Por Facundo Martínez
Mayo Francés, pero de
1998. Carlos Bianchi hacía cebo en París, sin trabajo, pero
cumpliendo al pie de la letra el contrato que los dirigentes de la Roma
le habían cancelado, en todo sentido. Bianchi, echado por la puerta
chica del fútbol italiano, no podía concretar con ningún
otro club. En Buenos Aires, Mauricio Macri lo tenía en carpeta
junto a Miguel Brindisi y Daniel Passarella. Las encuestas, las opiniones,
inclinaban la balanza para el lado del ex técnico de la Selección.
Bianchi fue el primer entrevistado, después le llegó el
turno a los otros dos. A esa altura, mientras la prensa se ocupaba de
las coqueteadas entre Macri y Passarella, que parecían cerrar la
cadena, Bianchi llamó a sus colaboradores y les dijo: Preparen
las valijas que tenemos trabajo en Argentina. La obtención
de la Copa Intercontinental es, de alguna manera, la culminación
de ese trabajo.
Así fue. Macri sorprendió a todos cuando anunció
que el nuevo técnico de Boca iba a ser el ex entrenador de Vélez.
Pasó el Mundial de Francia y Bianchi se calzó el buzo de
DT azul y oro. Después de los primeros entrenamientos, el clima
del plantel que eran los mismos jugadores que habían protagonizado
aquella novela del cabaret era otro. Nos están
matando, nos hace correr todo el día, le dijo a este cronista
el volante Diego Cagna, después capitán del equipo. Hablaba
de la forma de trabajo del técnico: dureza, seriedad y perfil bajo.
En las primeras charlas con la prensa, Bianchi debió repetir hasta
el hartazgo que su llegada a Boca nada tenía que ver con una suerte
de revancha personal, por la frustración que vivió en el
Viejo Continente. Aunque es cierto que para el técnico que había
ganado con Vélez tres torneos locales y tres internacionales (Intercontinental,
Libertadores y Recopa) la experiencia en la Roma había calado sus
huesos y estrangulado su ego. Bianchi reservó sus opiniones sobre
los dirigentes del club italiano hasta que la Roma comenzó a gestionar
la compra de Walter Samuel. Entonces, el técnico se sacó
la primera astilla: habló con el defensor acerca del juego sucio
de los directivos italianos, pero los casi 20 millones de dólares
que se pagaron por Samuel no dejaron espacios para replanteos.
Los resultados de Bianchi, ahora en Boca, hablan por sí solos.
Dos torneos locales, la Libertadores y la Copa Intercontinental, además
de estar muy cerca de obtener el presente Apertura. Pero el partido del
martes frente al Real Madrid, en Tokio, despertó la voces de la
prensa italiana, que centró la mayoría de sus análisis
en la figura del entrenador. Fue la gran revancha de Bianchi, que
puso a Boca en el techo del mundo y que en 1994, guiando a Vélez,
batió también en Tokio al Milan de Fabio Capello, hoy en
la conducción de la Roma, escribieron en el Corriere dello
Sport. La misma senda tomaron los comentarios de Il Messaggero y La Gazzetta
dello Sport.
Hace cerca de un mes, una mañana, en Santa Fe, este cronista habló
con Bianchi sobre el rendimiento de Samuel en la Roma. En la charla flotaba
la pregunta sobre su pasado en el club. Bianchi fue contundente: volver
a Europa no está en sus planes inmediatos, y mucho menos cuando
escucha que esa posibilidad está asociada con la palabra revancha.
Esa mañana, Bianchi acompañó sus palabras con una
mirada profunda. No hay dudas: para el entrenador, el mismo que alguna
vez dio un mal paso, no alcanzarán nunca los títulos ganados,
aun los por venir, para extraer la estaca que las burlas e ironías
de los romanos clavaron para siempre. Bianchi lo sabe, y quizás
por eso su nombre brilla ahora entre el de los ganadores.
