En
otra época, los ideales de unanimidad parecían hacérsele
realidad en cada convocatoria electoral al presidente venezolano, Hugo
Huracán Chávez. Pero ayer, en las elecciones
municipales y en el referéndum que buscaba poner fin al poder tradicional
de los sindicatos, triunfó el abstencionismo, que habría
escalado el 80 por ciento. La oposición llegó incluso al
repudio más explícito: el rival de Chávez en las
elecciones presidenciales del pasado 30 de julio, Francisco Arias Cárdenas
y otros destacados dirigentes sindicales rompieron su boleta electoral
en pleno centro de votación y llamaron a los electores a seguir
su ejemplo.
Mi voto se lo dejo en la mesa para que levanten un acta manualmente,
no creo en Indra (empresa española encargada de los escrutinios)
que vino a quitarle plata al país, expresó el secretario
general del tradicional partido Copei, Enrique Ochoa Antich, quien hizo
lo propio en la mesa electoral. Elías Santana, líder del
organismo no gubernamental Queremos Elegir, puntualizó que se está
amparando en los artículos 333 y 350 que obligan a los ciudadanos
a restituir la vigencia de la Constitución cuando es vulnerada,
por lo que también rompió la boleta.
Entre los que votaron, el Sí ganaba el referéndum
sindical por 66,15 por ciento de los votos contra 25,60 por ciento del
No, según las primeras proyecciones oficiosas aparecidas
en la página web del Consejo Nacional Electoral (CNE), que totalizaba
145.100 votos. El triunfo del Sí significa que los
venezolanos aceptan renovar su dirigencia sindical, tal como había
pedido el presidente Hugo Chávez. El polémico referéndum
sindical, criticado por sus detractores que lo estiman inconstitucional,
consultó a los electores si están de acuerdo con la
renovación de la dirigencia sindical en los próximos 180
días y con suspender en sus funciones a los directivos de
centrales, federaciones y confederaciones.
La jornada estuvo signada por una alta abstención cifrada por el
vicepresidente venezolano, Isaías Rodríguez, entre 65 y
70 por ciento, mientras que Federico Ramírez León, presidente
de la mayor central obrera venezolana, Confederación de Trabajadores
de Venezuela (CTV), aseguró que la abstención en el referéndum
se ubicó en un 80 por ciento. Los sindicalistas se aprestan a batallar
por la nulidad de los resultados de un referéndum de tan escasa
convocatoria. Los 11,7 millones de electores estaban llamados a votar
para elegir también 2349 concejales y 3184 miembros de juntas parroquiales
correspondientes a 335 municipios.
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