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MEDIA SANCION AL PRESUPUESTO 2001, SIN ELIMINACION DE ORGANISMOS
2001, odisea de la Alianza

En el tercer día de sesiones, el Presupuesto 2001 obtuvo la aprobación en Diputados, aunque con heridas. El Gobierno no logró hacer pasar la autorización para eliminar organismos oficiales y se fueron aprobando artículos con las más disímiles alianzas.

Miguel Angel Toma, Alberto Pierri y Humberto Roggero, diputados justicialistas.

Por Cledis Candelaresi

Después de tres extensos días de debate y al filo de las sesiones ordinarias, culminadas a la medianoche de ayer, Diputados dio media sanción al proyecto de Presupuesto del 2001, ampliando en más de 2000 millones el déficit originalmente previsto semanas antes por el Ministerio de Economía. Uno de los momentos más calientes de la tercera y última sesión fue el rechazo al artículo que permitiría al Gobierno avanzar en la reforma del Estado, suprimiendo organismos innecesarios y modificando algunas cláusulas del empleo público. Pero con el argumento de impedir eventuales despidos y sin prestar atención a los retoques que la Alianza introdujo a último momento, el voto negativo unió al justicialismo con frepasistas y la radical Elisa Carrió para eliminar la propuesta. Nada asegura que esta improvisada coalición antioficialista no vuelva a funcionar en cualquier momento, dentro o fuera del recinto.
En rigor, el traspié del Gobierno es más político que técnico. En virtud de otras leyes vigentes y del propio articulado del Presupuesto del año próximo, el jefe de Gabinete tiene la potestad de reestructurar el Estado eliminando aquellas reparticiones públicas que considere ociosas, achicar el plantel estatal y reasignar las partidas que necesite para adecuar el presupuesto al nuevo diagrama. En otros términos, Chrystian Colombo puede hacer la reforma o ajuste que decida aunque el Presupuesto del 2001 no se lo ordene expresamente.
El artículo 58 –suprimido por 108 votos negativos contra 97 a favor– encomendaba a la administración central encarar un Plan de Modernización que debía culminar antes del 30 de junio del 2000, creando un sistema de estímulo para las reparticiones que ahorrasen recursos y otro de premios salariales para los empleados, en reemplazo de ascensos automáticos. Desconcertada por el resultado de la votación, la radical Beatriz Nofal fue a la sala de prensa a explicar lo que consideraba un malentendido de sus colegas.
Según la legisladora, y como resultado de una negociación con los gremios estatales, el Gobierno proponía hacerle algunos añadidos que hubieran garantizado “expresamente” la estabilidad al personal público y la participación sindical en el rediseño administrativo. Pero justicialistas y frepasistas prefirieron resguardar la estabilidad de los empleados públicos eliminando de cuajo el artículo.
No fue la única contrariedad de los diputados aliancistas, muchos de los cuales esperaban ayer que el Poder Ejecutivo enviara a extraordinarias un proyecto de promoción regional. José Luis Machinea ya alistó un texto que prevé promover sólo proyectos turísticos y agrícolas subsidiando la nómina salarial. Pero el decreto de convocatoria no incluyó esta iniciativa, que definiría cómo se repartirá una partida especial de 50 millones asignada a las provincias.
Otro de los puntos que subió la temperatura del debate fueron los dos artículos que modifican la Ley de Solvencia Fiscal, ampliando el margen del déficit así como el plazo para erradicarlo: el año 2005 en lugar del 2003. También aquí el PJ consiguió aliados para cuestionar la propuesta oficialista, ya que Acción por la República y los provinciales cuestionaron desde sus bancas este punto. Pero, en este caso, se trató sólo de un rechazo impostado. Justicialistas y legisladores del interbloque provincial regularon el número de presentes en el recinto, de modo tal que la votación no fuera adversa al Gobierno (finalmente, 114 votaron por sí y 88 por no).
“Estamos sufriendo las consecuencias del déficit que nos dejó el gobierno anterior, que fue muy superior al que reconocía”, justificó el titular de bancada, Darío Alessandro. “Estamos bajando efectivamente el gasto, porque tenemos que pagar muchos más intereses de la deuda”, subrayó. Finalmente, con 114 votos a favor y 88 en contra se avalaron las modificaciones a la Ley de Solvencia Fiscal. Si se hubiesen rechazado los artículos que cambian las reglas de solvencia fiscal, habría que haber dado marcha atrás en puntos sustanciales del presupuesto que se estaba votando, comenzando por el aumento de gastos de alrededor de 600 millones de pesos. Machinea propuso cambiar el texto no sólo para permitir más gastos (desde planes sociales para las provincias hasta un aporte de capital a Aerolíneas Argentinas) sino, fundamentalmente, porque consideró que la recaudación será menor de la que había previsto cuando giró el texto al Parlamento: los ingresos tributarios caerán por esta razón más de 1500 millones.
Por iniciativa de la radical Nofal y del frepasista Alejandro Peyrou, Diputados añadió ayer otras restricciones al gasto público. Aun en el supuesto de que la recaudación creciera porque la economía crece por encima del modesto 2,5 por ciento proyectado o porque se combate la evasión aduanera, el Gobierno no podrá gastar un centavo más de lo previsto.

