Por
Maximiliano Montenegro
La
Carta a los Argentinos, virtual plataforma electoral de la Alianza que
llevó al poder a Fernando de la Rúa, decía: Uno
de los aspectos clave de la política económica es el sistema
tributario, que en nuestro país se caracteriza por graves falencias
estructurales. En primer lugar, un intolerable nivel de evasión.
Considerando únicamente el IVA, los niveles de evasión alcanzan
al 40 por ciento; en el caso del impuesto a las Ganancias los guarismos
serían aún más altos. De hecho, la evasión
en Ganancias equivale hoy a la mitad de la recaudación. Quiere
decir que, por cada 2 pesos que se recaudan, se pierde 1 por evasión.
Esta situación no sólo impacta sobre la equidad sino también
sobre la competitividad. Sin embargo, el proyecto de Presupuesto
2001, el primero elaborado íntegramente por el gobierno de la Alianza,
prevé que la reducción de la evasión para el año
venidero será igual a... cero. Lo admitió a Página/12
el subsecretario de Política Tributaria, Juan Carlos Gómez
Sabaíni, quien el año pasado calculó la evasión
en 29 mil millones de pesos anuales. La historia de cómo la Alianza
desarticuló la AFIP, se rehúsa a perseguir a los grandes
evasores según denunció el economista del Frepaso
Arnaldo Bocco y se resigna públicamente a no ganar un centavo
en la lucha contra evasión.
Los más reconocidos especialistas en administración tributaria
aseguran que la estimación más conservadora de la evasión
en Argentina alcanza a los 20 mil millones de pesos al año. De
acuerdo con otras estimaciones supera los 35 mil millones.
Por ejemplo, según el estudio realizado por un equipo de expertos
encabezado por el frepasista Arnaldo Bocco, a pedido del Consejo Empresario
Argentino (CEA), la estimación más modesta de la evasión
que se puede hacer es de 20 mil millones de pesos anuales, considerando
IVA, Ganancias y Bienes Personales. Por caso, allí se explica
que hay en Argentina 1,5 millones de hogares con patrimonios mayores a
100 mil dólares y que por ende teóricamente están
alcanzados por el impuesto a los Bienes Personales. Sin embargo, hay sólo
338 mil contribuyentes al impuesto, el 22,5 por ciento de los que deberían
pagar.
De acuerdo con el ex director de la DGI, Raúl Cuello, los
estudios oficiales que se manejaron en los últimos años
hablan de un nivel de evasión de 22.000 millones sólo entre
los dos impuestos principales, IVA y Ganancias.
Pero, sin duda, el cálculo de evasión más llamativo
es el que hizo el año pasado el actual subsecretario de Política
Tributaria, Juan Carlos Gómez Sabaíni, un tributarista de
reconocida trayectoria: 29.000 millones de pesos en una hipótesis
conservadora (ver aparte nota de Julio Nudler).
Sin embargo, hoy, el Gómez Sabaíni funcionario de la Alianza
dice que no hay estimaciones serias de evasión en Argentina.
Y admitió, en una entrevista con Página/12, que el proyecto
de Presupuesto 2001, que la semana pasada tuvo media sanción en
Diputados, contiene una previsión de reducción de la evasión
igual a cero.
En otras palabras, todo el aumento de la recaudación se explica
o bien por el incremento en el nivel de actividad económica o bien
por el cobro por parte de la DGI de deudas pendientes de los contribuyentes.
No hay ni un centavo del aumento de recaudación previsto que se
explique por mejoras en la administración tributaria,
la fórmula con que en la jerga técnica se conoce a la disminución
de la evasión.
En una economía en recesión no se puede hacer nada
para reducir la evasión, afirma Sabaíni, quien reconoce
que desde 1996 hay una clara distensión en la lucha
con la evasión y que todavía no se revirtió.
De hecho, este año, si no fuera por el impuestazo la recaudación
habría sido inferior a la del año pasado, y ni siquiera
Sabaíni se anima a defender la idea de que hubo alguna mejora en
la reducción de la evasión. ¿Cuánto de los
20 mil millones anuales de evasión se podría recaudar, el
año que viene o el próximo, si hubiera voluntad política?,
le preguntó Página/12 a tres especialistas en el tema. La
respuesta fue, como mínimo, entre 1800 y 2000 millones de pesos
en el primer año. Para tener una idea de la magnitud de la cifra,
es lo que teóricamente debía reportar el impuestazo de principios
de año. O, si se prefiere, entre el doble y el triple de lo que
se ahorró el Estado con el recorte salarial a los empleados
públicos (700 millones de pesos).
