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ENTREVISTA A KEITH JARRETT ANTES DE SUS PROXIMOS CONCIERTOS EN BUENOS AIRES
"En la música me seduce la transparencia"

Es el pianista vivo más importante del jazz. No sabe por qué elige los temas que elige. Cree que la melodía "lo es todo". Toca los próximos martes y jueves, al frente de su trío con Peacock y De Johnette.

Keith Jarrett tocará en Buenos Aires al frente de su trío.

Por Diego Fischerman

La respuesta preferida de Keith Jarrett es “no sé”. No es que sea hosco. Al contrario, trata de ser simpático, de contestar con amabilidad. Más bien se trata de una especie de timidez extrema o, tal vez, de que cuando habla, igual que cuando improvisa en el piano, no sólo necesita de un tiempo para encontrar cada idea sino que no lo oculta. Al contrario. Hace de eso un estilo. Los “no sé” de Jarrett tienen que ver con cómo descubre que una idea musical es buena, con cómo selecciona el repertorio de standards y con cuál es el grado de control que ejerce sobre el material. “No sé cuando hay una buena idea; sólo está allí y aparece”, dice Jarrett en la entrevista telefónica que mantiene con Página/12.
La pregunta siguiente, sin embargo, provoca otra clase de contestación. ¿Y cómo se da cuenta cuando un material es malo? “Es muy curioso, porque no tiene nada que ver con la calidad del material en sí”, contesta. “Pienso sobre todo en las baladas. En algunas baladas hermosas que, sin embargo, no nos funcionan”. El plural se refiere al trío con el que tocará por segunda vez en Buenos Aires los próximos martes 5 y jueves 7, en el Teatro Gran Rex. Un trío que salvo esporádicamente (y en un disco llamado Changeless) sólo toca standards, es decir temas clásicos del jazz. “Los standards proporcionan un material magnífico para construir algo nuevo”, explica el pianista. “Gary (Peacock), Jack (De Johnette) y yo los conocemos desde siempre, no tenemos que pensar y entonces toda nuestra energía va hacia la creación. Ahora ¿por qué algunas baladas bellísimas no nos funcionan? Me parece que es porque si un tema es demasiado bello condiciona excesivamente lo que uno va a tocar. Crea obligaciones. Y contiene ya una cuota de información muy grande, melódica, rítmica, armónica, que, paradójicamente, limita lo que uno pueda inventar. Tal vez sea por eso que uno de los mejores solos de la historia del jazz, el de Coleman Hawkins en “Body & Soul” (en la grabación del 39) tenga que ver con un tema bastante mediocre, sin la calidad musical de cualquiera de las canciones de Irving Berlin, por ejemplo”.
Jarrett lamenta ser famoso, en muchos casos, sólo por uno de sus discos más despreciados, el Köln Concert. Uno de los preferidos, en cambio, es casi desconocido. En Spirits, el pianista que comenzó su carrera junto a Charles Lloyd y Miles Davis y que se convirtió en uno de los creadores más importantes de la historia del género, prueba con distintas conformaciones instrumentales y, también, muestra un evidente eclecticismo estilístico. “Yo no soy uno solo, no puedo limitarme a tocar sólo un tipo de música o a tocarlo de una sola manera. Book of Ways (el álbum en el que improvisa en un clave), Facing You (el primer disco de piano solo), Survivors Suite (con el “cuarteto americano”, junto a Paul Motian, Dewey Redman y Charlie Haden) o los discos con el trío son totalmente distintos entre sí pero todos ellos me representan.”
–¿Qué es lo que lo seduce de una partitura “clásica” como para decidir tocarla?
–La transparencia. Cuando descubrí los Preludios y Fugas de Shostakovich tuve una impresión visual muy fuerte al ver la partitura. Era de una claridad excepcional. Era cristalina. Handel, Mozart, Rameau, Bach, tienen esas mismas cualidades. Esa es la música que no sólo me gusta tocar sino que creo que puedo tocar bien. Sobre todo porque es afín a mí. Chopin me encanta, y lo puedo tocar en privado, pero no es mi lenguaje. No lo siento propio. No podría tocarlo como si fuera música mía y eso es lo que me gusta que suceda cuando interpreto “clásicos”.
–¿Cuál es el lugar que le asigna a lo melódico dentro de su decálogo personal?
–La melodía es todo. Es lo que une las distintas partes, los diferentes niveles de una música. Cualquiera sea. La melodía es lo que da sentido a la música, es como la respiración o los latidos del corazón. Está todo el tiempo, es lo que le da la vida a una obra musical cualquiera pero, al mismo tiempo, rara vez se tiene conciencia. Muchas veces se la registra cuando falta pero no se percibe su importancia mientras está. La cualidad melódica es lo que hace que un tipo, cuando está haciendo un solo, no esté simplemente haciendo una nota después de otra. La música es mucho más que eso.
–¿Cuál es el principal atractivo de tocar con Jack De Johnette en batería y Gary Peacock en contrabajo?
–Hay varios, el primero de ellos: poder tocar con otros. El placer es totalmente distinto cuando hay interacción con otros músicos, cuando las ideas de cada uno circulan de uno al otro, cuando Jack introduce un elemento rítmico y Gary lo toma y después yo empiezo a desarrollarlo y Gary repite uno de los motivos que yo toqué y eso le da nuevas ideas a Jack. El segundo atractivo tiene que ver con estos otros en particular. Con la calidad de Gary y Jack como músicos. Y el tercero, quizás el más importante, es que nos conocemos de memoria."

 

 

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