Después
de su presentación mundial en el Salón de Ginebra, el espectacular
BMW M3 llega al país. Comparadas con las anteriores, las prestaciones
y las propiedades dinámicas en la conducción están
expresadas de forma más evidente a través del diseño
de ésta, la tercera generación. Las comprobadas ventajas
de utilidad práctica de este modelo no han cambiado en absoluto.
El diseño es atléticamente deportivo, pero elegante. Se
diferencia estéticamente respecto de sus hermanos de la Serie 3
por un nuevo faldón delantero con faros antiniebla integrados y
amplias tomas de aire. El capot es de aluminio y cuenta con un buche característico,
que proporciona el espacio necesario para la incorporación del
nuevo motor.
Ese estilo atlético está reforzado con unos nuevos espejos
exteriores de diseño M, con ópticas esferoidales y, opcionalmente,
rebatibles y un nuevo faldón aerodinámicamente optimizado
y dotado con spoiler en la parte posterior. El carácter deportivo
de la Serie 3 está reforzado por los caños de escape dobles
en cada lado de la parte trasera del vehículo.
El nuevo M3 ofrece una longitud de 4,49 metros, un ancho de 1,78 metro
y una altura de 1,37 metro. Su distancia entre ejes equivale a la cota
de 2,73 metros.
Las formas, los colores y los materiales empleados refuerzan el específico
carácter M. Se pueden elegir tres diferentes niveles de acabado:
una combinación de material textil y cuero, una combinación
de cuero y alcántara o una tapicería de cuero.
El corazón mecánico del nuevo M3 sigue constando de un motor
atmosférico de seis cilindros en línea. Al igual que la
generación anterior, este propulsor completamente nuevo ofrece
unos elevados niveles de par y potencia, unos favorables valores de consumo
y emisiones, así como un sonido inconfundible (ver aparte).
El nuevo M3 transmite sin problemas su impresionante potencial a través
de una caja de cambios de seis velocidades. En su sistema de transmisión
está integrado un nuevo diferencial autoblocante variable. El diferencial
autoblocante permite la canalización controlada de la fuerza motriz
a las ruedas traseras.
En comparación con los sistemas convencionales, el diferencial
autoblocante no capta la adherencia de las ruedas motrices sino que controla
su respectivo número de rotaciones. Posibles diferencias de régimen
son compensadas por el nuevo autoblocante de manera que el conductor disponga
en cada momento de una capacidad de tracción óptima. Este
nuevo sistema ofrece a los conductores del nuevo M3 unas ventajas significativas,
por ejemplo, en el momento de arrancar sobre superficies deslizantes o
en condiciones de conducción deportiva en recorridos sinuosos.
Para perfeccionar su estabilidad dinámica en todas las posibles
situaciones de conducción, los ingenieros de BMW M han mejorado
numerosos elementos del vehículo, perfeccionando la alta rigidez
estructural y disminuyendo las masas oscilantes. La combinación
de estas dos medidas asegura un comportamiento y una estabilidad referentes
en el entorno de los automóviles de la categoría del M3.
El nuevo M3 cuenta con un sistema de frenos flotantes de diseño
compuesto, muy eficaz y de amplias dimensiones, gracias a discos de acero
(325 mm de diámetro por 28 mm de espesor delante y 326 mm por 20
mm detrás).
Los
343 CV se hacen sentir
Con
una cilindrada de 3245 centímetros cúbicos (87 mm
de diámetro por 91 mm de carrera), el nuevo motor M3 entrega
343 CV a 7900 rpm. Su valor de par máximo equivale a la cifra
de 365 Nm a 4900 revoluciones por minuto. La potencia específica
de 105 caballos por litro de capacidad es un valor que no alcanzan
en la actualidad la mayoría de los automóviles deportivos
con motores no sobrealimentados.
El nuevo M3 puede acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora
en sólo 5,2 segundos y puede recuperar en cuarta relación
de 80 a 120 kilómetros por hora en 5,4 segundos.
Tradicionalmente, BMW no suele emplear conceptos de sobrealimentación
para obtener una elevada potencia máxima sino que apuesta
más bien a la tecnología atmosférica comprobada
y continuadamente perfeccionada. Los propulsores atmosféricos
de alto régimen ofrecen mejor capacidad de respuesta que
los sistemas sobrealimentados por turbocompresor, así como
un desarrollo más armonioso de su potencia en toda la banda
de revoluciones.
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