 

Chile pateó el tablero

Chile inició negociaciones para establecer un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Una vez más la diplomacia trasandina dio una muestra de su pragmatismo a la hora de definir la estrategia de sus relaciones comerciales, echando por tierra las reiteradas expresiones de deseos de ingresar al Mercosur como miembro pleno. La decisión fue tomada como una pésima señal por parte de los países de la Unión Aduanera. En Brasil se habló de “sorpresa e indignación”. El secretario de Industria, Javier Tizado, fue más comprensivo: “Chile parece tener sus motivos para distanciarse” del bloque, reflexionó. En tanto, José Luis Machinea, se mostró contradictorio. Felicitó a Chile por su decisión; dijo que Argentina debería imitarla y, en la misma alocución, llamó a fortalecer el Mercosur. El puntapié al tablero dado por Chile debilita la estrategia intrabloque que pretendía jugar la Argentina. Desde la Cancillería local se pensaba que la integración del vecino país como miembro pleno de la Unión Aduanera –actualmente sólo tiene la categoría de miembro asociado– serviría para contrapesar la fuerte hegemonía de Brasil hacia el interior del bloque. Desde esta óptica, el virtual alejamiento de Chile, no sólo debilita al Mercosur sino la posición de la Argentina. Desde la perspectiva de las economías regionales el nuevo frente de negociación abierto por Chile es más coherente con la realidad de su economía, con bajos aranceles y netamente exportadora de recursos primarios. Estados Unidos es, además, su principal socio e inversor. El intercambio comercial entre los dos países superó en el último año los 6000 millones de dólares. Por otra parte, el ingreso al Mercosur supone para Chile una revisión de su política arancelaria. Sus derechos aduaneros están, en promedio, entre un 5 y un 7 por ciento abajo de los del bloque regional. En esta línea es paradigmática la reflexión de Francisco Rosende, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Católica del vecino país. Para el economista, Chile debe hacer todo lo posible para concretar la negociación y llegar a un acuerdo de libre comercio. “Si hay que elegir entre el Mercosur y Estados Unidos está claro que la mejor opción es acceder a un mercado sano como el norteamericano”, describió. El embajador estadounidense en Brasilia, Anthony Harrington, mostró su satisfacción. Consideró que la decisión de abrir las negociaciones es un “paso más en la dirección correcta” con vistas a la creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Pero desde Itamaraty no se tuvo la misma visión. La noticia provocó “sorpresa e indignación” y fue considerada como “una derrota para el Mercosur”.

La tentación gasolera

El ministro de Economía, José Luis Machinea, ratificó que está en estudio un proyecto para incrementar la carga impositiva sobre los autos gasoleros, en tanto las terminales agrupadas en Adefa contraatacaron advirtiendo que la medida podría generar mayor desempleo. El ministro argumentó que el nuevo gravamen tendría por objeto desalentar el uso de estos vehículos por parte de los particulares. “Esto tiene que ver con las distorsiones que se generan en el mercado debido a los diferentes componentes impositivos que tienen la nafta y el gasoil”, señaló. Por su parte, Adefa consideró que “el aumento a los vehículos gasoleros particulares –que ya están castigados con un 10 por ciento de impuestos específicos– provocaría una caída adicional de las ya muy deprimidas ventas de automotores”. “Asimismo, debe destacarse que la industria automotriz argentina –a diferencia de la brasileña, donde los vehículos gasoleros particulares están prohibidos– es fuerte en este tipo de motorizaciones, con firmes posibilidades de exportar a países desarrollados”, agregó en un comunicado. En otro orden el Senado derogó el decreto de necesidad y urgencia que “limitaba” al 40 por ciento las estaciones de servicio de marca propia de las petroleras. Actualmente estas firmas operan de manera directa alrededor del 10 por ciento de estas estaciones.

 

