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PAGINA/12 REVELA COMO FUE LA ESTRATEGIA DE ECONOMIA PARA DEFINIR LOS AUMENTOS
La historia de un tarifazo sin boletos

 

No hubo informe de la consultora contratada para evaluar las renegociaciones; se autorizaron aumentos antes de concretar inversiones, y se convalidaron acuerdos pactados con el gobierno de Carlos Menem. El saldo de una política fallida de Economía.

Por Cledis Candelaresi

“Los más pobres directamente no viajan.” Esa fue la explicación dada a Página/12 por el secretario de Transporte, Jorge Kogan. También afirmó que el 15 por ciento más pobre de la población capitalina y bonaerense directamente no viaja y por esta razón no está al alcance del reciente aumento de tarifas que en trenes, colectivos y subte, suba que acentuó el malhumor social y cosechó críticas de todo el arco político. A pesar de esa defensa de la impopular medida, el propio gobierno admite que los incrementos, en particular los ferroviarios, son el producto de las renegociaciones que había realizado la administración de Carlos Menem y que la de Fernando de la Rúa habría intentado mejorar. “Nosotros no empezamos de cero en la renegociación. Había un contrato firmado que perfeccionamos”, aseguró Kogan. Página/12 sintetiza en qué medida esa estrategia oficial fracasó.
La primera norma que el Gobierno omitió para autorizar los aumentos fue la de dar cabida a todos los órganos oficiales con competencia en el tema. Apenas 48 horas antes de anunciar públicamente la decisión de ajustar 10 centavos los boletos de todos los medios de transporte públicos del área metropolitana, la Comisión Nacional Reguladora del Transporte exigió a Economía información sobre el inminente aumento. Pero la negativa del Palacio de Hacienda habría llegado rápida, fundada en el hecho de que se trataba de una información confidencial. Este hecho crispó el ánimo de los miembros del ente regulador, cuyo desempeño es mal visto por el propio ministerio de José Luis Machinea, del que depende la CNRT.
El ministro y su secretario de Transporte habrían conseguido el aval expreso de Aníbal Ibarra para autorizar los aumentos en los subterráneos, cuyo contrato renegociaron conjuntamente los gobiernos menemistas y de la Alianza, que gobernaba la Ciudad Autónoma en el momento de esa revisión. Ahora, Economía fue más allá y acordó con Metrovías la reapertura del contrato para reformularlo por segunda vez, con miras a eximir al Estado de cualquier aporte. El resultado: se harán menos inversiones en los subterráneos y, posiblemente, sea necesario aplicar mayores aumentos. La Legislatura de la Ciudad debería expedirse sobre el tema, pero nadie en el gobierno nacional parece prestarle atención a este juicio.
Tampoco se tuvo en cuenta el pronunciamiento adverso de la Justicia a la renegociación que encaró la Alianza sobre el contrato de Ferrovías, prestadora del Belgrano Sur. “Todavía no fuimos notificados”, aseguró Kogan. El Gobierno autorizó los 10 centavos de aumento como parte de un nuevo contrato que acaba de renegociar con ese grupo concesionario y con TBA, operadora de las líneas Mitre y Sarmiento. Sin embargo sólo ayer terminó el período de consulta abierta sobre este última versión contractual. En otros términos: Economía apuró una autorización sin cumplir siquiera con la formalidad de atender a todas las observaciones.
Pero el gobierno de la Alianza tampoco pudo honrar otras promesas acerca de los criterios que utilizaría para renegociar los contratos ferroviarios, con el supuesto propósito de hacerlo mejor que Carlos Menem.
Transgresión uno: hace pocos meses, Kogan aseguró ante este diario que sólo renegociaría las privatizaciones ferroviarias basándose en un estudio integral del transporte en toda el área metropolitana. Sin embargo, los incumplimientos de la consultora Steer Davis y Atkins, contratada para realizar ese trabajo, obligaron a rescindirle el contrato y el Gobierno se quedó sin esa información que consideraba vital.
Transgresión dos: En un reportaje concedido a este diario, el funcionario también se comprometió a que no habría aumento tarifario antes de que las nuevas obras estuvieran ejecutadas. Ahora sostiene que, en el tema ferroviario, “es muy difícil que el pasajero note de inmediato las mejoras que se hacen en el sistema. Pero los concesionarios las están haciendo. Al punto que en los primeros diez años del contrato renegociado, TBA tendrá un flujo negativo de fondos de 60 millones de pesos por año”. Al margen de sus propias limitaciones, Economía apunta el índice hacia el gobierno de Menem, que fue quien en primera instancia reformuló los contratos ferroviarios, admitiendo aumentos tarifarios aún mayores. La resolución 1007 del Ministerio de Economía, por la que José Luis Machinea autorizó los 10 centavos de aumento el viernes pasado, alude expresamente a los acuerdos firmados por el presidente anterior como un instrumento ineludible. “Estamos frente a contratos en firme, sólo suspendidos por un acuerdo con los empresarios. La nuestra no es una gestión autónoma”, se defendió Kogan.
Como dato a su favor, Transporte asegura que consiguió prorrogar los contratos por menos tiempo (24 años en lugar de 30) y limitó los aumentos, del 78 por ciento en cinco años al 58 por ciento en seis, según el acuerdo que Menem había suscripto con TBA. Porque los 10 centavos del aumento que se aplicó desde el domingo es apenas el primero de una serie de aumentos para financiar el plan de obras ferroviarias o para paliar la crisis de los colectiveros.

