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La estrategia de Ruckauf para ser electo en 2001

El gobernador bonaerense puso en marcha su operativo para adelantar las elecciones presidenciales. Sus jugadas. Sus hombres. Menem y Duhalde.

Ruckauf y Solá participaron ayer de un encuentro en Villa Gesell. El gobernador arma su esquema.

Por Fernando Almirón

Carlos Ruckauf especula seriamente con la posibilidad de que Fernando de la Rúa abandone el Gobierno antes de cumplir su mandato. Y se prepara para competir por la candidatura presidencial del justicialismo ante una hipotética convocatoria a elecciones presidenciales anticipadas, en octubre del 2001. Los asesores del gobernador bonaerense opinan que estos tiempos de crisis corren tanto en contra de De la Rúa como del propio Ruckauf, quien está al frente de una provincia en la que se registran los mayores índices de desocupación y exclusión social. Afirman con preocupación que sólo un milagro podría evitar el desborde del descontento popular en el Conurbano en los próximos tres años. El primer paso de la estrategia del gobernador será tomar distancia de Eduardo Duhalde.
1 Los tiempos de Ruckauf. El gobernador asimiló como carne propia las palabras de Julio Aurelio. El encuestador forma parte de su staff íntimo desde que le susurró a sus atentos oídos que en el 2001 la Alianza se quedará sin fichas para apostar a su gobernabilidad, con lo que se habilitaría la posibilidad de convocar a elecciones presidenciales anticipadas. Esta sería la oportunidad que Ruckauf necesita para llegar a la Casa Rosada.
Algunos hombres del entorno del gobernador consultados por Página/12 manejan la siguiente hipótesis: para Ruckauf el 2003 –año en el que está prevista la elección de un nuevo presidente– se instala cada vez más lejos de las posibilidades reales con las que cuenta para dar batalla en la competencia. Calculan que hasta ahora pudo sortear el descontento en la provincia en la que se registran los índices más altos de desocupación y exclusión, y anotan que su gestión logró abrochar un plan financiero que le permitirá afrontar sus obligaciones hasta diciembre del 2001. Pero ni un solo día más. “Si yo pudiera llegar a un déficit de 1500 millones, sería feliz”, confesó Ruckauf durante una entrevista concedida a este diario el 12 de noviembre. Su cálculo en realidad araña los 2 mil millones de rojo en las cuentas.
Los asesores de imagen de la provincia se preguntan si el bonaerense podrá sostener durante tres años más su elevado grado de exposición mediática y cuánto falta para que ésta se le vuelva en contra ante la menor operación destinada a esmerilar su imagen. O frente a un desborde del descontento social que requiera ser apagado con represión.
“Hoy los números indican que encabeza las encuestas de intención de voto a Presidente de la Nación –apunta un funcionario del gobierno provincial-. Pero no nos olvidamos de que Graciela Fernández Meijide era número puesto en el ‘97 y apenas un año después los votos que juntaba no le alcanzaban ni para disputar un cargo de concejal”. “Ruckauf está convencido de que los tiempos de De la Rúa son tan limitados como los de él mismo al frente de la gobernación; los dos están sentados sobre un polvorín”, apuntó un legislador nacional del PJ.
2La estrategia del gobernador. Ruckauf “intentará empujar a De la Rúa, ponerlo contra las cuerdas, para que llame a elecciones anticipadas el año próximo”, sintetizó un dirigente del PJ bonaerense. Para lograr esto, el gobernador de Buenos Aires selló hace poco más de un mes un acuerdo con el jefe de la CGT disidente, Hugo Moyano, quien hoy por hoy tiene el control de la llave que regula las manifestaciones de descontento social. Ahora parece que ese acuerdo está a punto de desvanecerse debido a las dudas que despierta en el bonaerense la estrategia de Moyano, basada en una secuencia de paros activos con cortes de ruta incluidos. “La idea era ponerse al frente del descontento social y apuntar la bronca de la gente hacia el gobierno nacional”, explicó uno de los hombres que sirvió de enlace entre los sindicalistas y el ruckaufismo. “Pero el gobernador se asustó cuando vio a la gente en la calle”, aclaró la fuente. De todos modos la sociedad no está muerta. La estrategia tendiente a instalar la idea de un gobierno “al borde del precipicio”, tal como lo definió a este diario, se puso en marcha durante la última semana en la que propuso establecer una suerte de cogobierno con los mandatarios provinciales para asegurar la gobernabilidad del país.
Si Ruckauf se lanza de lleno a una campaña presidencial anticipada, también acelerará en la provincia la disputa en torno de quién lo sucederá al frente de la gobernación bonaerense. Ya están anotados en la carrera Felipe Solá, Osvaldo Mércuri, Hugo Curto y Alberto Balestrini.
La interna provincial resultará funcional a su aspiración presidencial prematura, ya que intentará alinear a los ansiosos que no que están dispuestos a esperar tres años para ascender en el escenario político.
3 El escollo Duhalde. El punto de desacuerdo entre Ruckauf y Duhalde bien se podría denominar el factor Menem. En el peronismo reconocen que el ex presidente no se fue del gobierno, después de diez años en el poder, con la cola entre las piernas.
Menem, según el entorno de Ruckauf, representa un porcentaje interesante de votos que ningún aspirante a la candidatura presidencial del PJ puede despreciar. “En números se podría decir que anda por el 17 por ciento del electorado cautivo del partido”, estimó un importante dirigente del justicialismo provincial. La misma fuente señaló: “¿Por qué cree usted que Ruckauf desistió de ir a una interna con Menem para disputarle la conducción del PJ a nivel nacional? Porque perdía. ¿Qué aprendió Ruckauf después de conocer las mediciones sobre el resultado de esa interna? Que Menem es el que puede darle la diferencia que necesita en una hipotética puja por la candidatura frente a José Manuel de la Sota”.
Duhalde mantiene un enfrentamiento sanguíneo con Menem, por lo que resulta imposible establecer un acuerdo político entre ambos. Ruckauf en cambio nunca llegó a romper del todo con el menemismo. Es más, el gobernador mantiene fluidos contactos con hombres del ex presidente. Por su intermedio, ambos llegaron a un pacto de no agresión hace dos meses.
El entorno de Ruckauf dibuja sus números. De las cuentas deducen por un lado que Duhalde acapara todas las restas. Que 2003 representa mucho menos que 2001. Que si en 10 meses se cumple el pronóstico de Aurelio, Ruckauf se lleva todos los porotos. Pero, que si el calendario electoral no se altera, el 2003 premiará la paciencia del mandatario mediterráneo.

 

 

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