Pero, para alcanzar ese objetivo, coincidieron en advertir Leonel Massad,
Cuello y Bocco, sería necesario un cambio urgente en la política
oficial. Los tres alertaron sobre la desarticulación de la DGI
en los últimos meses y denunciaron la sangría de cuadros
técnicos de primer nivel que se produjo en el organismo recaudador
como consecuencia del ajuste presupuestario y la promoción de los
retiros voluntarios (ver aparte).
¿Por qué el Gobierno se resignó a no avanzar en la
lucha contra la evasión? Hay diferentes hipótesis, no excluyentes:
1) Falta de voluntad política. Arnaldo Bocco, uno de los candidatos,
tras asumir la Alianza, a ocupar la jefatura de la DGI contó en
el programa Lado Salvaje, que se emite por CVN, que tuvo en
los primeros meses de este año una conversación con el ex
jefe de la SIDE y amigo presidencial, el polémico Fernando de Santibañes.
Según Bocco había varios funcionarios presentes y De Santibañes
le dijo textualmente: Vos no podés ir a la DGI porque le
vas a meter la mano en el bolsillo a mucha gente importante. El
economista del Frepaso cree que el voto de De Santibañes fue una
bolilla negra que impidió su acceso al organismo recaudador.
2) Privatización de la recaudación. Una segunda hipótesis
apunta al negocio de la privatización de la recaudación
que, auspicia, entre otros, el ex ministro Domingo Cavallo. Según
esa idea, detrás del reconocimiento público de que no se
puede hacer nada para bajar la evasión, está el interés
de las consultoras internacionales de auditoría y contabilidad
por quedarse con un negocio de comisiones millonarias.
3) Presiones del Fondo. De acuerdo con esta hipótesis, los técnicos
del FMI se resisten a incluir en el Presupuesto estimaciones de aumento
de la recaudación por baja de la evasión, las que podrían
dar lugar a expectativas de mayores niveles de gasto. Sin embargo, tanto
Cavallo como Roque Fernández incluían en el Presupuesto
estimaciones de reducción de la evasión, más optimistas
el primero y más moderadas el segundo, que a su vez servían
para aliviar la magnitud del ajuste por el lado del gasto. Más
aún, para los expertos, con un plan serio de combate a la evasión,
los funcionarios del FMI podría aceptar una estimación de
aumento de la recaudación por este motivo de 1500 millones de pesos
para el año entrante.
Claves
Los especialistas coinciden en que la estimación más
conservadora de la evasión en Argentina es de 20 mil millones
de pesos al año.
u El propio subsecretario de Política Tributaria la calculó
el año pasado, cuando no era funcionario, en 29 mil millones
de pesos.
Sin embargo, el proyecto
de Presupuesto 2001, el primero elaborado íntegramente por
el gobierno de la Alianza, prevé que la reducción
de la evasión para el año
venidero será igual a cero.
Según tres expertos
consultados por Página/12, como mínimo, el Gobierno
podría recaudar el año próximo entre 1800 y
2000 millones de pesos adicionales si contara con un plan serio
de combate a la evasión.
Para tener una idea de
la magnitud de la cifra, es lo que teóricamente debía
reportar el impuestazo.
Y entre el doble y el triple de lo que se ahorró
el Estado con el recorte salarial a los empleados públicos.
El economista del Frepaso
Arnaldo Bocco denunció que el ex jefe de la SIDE y amigo
presidencial, Fernando de Santibañes, le advirtió:
Vos no podés ir a la DGI porque le vas a meter la mano
en el bolsillo a mucha gente importante. Y sospecha que ésa
fue la bolilla negra que impidió su acceso al organismo recaudador.
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SUBSECRETARIO
DE POLITICA TRIBUTARIA, GOMEZ SABAINI
No
hay estimaciones serias
El subsecretario de Política Tributaria, Juan Carlos Gómez
Sabaíni, es un economista de reconocida trayectoria académica
y es dentro del equipo de Machinea el experto en temas tributarios. Por
eso, fue tal vez el principal mentor de la reforma tributaria
que el ministro Machinea aplicó a principios de año, más
conocida fuera del discurso oficial como el impuestazo.
La gestión pública parece haberlo vuelto mucho más
escéptico en su visión de la evasión, al menos si
se compara con lo que pensaba un año atrás (ver aparte).
En una entrevista con Página/12, dijo que Argentina no es
un desastre en términos de evasión, sobre todo en
el IVA. Reconoció, sin embargo, que en Ganancias el nivel de evasión
es elevadísimo. Pero, una y otra vez, se negó
a dar una estimación del monto de la evasión en Argentina:
No hay estimaciones serias de evasión porque hay enormes
dificultades cuantitativas, aseguró. Y explicó que
estas dificultades pasan par la falta de información desde
las cuentas nacionales, que cambiaron recientemente, hasta datos concretos
de recaudación y declaraciones juradas de los contribuyentes.