Caras largas en el andén

El andén de la línea C de subte está lleno de caras largas. Susana es maestra primaria en el barrio de la Boca, viaja todas las mañanas desde Retiro hasta Plaza Constitución y ahora tendrá que caminar las quince cuadras que separan la plaza de la escuela. “Te imaginarás que con mi sueldo de docente no puedo bancarme el aumento del subte y del colectivo. José Luis Mariño también se queja. Más que molesto, este hombre de 57 años, que trabaja en un taller metalúrgico, se siente estafado. “Yo voté a este gobierno con muchas esperanzas y la verdad es que me defraudó”, dice. Desde hoy gastará 15 pesos más todos los meses por el aumento del tren, en el que viaja cada día desde José León Suárez hasta Retiro. “Es terrible, porque además el sueldo a mí me lo bajaron”. A Pablo, de 21 años, recién efectivizado en su trabajo después de dos años de prueba, también lo indigna el aumento: “Yo trato de zafar, cuando mi viejo puede me lleva hasta el laburo en auto, porque si no se me va un montón de plata”, cuenta. Pablo viaja todos los días en colectivo desde Vicente López hasta San Martín, y gasta $ 2,80 entre ida y vuelta. Cuando además tiene que ir a la facultad, en San Isidro, el importe se duplica. Laura Domínguez, que trabaja en un local de ropa de la avenida Santa Fe, vive en Victoria y comenta: “Ahora viajo nada más en tren, el boleto de colectivo me lo ahorro”, mientras aprieta el manubrio de su reluciente bicicleta blanca. “Por lo menos, con la bici voy a llegar flaca al verano, Eso sí, hay que ver si después hay plata para las vacaciones”.

TARIFAS TAN ELEVADAS COMO EN ESPAÑA E ITALIA
Carpa de protesta en Congreso

Mientras millones de usuarios comenzaron el primer día hábil con las nuevas y más altas tarifas del transporte público, que afectan especialmente a los sectores de menores ingresos, las organizaciones de defensa de los consumidores presentarán demandas a la Justicia reclamando la ilegalidad de los aumentos e instalarán una carpa frente al Congreso para sostener la protesta y juntar un millón de firmas contra el tarifazo. El defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, declaró a Página/12 que el Gobierno “actuó de mala fe”, pretendiendo llevar adelante “una estrategia de discutir sobre el hecho consumado” y violando los mecanismos de consulta preestablecidos.
“El Gobierno dio a conocer los aumentos el viernes para que se hagan efectivos el domingo”, describió el defensor. Con esto se evitó cualquier medida que pudiera impedir que se hicieran efectivos. “Si se logra que la Justicia los anule, el daño causado a los usuarios ya será irreversible. Nadie les devolverá el dinero”, reflexionó Mondino.
En el caso de los trenes la Defensoría del Pueblo de la Nación desdoblará sus reclamos. Hoy presentará una medida cautelar para el aumento del boleto de tren. “La medida es por la ilegalidad de la resolución”, dijo Mondino. “Las tarifas de los servicios públicos deben ser en base al costo del servicio más una ganancia razonable. Sin embargo se dice que el aumento será destinado a un fondo de inversión para pagar la deuda que el Tesoro Nacional tiene con los concesionarios. Esto significa que en realidad encubre un impuesto”, explicó. En otro orden “se interrumpe el mecanismo de consulta pública que seguía la Secretaría de Transportes”, sostuvo. “Para TBA ese mecanismo vencía recién hoy (por ayer), para Metrovías el 13 y para Trenes Metropolitanos ni siquiera se presentó”, agregó.
En tanto, el diputado socialista Héctor Polino efectuó una presentación ante la Justicia para que se declare la inconstitucionalidad de los aumentos del transporte y la entidad de defensa de los consumidores Adecua anunció que realizará una demanda judicial contra el Estado e instalará desde mañana una carpa frente al Congreso para recaudar “un millón de firmas”, en contra del aumento.
Desde el pasado domingo los usuarios argentinos, que asumieron los nuevos costos con bronca, gozan de tarifas similares a las de, por ejemplo, países como España e Italia, esto no obstante la abismal diferencia en la calidad de los servicios prestados. En Madrid el boleto del subte y de los “buses” es de 135 pesetas, un monto similar a los 70 centavos de dólar que ahora deben pagar los argentinos. No obstante, en España se puede sacar un “bono” por diez viajes que reduce el valor de cada viaje a unos 40 centavos de dólar. En Roma, los viajes en subte y colectivos urbanos cuestan 1500 liras, también alrededor de 70 centavos de dólar.