REPERCUSIONES
EN LA PRENSA
Maravillados en España
Martín Palermo y, sobre
todo, Juan Román Riquelme, se llevaron todos los elogios de la
prensa española y del resto del mundo, que en ningún momento
cuestionó la legitimidad del triunfo de Boca. Más allá
de los dos tantos de Palermo, a los españoles los deslumbró
la tarea del conductor de Boca, que se convirtió en el centro de
la mayoría de las notas.
Riquelme nos dejó con la Boca abierta, tituló
el diario Marca, que además indicó que Las estrellas
de Boca se comieron a las del Madrid, y sólo salvó
del incendio Roberto Carlos. En el diario As se animaron a pedirle al
presidente del Madrid, Florentino Pérez, que comprara ya a Riquelme.
Florentino, tráetelo, fue uno de los títulos,
mientras que el columnista Tomás Guasch señaló que
el Real Madrid debe comprar a Riquelme o lo comprará Gaspart
(presidente del Barcelona).
Entre los elogios para Palermo, As lo compara con Cristian Vieri asegurando
que es la versión argentina del goleador italiano. En el catalán
Sport destacan la caída del Real con Otro K.O. del Madrid
y aseguran: Riquelme, en la órbita del Barça.
Otro medio que destacó la tarea de Palermo y Riquelme fue Mundo
Deportivo. El Madrid fue devorado por Boca en 6 minutos. Los blancos,
superados por el fútbol de Riquelme y los goles de Palermo en la
Intercontinental, presentó en su portada.
Para los alemanes tampoco pasó inadvertido el partido, aunque para
ellos la gran figura fue el goleador del partido. Bild remarca que: El
mundo del fútbol tiene un nueva estrella: Palermo. En cambio,
los japoneses se quedaron con el talento de Román. En una editorial
de The Japan Times se preguntan cuánto vale Riquelme si Figo costó
56 millones. En Brasil se limitaron a informar sobre el triunfo de Boca,
aunque la mayoría reconoce que Riquelme fue la gran figura del
encuentro.
La victoria de Boca tuvo gran repercusión en Colombia. Los
tres fantásticos (por Serna, Córdoba y Bermúdez)
fueron, sin duda, grandes protagonistas y por eso Colombia sintió
como suyo el título de Boca, tituló El Espectador
de Bogotá, mientras que El Tiempo destacó que Colombia
celebra con júbilo esta copa, pues en Boca juegan tres de nuestros
más encumbrados futbolistas.
BOCA
LLEGA HOY A EZEIZA
Los hinchas, de afuera
El plantel de Boca
arribará hoy, tras casi 30 horas de vuelo, a las 10.20, en vuelo
de Varig, al aeropuerto de Ezeiza. Pero, por disposición de la
Fuerza Aérea Argentina y la empresa Aeropuertos 2000, los hinchas
no podrán acceder a las instalaciones de la aeroestación
y deberán esperar a sus ídolos bordeando la autopista a
la altura del Puente 12, desde donde podrán acompañar en
caravana el micro que transportará a la delegación hasta
la Bombonera. Las autoridades aconsejaron a los pasajeros que deban viajar
hoy que lleguen sin acompañantes y con tiempo extra, mayor
que el habitual.
Debido a las complicaciones en el funcionamiento del aeropuerto que se
registraron el día de la partida del equipo rumbo a Japón,
habrá un estricto operativo de seguridad por el que los hinchas
no tendrán ninguna posibilidad de observar a los jugadores.
Según se informó, los futbolistas, quienes saldrán
por una puerta especial, recién podrán tomar contacto con
sus seguidores una vez que el micro abandone las instalaciones de Ezeiza.
Al cierre, el plantel se encontraba en la escala de Los Angeles (EE.UU.).
Cerca de las 6.30 arribará a San Pablo, Brasil, desde donde abordarán
el avión que los regresará al país.
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