Por
Cecilia Hopkins
Buena
marca, si pensamos en un emprendimiento público, dijo el
secretario de Cultura Jorge Telerman al notar que solamente se había
retrasado en treinta minutos el comienzo de la conferencia de prensa en
la que sería anunciada la programación del Complejo Teatral
de Buenos Aires. Ubicado entre el director y programador artístico
Kive Staiff y el administrador Carlos Elía, el funcionario se esforzó
en brindar una imagen distendida, informal, dejándose mover, incluso,
al son del vals de Strauss que recibió al público que entraba
al Teatro de la Ribera, en La Boca. Fui puntual y no sólo
en eso cumpliré, abundó luego, al momento de afirmar
su convencimiento de que la reestructuración administrativa de
los teatros de la ciudad sería un éxito. Según subrayó,
la flamante medida por la que se engloban los cinco teatros en un solo
organismo (San Martín, Presidente Alvear, Regio, De la Ribera y
Sarmiento) tendrá el efecto de vigorizar y alentar las actividades
artísticas que tanto goce y prestigio brindan a la ciudad.
Luego de anunciar la asignación de un millón de pesos a
la entidad Proteatro que dirige el actor Onofre Lovero para el fomento
de la actividad independiente, Telerman pasó a tratar el espinoso
tema del presupuesto destinado al área (voy a tomar el toro
por las astas, dijo) antes de que se le preguntase al respecto:
Es una decisión central de este gobierno aclaró
el fortalecer el entramado cultural de esta ciudad, para lo cual se contará
con una masa de dinero considerable. No obstante sus expresiones
de entusiasmo no llegó a aventurar ninguna cifra ya que, según
repitió varias veces, la discusión presupuestaria en la
Legislatura concluiría alrededor del 20 de este mes. Por otra parte,
a raíz de una pregunta por parte del público fue confirmada
la decisión de reducir a la mitad los sueldos de los actores del
Teatro San Martín.
Esperemos
hacer bien los deberes, dijo por su parte Staiff, una vez que terminó
de anunciar la programación de las cinco salas a su cargo. Especial
énfasis empeñó en dejar bien sentado su interés
por recuperar para los teatros de la Ribera y Regio su espíritu
barrial, para convertirlos en centros de confluencia comunitaria.
En el primero, la temporada comenzará con las reposiciones de Jettatore,
de Gregorio de Lafferrere, con dirección de Javier Portales, y
de El gran circo, de Ariel Bufano, por el Grupo de Titiriteros que dirige
Adelaida Mangani. Recién en junio se producirá el único
estreno previsto: Los Albornoz, delicias de una familia argentina, por
la Banda de Teatro Los Macocos, con dirección de Javier Rama. En
el Regio, en cambio, habrá dos novedades: una versión de
Julian Howard de la novela de Benito Lynch El inglés de los güesos,
con dirección del propio Howard, y Los derechos de la salud, de
Florencio Sánchez, con dirección de Luciano Suardi.
Con una programación destinada a privilegiar el teatro musical
y la danza, en el teatro Alvear se estrenará una versión
de Eduardo Rovner de La Nona, de Roberto Cossa, con música de Ernesto
Acher y arreglos y dirección musical de Gerardo Gardelín,
además de presentaciones del Ballet Contemporáneo y del
Teatro Colón y del ciclo Entre Amigos, con la conducción
de Lito Vitale. El Teatro Sarmiento, en cambio, tendrá una programación
destinada a difundir nuevos planteos temáticos y formales.
Así, entonces, se estrenará allí Los pianistas de
Eva Halac, con dirección de la autora, y Los murmullos, de Luis
Cano, con dirección de Emilio García Wehbi, mientras que
será repuesta Julia/una tragedia naturalista, de August Strindberg,
en versión de Alejandro Tantanián.
Por su parte, la temporada del San Martín comenzará con
el estreno de Casa de muñecas, de Henrik Ibsen, con dirección
de Alejandra Ciurlanti, a la que seguirán Los pequeños burgueses,
de Máximo Gorki, con dirección de Laura Yusem, y El señor
Puntila y su criado Matti, de Bertolt Brecht, con la dramaturgia y dirección
de Claudio Hochman. Para la segunda parte del año están
previstos los estrenos de Cianuro a la hora del té, de Pavel Kohout,
con dirección de Leonor Manso, Amanda y Eduardo, de Armando Discépolo,
dirigida por Roberto Villanueva, Hombre y superhombre de George Bernard
Shaw, con dirección de Norma Aleandro, y Sobremonte, el padre de
la patria, de Ignacio Apolo, con dirección a designar. Para grandes
y chicos, se estrenará El vampiro negro, de Luis María Pescetti,
dos obras para títeres (Viaje nocturno y El pájaro azul)
y dos estrenos de danza (Carmina Burana y Mammame), mientras que la única
visita internacional prevista será Yo amo a Shirley, de Willy Russell,
con la actuación de la argentina radicada en Colombia Fanny Mikey.
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