La explicación de Bein
El secretario de Programación Económica, Miguel Bein, justificó los aumentos en las tarifas del transporte. Para el secretario, los colectivos aumentaron porque en los últimos tres años, período en el que no hubo modificaciones tarifarias, el precio del petróleo se triplicó y el gasoil subió un 70 por ciento. “Si no autorizábamos el aumento de 10 centavos para las primeras tres secciones, seguramente íbamos a ver una disminución abrupta del servicio, porque muchas empresas no iban a poder seguir operando”, explicó. En el caso de los subtes, “lo que la gente tiene que saber es que los 10 centavos que aumenta el cospel van íntegramente a obras”. Para los trenes, Bein consideró que desde la renegociación firmada por el gobierno anterior “obtuvimos mejoras sumamente importantes. No es un consuelo para la gente, pero siempre estuvo planteado un aumento importante en la tarifa desde valores muy bajos para asumir un plan de obras de 4500 millones”. Además, el secretario argumentó que se redujeron los plazos de concesión en 5 años y los subsidios que pagaba el Estado, de 286 a 80 millones anuales.

ASIGNA MAS PESO AL AUTO QUE AL TRANSPORTE PUBLICO
El Indec cambió la canasta

Por Raúl Dellatorre

Si uno mira atentamente la nueva composición de la canasta familiar elaborada por el Indec, podrá concluir que el aumento del pasaje en el transporte público no es tan preocupante. Su participación en el presupuesto del hogar (6,38 por ciento) es inferior al que se le asigna a gastos en el vehículo propio (6,55 por ciento). Si la canasta representa el consumo “promedio”, la misma dice que la mayoría de la gente estaría más preocupada por el aumento de la cuota del seguro del auto que por un aumento del tren, el subte y el colectivo. Salvo que la nueva canasta no refleje el presupuesto de la mayoría.
El Indec informará hoy la variación del costo de vida en noviembre con la utilización de la nueva canasta. Ayer comunicó que el índice de precios mayoristas cayó en dicho mes en un 0,2 por ciento, en tanto el que mide el costo de la construcción lo hizo en un 0,3 por ciento. El índice mayorista refleja variaciones negativas en la mayoría de los rubros (principalmente productos agropecuarios, -3,9 por ciento, y pesqueros, -2,3 por ciento), contra un aumento en petróleo crudo y gas (4,9 por ciento).
El nuevo presupuesto de consumo de la población, en base al cual se estimará desde hoy la evolución de los precios minoristas, refleja una mayor proporción de gastos destinados a los servicios. Pero ello no es exclusivamente reflejo de una “sociedad más desarrollada”, aspecto que destacó ayer el titular del Indec, Osvaldo Kacef. También es producto del abandono del Estado de funciones esenciales que ahora se cubren con sacrificio económico privado. Tal es el caso de la salud, que ahora pasará a representar más de seis veces y media la participación en el presupuesto familiar que tenía cuatro décadas atrás, o la educación.
Kacef señaló que el consumo de la población fue evolucionando, dando mayor peso a servicios como educación, salud y esparcimiento, y teniendo menor peso los recursos destinados a alimentos y bebidas. El funcionario consideró que “ésa es una característica de las sociedades desarrolladas” y estimó que “la Argentina está por arriba de la media de Latinoamérica, a mitad de camino con una sociedad del primer mundo”. Otros rubros que ganan peso en la nueva canasta son comunicación y gastos relacionados con la vivienda.
Pero además de los avances tecnológicos y el cambio de pautas culturales –reflejados en nuevos gastos como televisión por cable, informática o pañales descartables–, otros rubros ganan espacio como resultado de las políticas que redujeron el peso del Estado en la prestación de servicios esenciales. El rubro Alimentos y Bebidas, que en 1960 representaba el 59,2 por ciento, en la nueva canasta baja al 31,29 por ciento. La salud, entre las mismas fechas, saltó de una participación del 1,5 al 10,04 por ciento de la canasta.
Por otra parte, el director del Indec anunció una reprogramación de las partidas presupuestarias del organismo para poder llegar a los 60 millones de pesos requeridos para efectuar el censo de población y vivienda del próximo año. Los gastos publicitarios correrán por cuenta de la Secretaría de Cultura y Comunicación, que destinará a ese fin 20 millones. La encuesta se realizará en dos días –27 y 28 de octubre– y los resultados principales se difundirán a partir del 30 de noviembre, “con un sistema de lectura más rápido que en censos anteriores”. Medio millón de docentes estarán afectados a la tarea de relevamiento de una población estimada en 37 millones de personas.
En otro orden, se informó que el Indec comenzará en el 2001 a relevar el desempleo a lo largo de todo el año, con la intención de brindar información trimestral.

 

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