Por Mariano Blejman
El caso Víctor
Hugo Morales sentó un precedente en la televisión argentina,
en tanto planteó un desafío a las reglas del juego. Su actitud
de pasar por izquierda, en el programa Desayuno,
de Canal 7, imágenes del partido que Boca Juniors le ganó
en Tokio al Real Madrid, por sobre los derechos de exclusividad de Cablevisión,
instaló un debate caliente en el medio. Hace 30 años
vi en blanco y negro el partido de la final del mundo del Ajax contra
Independiente en Holanda. Ahora no pude ver nada por culpa del cable.
¿De qué sirve la tecnología si la pudre el dinero?
Gracias, mejor me quedo con el blanco y negro, le escribió
al relator un oyente del programa Competencia, que conducen
Radio Continental. Víctor Hugo hace suyo el comentario, contextualizándolo:
dice que de una vez por todas debería quedar claro que los medios,
estatales o privados, deben ser un servicio a la gente. Y que una final
de una copa intercontinental de fútbol no se pase por la televisión
de aire es un atentado contra los derechos de la gente.
¿Cómo fue que terminaron transmitiendo buena parte
del partido?
El día anterior anunciamos que teníamos ese propósito.
Aunque no lo reconozcan ahora, lo que hacíamos les servía
de promoción incluso a quienes pagaron los derechos. Los responsables
de Cablevisión, y también los del 7, tuvieron 24 horas para
ver la promoción. No dijeron nada. El martes, la gente fue descubriendo
que espiábamos el partido y se dio cuenta de que algo podía
ver. Nosotros hicimos nuestro programa y de vez en cuando dividíamos
la pantalla o poníamos un monitor detrás del escenario.
En el trayecto, nos fuimos dando cuenta de la enorme necesidad de la gente,
ya que llegaron cientos de correos electrónicos. Había quienes
no podían creer que el partido se ofreciera sólo en cable.
Pero solamente cuando los jugadores festejaron en la cancha quedó
por un instante la pantalla completa.
¿No hubo ilegalidad?
No. Incluso le dimos una buena mano a la Ley de Radiodifusión
22.285 que dice que los objetivos fundamentales de los medios son los
de contribuir al afianzamiento de la unidad nacional. Pero sin entrar
en cuestiones legales creo que ningún interés ha sido lesionado.
Al estar como conductor tratan de hacer foco en mí. Tienen el rencor
que ha despertado en los canales de cable la constante lucha que hemos
hecho contra estos monopolios. Si hubiese ilegalidad, habría legitimidad
ética.
Cablevisión dijo que iniciará acciones legales contra
la producción. Alega que vendió el partido en diferido a
América y que ustedes arruinaron esa emisión.
Si se los perjudicó lo va a determinar un juez. Pero los
16 puntos de rating inicial que tuvo América en el partido diferido
prueban que no es así.
¿La discusión es fútbol como bien social o
como negocio?
Esa es mi pelea en la radio. En mi programa soy conductor y no me
excedo más allá de ciertos márgenes. Puede pensarse
que lo de Desayuno era una continuidad de la campaña
de la radio, pero Metzger, el productor, jamás ha estado en una
campaña de esa naturaleza.
Cablevisión no opina igual
Creo que no existía nada más legítimo en la
Argentina en esas dos horas de las 7 a las 9 de la mañana que descomprimir
una situación de abuso de poder. A un medio se le dan ventajas
y privilegios porque se supone que va a dar un servicio. Un medio no puede
ser la restricción de un servicio.
¿Cómo se va a defender?
Yo no tengo pito en este baile, porque no fue mi decisión
personal. Pero si me tocara discutir tengo argumentos sólidos.
Hay un dato que me gustaría recalcar: Desayuno arrancó
con sus 2 puntos habituales y creció, porque la gente buscaba ver
el partido. Si hubiéramos arrancado con 11 puntos, podríamos
decir que la gente sabía. Pero la gente fue buscando y se fue quedando.
Encontró algo parecido a un servicio.
¿Canal 7 sabía o no?
El canal no sabía, pero tenía alguna advertencia en
la promoción que habíamos hecho. ¿O nadie advirtió
una promo que se pasó durante 24 horas? Allí dijimos vamos
a tener esta ventana abierta, miren cómo va a estar la pantalla.
Entonces, ¿de qué se quejan? Es una locura que en el canal
se quejen.
-¿Es cierto que en Mundial 86 usted transmitió por radio
en exclusividad?
Es cierto que Radio Argentina había comprado los derechos
exclusivos. Cuando me llamaron les hice ver la inconveniencia de que un
relator no argentino fuese el único autorizado a relatar los partidos
desde México. Hector Ricardo García y Cangeme lo entendieron
y le vendieron los derechos a Radio América. Por eso también
transmitió ese Mundial el Gordo Muñoz, para Rivadavia.
|