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Por José
Natanson
 Carlos “Chacho” Alvarez
le dijo ayer a Graciela Fernández Meijide, durante un encuentro
en la Casa del Frente, que tiene previsto reunirse con Fernando de la
Rúa a mediados de la semana que viene, cuando el Presidente vuelva
de su viaje a Costa Rica. El encuentro fue pautado luego de la conversación
telefónica que los dos ex integrantes de la fórmula presidencial
mantuvieron el miércoles pasado. Con el gesto, Alvarez emitirá
un gesto a favor de la continuidad de la Alianza en medio de la tensión
generada por su decisión de oponerse a la reforma previsional impulsada
por el Gobierno.
En el encuentro de ayer, Chacho le ratificó a Fernández
Meijide su voluntad de seguir conduciendo el Frepaso y de garantizar la
continuidad de la coalición. “El 98 por ciento de la gente
quiere que la Alianza no se rompa”, coincidieron los dos frepasistas,
que también conversaron sobre los cambios producidos en el Ministerio
de Desarrollo Social y la marcha de los planes sociales.
Como señal a favor de la consolidación de la sociedad con
el radicalismo, el ex vicepresidente le adelantó a la ministra
que tiene previsto reunirse con De la Rúa la semana que viene.
El encuentro fue convenido el miércoles pasado, en un breve contacto
telefónico entre Alvarez y De la Rúa. Según reconoció
ayer el Presidente, en la charla el jefe frepasista le pidió que
le mandara saludos al presidente mexicano Vicente Fox, a cuya asunción
asistió ayer, le ratificó su voluntad de no quebrar la Alianza
y aceptó concretar la reunión.
Según explicaba ayer un dirigente frepasista, a pesar de su ostracismo
mediático Alvarez viene dedicándose a la elaboración
de proyectos y propuestas, que tiene pensado conversar con De la Rúa
en la inminente cumbre. La explicación es sencilla: Chacho tiene
una visión cada vez más crítica sobre la política
del Gobierno, pero está convencido de que cualquier cuestionamiento
debe venir acompañado por iniciativas concretas. Por eso mantiene
reuniones periódicas con un grupo de técnicos encabezados
por Ricardo Mitre, hombre de su plena confianza y ex secretario parlamentario
del Senado, con los legisladores de su partido y con los funcionarios
frepasistas. “No se nota, pero está bastante activo”,
aseguran cerca del ex vicepresidente.
Sería el segundo encuentro entre los dos ex integrantes de la fórmula
de la Alianza desde que, hace casi ya dos meses, Chacho renunció
a la vicepresidencia. Después del portazo se vieron una sola vez,
en Olivos, y hablaron por teléfono en un par de oportunidades.
Además, Alvarez mantuvo algunas reuniones, siempre de bajo perfil,
con funcionarios de la Rosada. El viernes pasado, por ejemplo, se encontró
con José Luis Machinea. La reunión había sido planeada
como secreta pero fue difundida por el Gobierno (y reconocida por el propio
Presidente) en un intento por transmitir la imagen de una Alianza unida.
Es que el Gobierno atraviesa una situación difícil, que
el silencio cuestionador de Alvarez no hace más que complicar.
Lo que ocurre es que todos saben que, aunque cuida sus apariciones públicas,
Alvarez tiene cada vez más críticas. Y, si hace dos meses
la objeción se centraba en el manejo que hizo De la Rúa
de la crisis del Senado, el enfoque se ha trasladado a la economía.
Hoy, Chacho no sólo cuestiona la falta de crecimiento sino que
también se opone a la reforma del sistema previsional impulsada
por el Ejecutivo.
RUCKAUF
QUIERE UN PACTO DE GOBERNABILIDAD
Para llegar hasta el 2003
El gobernador bonaerense Carlos
Ruckauf propuso que presidente Fernando de la Rúa establezca un
acuerdo “estratégico” con todos los mandatarios provinciales
a fin de garantizar la gobernabilidad en los próximos tres años.
“La situación es grave y se necesita un acuerdo histórico
entre el presidente y los gobernadores, no solamente en los momentos en
que el agua llega al cuello, sino como tema estratégico”,
sostuvo Ruckauf quien reclamó “una política propia”
para discutirla con el FMI sin necesidad de tener que “hacer siempre
lo que ellos dicen”. Ruckauf apunta a sostener una imagen de debilidad
del gobierno nacional el que, según el, tendría como única
salida establecer un sistema de cogobierno con la oposición a la
hora de definir la política económica del país.
“Aunque tengo claro que éste es un momento muy delicado de
la economía nacional y más allá de convocarnos para
sacarlo del borde del precipicio, me gustaría que se invite a los
gobernadores una vez aprobado el presupuesto nacional a una discusión
de fondo de cómo bajar impuestos y tasas de intereses para reactivar
la economía”, aseguró ayer el mandatario bonaerense.
También estimó que “cualquier presidente tiene que
buscar una masa crítica más allá del propio partido
y nosotros —insistió—, en estos tres años que
le quedan a De la Rúa, vamos a tratar de ayudarlo a que tenga la
masa crítica para cambiar la situación económica
del país”.
Ruckauf ya había propuesto una suerte de cogobierno hace un par
de meses, cuando sugirió convocar a un “pacto de la Moncloa”
a la argentina para salir de la crisis económica.
Ahora el bonaerense habla de garantizar la gobernabilidad, con lo que
redobló su crítica a la gestión de la Alianza al
frente del Ejecutivo nacional. Y apuesta a señalar una supuesta
debilidad del Presidente, al que dice tirarle una mano: “yo apoyo
al Presidente para que gobierne”, aunque aclaró que “no
en todo, lo apoyo para que tenga la libertad que el pueblo le dio al elegirlo
primer mandatario de la Argentina”.
Ruckauf parece asimilar parte del discurso político de su antecesor
en la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, quien insiste desde
sus tiempos de campaña presidencial en que el “modelo económico
está agotado”. El actual mandatario bonaerense consideró
“fundamental” que el gobierno decida “cambiar el rumbo”.
Y sugirió “bajar los impuestos y las tasas de interés
para reactivar la economía”. Ruckauf agregó que de
este modo “se puede cambiar totalmente la situación económica
de la Argentina”.
Según el bonaerense la salida de la recesión “es perfectamente
posible si se hace un acuerdo entre los gobernadores y el Presidente”.
Y dijo que una muestra de la buena voluntad de los mandatarios justicialistas
quedó de manifiesto con el firma del Pacto Fiscal y el apoyo del
PJ para que se sancione la ley de Presupuesto en el Parlamento. “Tenemos
que darle a De la Rúa el instrumento necesario para que gobierne
aunque no compartamos partes sustanciales del texto”, concluyó.
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