TEMBLORES EN WALL STREET CON REPERCUSION LOCAL
La locomotora amenaza parar

Las acciones cayeron un 2,7 por ciento en promedio, también bajaron los títulos públicos y el riesgo país volvió a trepar. Esta vez, la causa del sacudón se originó en Wall Street, y el tembladeral afectó a los mercados de América latina. La preocupación de los inversores se debe a la desaceleración que está mostrando la economía estadounidense, que hasta ahora funcionó como una verdadera locomotora mundial. Incluso, hay analistas que advierten sobre el peligro de que Estados Unidos caiga en recesión y creen que, para evitarlo, la Reserva Federal (banca central estadounidense) deberá bajar la tasa de interés.
Los problemas comenzaron no bien arrancaron los negocios en Nueva York. Primero, la firma Gateway, la segunda vendedora en importancia de computadoras de los Estados Unidos, había anunciado que sus ventas para la última parte del año se ubicarían 17 por ciento por debajo de las estimaciones de los operadores. Después, el gobierno anunció que los ingresos de los estadounidenses bajaron en octubre por primera vez en los últimos dos años. La lectura que los inversores hicieron de las novedades era que se trataba de otra confirmación del enfriamiento económico, y salieron presurosos a desprenderse de papeles.
El Nasdaq (panel tecnológico en Wall Street) llegó a perder 6 por ciento en la rueda, y finalmente cerró con una caída del 4 por ciento. A su vez, el Dow Jones (papeles tradicionales) perdió 2 por ciento. La mala onda se contagió a los mercados latinoamericanos: en San Pablo, la baja resultó del 3,6 por ciento y esa Bolsa tocó el mínimo del año; México cedió 4,3 por ciento y el índice MerVal, con su caída de ayer, terminó el mes con un signo negativo del 9,4 por ciento, perforando el piso de los 400 puntos (399,40). El clima de nerviosismo se trasladó a los títulos públicos –hubo bajas de 0,4 por ciento en promedio– y el riesgo país trepó a 874 puntos (equivalente a un 8,74 por ciento de sobretasa), por encima de los 857 puntos del día anterior.
José Siaba Serrate, experto en mercados internacionales, hizo un análisis de lo que sucede en los mercados, en diálogo con Página/12. “La burbuja en Wall Street era la más desmesurada de todas y se sigue desinflando. La cuestión de fondo es que hay temor de que Estados Unidos desemboque en un ciclo recesivo, aunque nadie está presumiendo eso para el corto plazo”, ensayó.
El analista Agustín Mackinlay coincidió en que el panorama internacional es “muy parecido” al de hace dos o tres años. Según Mackinlay, existen fugas de capitales desde varios países emergentes (en la Argentina los depósitos cayeron 2 mil millones en el último mes) combinados con un alza en las tasas de interés. Tanto Siaba Serrate como Mackinlay coinciden en que las turbulencias en los mercados afectan a la Argentina. “Hay aversión al riesgo por parte de los financistas”, puntualizaron. Prueba de ello es el rumor que ayer circuló en Nueva York haciéndose eco de que Janus, uno de los fondos de inversión dedicados al Nasdaq más importantes de los Estados Unidos, con activos por más de 100 mil millones de dólares, tendría serios problemas para subsistir debido a que los inversores están rescatando sus ahorros en forma masiva.

 

Apoyo fiscal al turismo

Más de cien proyectos de inversión fueron propuestos como parte de un ambicioso plan de desarrollo de la actividad turística. Durante el Primer Seminario Internacional de Inversiones en el sector, organizado por la Secretaría de Turismo de la Nación, se destacó el apoyo fiscal que se le otorgará a la actividad, que recibirá el tratamiento de exportaciones. “Esta política es inédita, ya que por primera vez se tocan medidas tributarias con respecto al turismo: hoy el proyecto de devolución del IVA cuenta con media sanción en Diputados”, aseguró Hernán Lombardi, secretario del área. Por su parte, José Luis Machinea subrayó que “se ha generado una baja en los impuestos para la inversión y se desarrolla un fuerte incentivo a las exportaciones”.

 

En una semana habrá blindaje

“El Gobierno está haciendo los deberes”, dijo ayer satisfecho José Luis Machinea, antes de anunciar que la próxima semana “estaremos firmando la Carta de Intención del nuevo acuerdo con el FMI”. En ese momento, agregó, se dará a conocer el monto del crédito de blindaje convenido con el organismo. La media sanción de Diputados al Presupuesto 2001 responde a una de las exigencias del Fondo para conceder el préstamo. La ratificación por parte de Machinea de que la ayuda financiera ya es un hecho se produjo en un día complicado en los mercados financieros (ver nota aparte). El ministro buscó llevar tranquilidad, al afirmar que “la cifra del blindaje será significativa y alejará cualquier incertidumbre respecto al no cumplimiento de nuestras obligaciones”.
Sin embargo, a esta altura la expectativa por conocer el monto definitivo del préstamo es menor, dado que el mercado descuenta que rondará los 14 mil millones de dólares y, especialmente, ya asumió que el acuerdo está definido. La pregunta que se hacen inversores y economistas es cuál será su impacto para acelerar el crecimiento económico. La visión generalizada es que el blindaje es condición necesaria, pero no exclusiva, para permitir la reactivación. “Es una manera de ganar tiempo para trabajar más seriamente en el tema de crecimiento”, comentó a Página/12 el consultor Pedro Lacoste.
Machinea, por su parte, subrayó que la economía se recuperará con fuerza en 2001. “El Gobierno ha encarado un conjunto de reformas estructurales que mejorarán la competitividad. Estamos haciendo los deberes”, destacó.
La misión del FMI en Buenos Aires se encargó ayer de revisar hasta qué punto el Gobierno ha cumplido con los compromisos que asumió para acceder al préstamo del organismo. En ese sentido, Teresa Ter Minassian cuestionó en reuniones con funcionarios de Economía algunos de los cambios introducidos por la Cámara de Diputados al proyecto de Presupuesto, como la eliminación de la rebaja de los fondos destinados a los partidos políticos y la imposibilidad de suprimir o fusionar organismos públicos. La reorganización del Estado es uno de los puntos sobre el que siempre hizo hincapié el FMI, pero la propuesta del Ejecutivo fue rechazada por los legisladores, incluso por algunos de la Alianza.

 

 

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