Tampoco aceptó cuantificar la evasión en el impuesto a los
Bienes Personales: No me animo a dar un dato, respondió.
Sin embargo, Sabaíni sí confirmó que la estimación
de aumento de la recaudación por mejoras administrativas
(es decir, por reducción de la evasión) incluida en el Presupuesto
es igual a cero. Y explicó que, más allá
del aumento del nivel de actividad, hay 350 millones de incremento en
la recaudación por el plan de recupero anticipado de diferimientos
impositivos en zonas promocionadas y otros 300 millones por la modificación
en el régimen de cobranza de la AFIP, que permitirá que
el organismo agilice el colchón de cuentas a cobrar que tiene.
¿Más allá del Presupuesto 2001, usted confía
en que, como dicen muchos políticos, hay posibilidades de financiar
un aumento sustancial del gasto social, por ejemplo, reduciendo la evasión?,
preguntó Página/12.
No. En recesión es muy difícil cobrar impuestos.
La
opinión de tres especialistas
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Arnaldo
Bocco, de la ALIANZA
Es patético
La
evasión entre IVA, Ganancias y Bienes Personales supera los
20.000 millones de pesos. En Bienes Personales, por ejemplo, sólo
pagan 338 mil contribuyentes de 1,5 millones que estarían
en condiciones de hacerlo. Es patético, porque es un impuesto
fácil de monitorear, pero no se fiscaliza ni hay cruzamiento
de datos patrimonial y bancarios. En la DGI ha habido grandes pérdidas
con los retiros voluntarios. Por ejemplo, la directora de Sistemas,
una funcionaria de 30 años de carrera que conoce todas la
debilidades de la estructura tributaria, se fue y ahora trabaja
para uno de los principales estudios contables, del otro lado del
mostrador. Si se adoptara una política seria de lucha contra
la evasión, el año que viene se podría recaudar,
como mínimo, 2000 millones de pesos adicionales. Hay que
tener en cuenta que en IVA el 60 por ciento de la recaudación
lo aportan 5 mil grandes contribuyentes. Y en Ganancias el 60 por
ciento lo aportan 25 mil contribuyentes. Hay que trabajar sobre
ese universo con cruzamiento de la información y agentes
en la calle.
Leonel
Massad, tributarista
DGI a la basura
No
se puede combatir la evasión en serio si la DGI no tiene
plata para publicidad, se bajan sueldos y despiden gente. Con el
retiro voluntario se fueron 2000 funcionarios clave, que ahora trabajan
en las empresas. Se tiró a la basura el Presupuesto de la
AFIP. Le dieron un suplemento, pero para pagar deudas viejas de
luz, gas, teléfono. No se entiende que es una inversión.
Por ejemplo:
- Este año se fueron 33 abogados del área contencioso
judicial. Ahora, cada abogado de la AFIP maneja 300 juicios. En
cambio, cada abogado de los contribuyentes maneja como máximo
6 juicios.
- A mediados de año se debió hacer la recategorización
de 1 millón de monotributistas. Pero si no se explica a los
contribuyentes cómo hacerlo, ni con una página de
publicidad en los diarios, no se pueden esperar resultados.
- Tampoco hubo publicidad para vencimientos masivos como Bienes
Personales y Ganancias en abril y mayo. Ni la habrá el año
que viene.
- Las constancias de CUIT son hojitas de papel que todavía
hoy se dan desde al año 92, porque no hay fondos para
hacer tarjetas magnéticas.
- No se hacen intimaciones, porque se deben 5,5 millones al Correo.
- No hay plata en la Dirección de Legislación para
comprar papel para imprimir las resoluciones.
Raúl
Cuello, ex-director DGI
Es inexplicable
Una
cifra generalmente aceptada de evasión sólo en IVA
y Ganancias es 22.000 millones de pesos anuales: 15.000 millones
en IVA y 7000 mil en Ganancias. Con un plan serio, con metas claras,
se podrían recaudar en los próximos dos o tres años
unos 5500 millones adicionales por reducción de la evasión.
Es decir, como mínimo unos 1800 millones de pesos anuales
de recaudación extra. Dada la magnitud de la evasión
en Argentina, es inexplicable que el Gobierno no tenga metas de
disminución de la evasión. Pero para eso sería
necesario reorganizar internamente la DGI (por ejemplo, se podría
agilizar la cobranza trasladándola a los bancos, que hoy
sólo actúan como agente cobrador) y hacer algunos
retoques en Ganancias e IVA.
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