El gobierno de Bill Clinton
dio ayer un contundente respaldo a la Argentina. Durante una reunión
de una hora que la secretaria de Estado, Madeleine Albright, mantuvo con
Fernando de la Rúa, la funcionaria le confirmó que Estados
Unidos apoya la ayuda financiera reclamada por la Argentina,
tal como informó el propio jefe de Estado al finalizar el encuentro
en la ciudad de México. A su vez, desde Washington, el vocero del
Fondo, Thomas Dawson, admitió que el operativo blindaje liderado
por el FMI podría ponerse en marcha antes de la Navidad.
Albright me expresó la mayor disposición y voluntad
del gobierno de los Estados Unidos hacia la Argentina, comentó
De la Rúa en rueda de prensa. Durante la reunión, la funcionaria
estadounidense se mostró interesada en las políticas sociales
encaradas por la Casa Rosada y el último pacto fiscal rubricado
con las provincias.
El firme respaldo de la administración Clinton al gobierno argentino
aparece como decisivo en medio de la crisis económica y el nerviosismo
de los mercados. Justamente, fue en este contexto que Economía
se encuentra ultimando los últimos detalles de un blindaje financiero
multimillonario que liderará el Fondo, junto a otros organismos
internacionales, bancos y las AFJP, y que será anunciado la próxima
semana, según anticipó ayer José Luis Machinea, una
vez que el ministro se reúna con Teresa Ter Minassian, la jefa
de la misión que se encuentra en Buenos Aires.
El Gobierno ha puesto su esperanza en que esta operación dará
certezas a los inversores, regenerará la confianza y abrirá
las puertas al despegue económico. El blindaje es una buena
solución y debería ayudar a reducir las tasas de interés,
se entusiasmó el ministro. En este escenario de definiciones, Estados
Unidos salió a ofrecer todo su respaldo al gobierno de la Alianza.
Además del apoyo de Albright, ayer se supo que la próxima
semana visitará el país el subsecretario para Asuntos Internacionales
del Tesoro de ese país, Timothy Geithner.
Desde Washington, el vocero del FMI dijo que era totalmente posible
que el directorio del organismo apruebe el crédito antes de Navidad.
Estamos bastante animados por cómo está funcionando
el proceso legislativo argentino, dijo Dawson al aplaudir la aprobación
del Presupuesto 2001 en Diputados.
Mientras tanto, la misión del Fondo que supervisa el cumplimiento
del programa de medidas del Gobierno para acceder al blindaje pasó
la tarde de ayer analizando la forma en que se desregularán las
obras sociales, uno de los reclamos del FMI para destrabar la ayuda. Ter
Minassian se reunió con Rubén Cano, superintendente de Salud,
para interiorizarse sobre la desregulación. Cano, a su vez, le
informó que el Gobierno piensa en implementar un seguro de salud
para aquellas personas sin cobertura. Junto con la sanción del
Presupuesto 2001, el pacto fiscal con las provincias y la reforma previsional,
la apertura de las obras sociales forma parte del paquete de condiciones
que el Fondo le impuso al Gobierno para liderar el socorro financiero,
que superaría los 20.000 millones de dólares.
Preocupado por lograr el consenso que permita la aprobación de
las medidas que pide el FMI, Machinea puso una cuota de dramatismo al
graficar la situación económica. Hace quince días
estábamos en una situación tal que, si no hacíamos
algo, íbamos camino a Rusia. Y la situación todavía
es difícil, advirtió, en referencia a la posibilidad
de que la Argentina deje de honrar sus compromisos de deuda. Ayer, la
Bolsa dio un respiro. El índice de acciones líderes MerVal
trepó 0,7 por ciento, mientras que los títulos públicos
mejoraron un uno por ciento en promedio.
POLEMICA
POR LA DESOCUPACION
¿El Indec es de Bullrich?
La ministra de Trabajo, Patricia
Bullrich, difundió ayer un escueto comunicado de prensa titulado
no hay informes del Indec y subtitulado todavía
no hay mediciones oficiales del índice de desempleo. El comunicado
sale al cruce de la publicación por parte de este diario que apunta
que, con el 85 por ciento de la encuesta de hogares de octubre, procesados
en el área metropolitana (Capital y Gran Buenos Aires) y el 30
por ciento en el interior, la tasa de desocupación se ubicaría
en el 15 por ciento.
Sobre esta cifra, que marca un incremento frente a octubre del año
pasado, cuando la tasa fue de 13,8 por ciento, la ministra comentó
que es una buena noticia mal contada y argumentó que
la comparación debía hacerse contra mayo último,
cuando la tasa fue del 15,4 por ciento. Los técnicos del Indec,
sin embargo, afirman que la comparación correcta es con igual mes
del año anterior, para evitar los efectos estacionales en la búsqueda
de empleo entre mayo y octubre.
Sea como fuere, no hay duda de que Bullrich le quiere imprimir su sello
personal a su gestión al frente de Trabajo. Es la primera vez que
un ministro de Trabajo difunde un comunicado asegurando que todavía
no hay mediciones oficiales sobre desocupación del Indec,
un organismo dependiente del Ministerio de Economía cuya meta es
convertirse en un organismo autárquico para mantener al margen
de las presiones políticas.
El Ministerio de Trabajo informa, con referencia a las versiones
que han circulado recientemente sobre el índice de desempleo, que
no existen cifras oficiales del Indec, referidas a una nueva medición
de la desocupación, dice el comunicado. Como publicó
este diario, el Indec tiene previsto difundir oficialmente los datos el
14 de diciembre próximo y, como es habitual, nunca difunde información
oficial al respecto antes de la fecha pautada. Tampoco sería lógico
que lo hiciera a pedido de la ministra. Más aún si todavía
resta procesar el 15 por ciento de la encuesta en el GBA y el 70 por ciento
en el interior del país. Los datos que publicó este diario
son parte de los informes que, en base a una porción relevante
de la encuesta, hacen los técnicos del Indec para informar con
anticipación a ministros como Bullrich.
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