se ha dado, comentó el funcionario
que dialogó largamente con este diario. Y explicó no
hay espacio político para una estrategia rupturista de la Alianza
ya que el Frepaso no cuenta con perspectivas electorales favorables en
los principales distritos. Este cuadro de situación lleva
al gobierno a imaginar que Chacho podría cambiar su estrategia
y asumir un rol público de contención política
de las disidencias internas.
La necesidad de transmitir la fortaleza de la Alianza es el principal
argumento que sostiene a Graciela Fernández Meijide en el gabinete.
A Graciela se le perdonarán todas las deficiencias que tenga
su gestión, dice un funcionario cercano al Presidente, que
reivindica el rol hiperaliancista y supersolidario de la ministra.
Además de dar muestras de fe aliancista, dirigentes
cercanos a De la Rúa evalúan que Fernández Meijide
pueda convertirse en nexo con Alvarez.
En el gobierno analizan que el futuro escenario económico será
la clave para las movidas que piense Chacho y también para la continuidad
de la Alianza, si obtiene una buena performance en las elecciones del
2001. El telón de fondo para que la Alianza tenga cierta
chance electoral pasa por un leve repunte en la actividad económica
y un descenso en los índices de desempleo, comentan en los
despachos de la Casa Rosada. Todos le prendemos velas a Machinea.
Si estas condiciones se logran, tenemos márgenes para la disputa
electoral, afirma la fuente que disfrutaba, por una vez, de un día
sin versiones y sin protestas sociales.
LEIVA
PIDIO LA NULIDAD DE UNA CITACION DEL CONSEJO
Esta maniobra va a fracasar
Por Susana Viau
El juez federal de Mendoza,
Luis Leiva, planteó la nulidad de la citación formulada
por el Consejo de la Magistratura, basado en dos razones: el plazo de
diez días otorgado para compulsar los expedientes y la omisión
de los cargos a los que debe responder. Yo no me niego a comparecer
y presentar defensa dijo ayer Leiva a Página/12, pero
lo que no es posible es que me den vista del expediente diez días
antes, en Buenos Aires, cuando entre los 15 o 16 pedidos de juicio político
suman unas veinte mil fojas y no se me explique de qué me tengo
que defender.
Por lo demás, Leiva identificó sin rodeos al ex banquero
Raúl Moneta como inspirador de esa lluvia de solicitudes de jury.
El señor Moneta le está mandando a la comunidad un
mensaje mafioso: quien se atreva a meterse con él, correrá
esta suerte. La Comisión de acusación deberá
resolver hoy si acepta la nulidad planteada por el magistrado, quien ha
presentado una solicitud de licencia por treinta días por razones
de salud, y escuchará a la diputada radical Elisa Carrió,
que ha asegurado tener datos sustanciales que revelar.
Esta situación, sostuvo Leiva, vulnera el derecho constitucional
a la defensa en juicio. Yo no sé si debo de una presunta
motocicleta que dicen que tengo (y no tengo) explicó a este
diario, o de que me paseo con señoritas por allí o
de que, como dice Moneta, le pedí 2 millones de pesos. Yo no tengo
ni casas de un millón y medio de dólares ni departamentos
en Libertador. Vivo en la misma casa de siempre, mi patrimonio no ha crecido
y camino por Mendoza sin que nadie me insulte ni me agreda. Quiero creer
que esta maniobra va a fracasar. Si no fracasa, será que, de verdad,
hemos olvidado construir un país en serio y hemos optado por vivir
en una república bananera. Leiva fue acosado por una lluvia
de pedidos de juicio político luego de que el aparato judicial
inclinara la balanza en favor del ex banquero: la Corte Suprema dirimiendo
en una resolución insólita el conflicto de competencias
en favor de la Justicia federal porteña y ésta a su vez
con dos pronunciamientos no menos memorables. El primero, producido por
el juez Carlos Liporaci, quien entre gallos y medianoche levantó
la orden de captura impartida contra Moneta y los camaristas Luisa Riva
Aramayo y Horacio Vigliani, dictaminando la nulidad de todo lo actuado
por el juez, puesto que había sido declarado incompetente.
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