Miles
de personas se encontraron ayer con una ingrata realidad en las boleterías
de trenes, subtes y colectivos: los boletos y cospeles costaban diez centavos
más que el sábado. Previendo el impacto negativo de la novedad,
el Gobierno se ocupó de defender públicamente la medida.
El propio ministro de Economía, José Luis Machinea, se ocupó
del tema luego de la reunión de gabinete realizada en la quinta
presidencial el sábado. El aumento negociado con las concesionarias
fue el menor posible y no perjudica a las personas de menores recursos,
argumentó. En la vereda opuesta, el diputado socialista Héctor
Polino y el defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino,
le contestaron ayer duramente. Polino aseguró que Machinea miente
y lo desafió a un debate público. Además
reclamó la renuncia del secretario de Transportes, Jorge Kogan,
por haber sido asesor de las empresas concesionarias. El ombudsman
Mondino, en tanto, señaló que Machinea nos toma de
pavos a todos y prometió acciones legales.
No sólo el ministro de Economía defendió públicamente
el aumento de precios en el transporte. También el jefe de Gabinete,
Chrystian Colombo, se empeñó en respaldar la disposición
oficial. No es posible, cuando uno hace un aumento de tarifas, dejar
contento a nadie. Estamos cumpliendo con un contrato y tratando de favorecer
a quienes demandan servicios de transporte de larga distancia. Hemos negociado
en la medida en que fue posible, señaló.
Polino, por su parte, diputado por el socialismo democrático, que
hasta hace muy poco tiempo integraba la Alianza, se mostró totalmente
en desacuerdo con el tarifazo y anunció que hoy presentará
una medida cautelar para detener la suba de precios. El ombudsman Mondino,
en tanto, además de criticar a Machinea nos toma a
todos por tontos o pavos, dijo del ministro también
recurrirá a la Justicia. Vamos a utilizar esta vía
si uno de estos funcionarios no ha cumplido con sus deberes o ha violado
una norma que esté fijada en los mecanismos de concesión,
explicó.
Además de Colombo, el viceministro de Economía, Mario Vicens,
y el titular de la comisión de Transportes de la Cámara
de Diputados, Alejandro Nieva, respaldaron la medida. Para Vicens, la
suba de precios en colectivos, trenes y subtes protege al pasajero,
porque le garantiza un mejor servicio. El diputado Nieva (UCR-Jujuy),
por su parte, reconoció que es una medida difícil,
pero opinó que no habría otra alternativa.
Para defender el aumento de precios, los hombres del Gobierno se refirieron
a dos hechos que, según ellos, justificarían la disposición
oficial: la suba del gasoil y los contratos de trenes y subtes negociados
durante la gestión de Carlos Menem. Machinea, por ejemplo, dijo
que todo eso justificaba el incremento en boletos y cospeles. En
los colectivos, las razones se deben al aumento del precio del combustible
en los últimos 18 meses, además de un problema de quebrantos
en el sector, explicó. En relación con los trenes,
el ministro manifestó con orgullo que este Gobierno redujo la duración
del contrato a 24 años, cuando el gobierno anterior lo había
alargado por 30 años.
La decisión oficial de subir los precios del transporte, acordada
con las empresas del sector, implicó que el boleto mínimo
de colectivo se pague 0,75 peso y 0,80 peso en la segunda sección,
mientras que el cospel de subterráneo vale desde ayer 0,70 peso.
A esto, además, hay que sumarle los incrementos tarifarios en los
trenes, que suman en promedio diez centavos en cada sección. Así,
por ejemplo, un boleto ida y vuelta entre Once y Castelar, de la línea
Sarmiento, que antes costaba 1,50 peso, se paga ahora 1,70.
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