Por
Nora Veiras
Pero,
Susana, ¿para qué querés hacer autocrítica?
Lo único que tenemos que hacer nosotros es criticar el desastre
de este gobierno. Uno de los hombres más cercanos a Carlos
Menem llamó a su ex ministra de Educación apenas trascendió
su nombre en la lista de los ex funcionarios que lanzaron
el documento Nuevo Pensamiento Peronista. Aspiran a ser una
especie de renovación posmenemista. Ella, Susana Decibe, apunta
contra los padres del modelo, su ex jefe, Menem, y, especialmente, Domingo
Cavallo. No podemos mirar para otro lado y culpar totalmente a la
Alianza por la pobreza que hay, dice. Proclaman una política
de ideales y no de negocios. Entre los pioneros
de esta revisión figuran el vicegobernador bonaerense, Felipe Solá;
el ex secretario de Ciencia y Técnica, Juan Carlos Del Bello, y
el dirigente de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra),
Gerardo Martínez.
No fuimos capaces de denunciar la frívola ostentación
y el inexplicable enriquecimiento de varios de nuestros más reconocidos
dirigentes, escribieron en el documento. ¿Esto significa
que tampoco son capaces ahora de hacerlo?
En realidad es un planteo hacia adentro del justicialismo que muestra
el hacernos cargo de los errores y debilidades en ese momento. Para hacer
válida la autocrítica, pusimos todas las cosas que no hemos
sido capaces de resolver entre las cuales están ésas, las
cosas que ofenden y molestan y duelen ante la pobreza. Encima la ostentación
de riqueza es uno de los aspectos de una debacle política que enturbia
todo un proceso. Creemos que solamente se puede cambiar con una actitud
crítica y creativa a futuro para promover ideas alternativas que
tengan que ver con un horizonte diferente, que hagan base en el peronismo
con todo su potencial de inserción social y de historia. En este
momento se profundizan los peores rasgos de nuestro propio gobierno, por
lo tanto no es muy fácil hacia adentro del justicialismo plantear
una discusión fuerte como ésta.
Una forma de reparar esa ofensa es terminar con la impunidad, que
se denuncie a quienes se enriquecieron ¿Van a denunciar a alguien?
¿No se entiende dónde termina la lealtad y dónde
empieza el encubrimiento cuando se sospecha que al lado de uno hay gente
que robó y no se hace nada?
Eso es simplemente un acto individual. Nosotros planteamos hacia
dentro del seno del justicialismo esa discusión; ojalá saliera
desde allí una decisión en ese sentido.
¿Coinciden con el diagnóstico de Eduardo Duhalde cuando
dijo que en la Argentina hay una dirigencia de mierda?
Me parece un error de su parte porque no fue seguido de su renuncia.
Yo no considero que él sea lo que dijo, creo que es un buen dirigente,
pero me pareció incoherente como actitud que siguiera. Sí
creo que hay mala dirigencia. Lo que se ha deteriorado en todo este proceso
es la forma de hacer política, la falta de debate, la corrupción
que hay para llegar a los cargos y mantenerse. Estas formas son las que
más han dañado la posibilidad de una construcción
a futuro, han quedado resentidas las redes de solidaridad que llevan a
la gente a juntarse por un ideal.
¿Cuál es el camino para transformar a la política
en un campo de lucha de ideales y no de negocios?
Si nosotros nos damos en la práctica una manera de hacer
política que anteponga las ideas y un proyecto detrás del
cual construir poder, estaremos cambiando la lógica. Hace rato
que la lógica es ocupar los espacios de poder y después
vemos para qué. El para qué en política
económica lo pusieron otros, o el para qué fue
hacer negocios o no tiene demasiada importancia. En la sociedad en que
vivimos con la gigantesca marginación social que existe, hoy queremos
saber para qué los dirigentes peronistas quieren el poder.
Usted dijo que tanto el PJ como la Alianza alquilaron el gobierno
a un grupo de hacedores de recetas. ¿A quiénes incluye entre
esos hacedores? Por empezar a Cavallo. Creo que el gobierno de Menem
no por falta de convicción, él está igual o
más convencido que Cavallo, por eso disputan la autoría
del proyecto aplicó una receta que a todas luces no fue pensada
por Cavallo, es una recomendación desde el corazón de los
organismos de financiamiento internacional. Esto se aplicó no sólo
en la Argentina. La desregulación absoluta fue claramente una receta
que no sólo tomó Cavallo sino también el establishment
de economistas sin discriminación de partidos, no piensan en alternativas
que consideren una sociedad integrada. Cavallo ahora dice que la Argentina
tiene que especializarse en la venta de servicios, pero sin inversión
en ciencia y tecnología y educación está claro que
el único servicio que va a poder vender la Argentina es servicio
doméstico como ya lo hacen Filipinas o Perú.
Ustedes plantean como efectos no deseados del modelo la concentración
de la riqueza, la desprotección, la privatización sin control.
¿Cómo pueden ser esos efectos no calculados cuando forman
parte de este modelo?
Bueno, el documento es un punto de consenso, yo creo que eran efectos
previsibles, espero que hayan sido no deseados. Lo que ocurrió
es que hay algunos economistas y políticos que dicen que no se
aplicaron políticas correctoras, para mí, en cambio, esas
políticas en ese modelo no existen. Para ese modelo el Estado sólo
pone parches porque todo se resuelve en el mercado. Se ve claramente en
los negocios que dice Cavallo que hay que seguir creando para que haya
inversión externa, en esos negocios está hasta la privatización
del cobro de los impuestos, pero no de los incobrables sino dicho
por Cavallo, lo escuché yo en su presentación de los
que la gente paga sola. Si todo tiene que ser un buen negocio para este
modelo pasan por ahí la educación, la salud. Creo que hay
que definir otro proyecto en el que se definan amplios sectores a los
que hay que proteger y a los que el Estado tiene que atender ayudando
a integrarse.
Ustedes formaron parte del gobierno; usted estuvo siete años.
¿No dieron el debate, no previeron las consecuencias o cambiaron
de opinión?
Era un debate velado y fracturado. Desde educación, nosotros
peleamos. Hasta la Ley Federal de Educación salió en contra
de lo que quería Economía, ellos hicieron mandar un proyecto
que puso en la calle 100 mil personas protestando. En ese proyecto ni
siquiera se decía que el Estado era responsable de la educación.
Contra ese proyecto, hicimos una ley desde el peronismo que recuperaba
el rol del Estado. El radicalismo no la votó, pero más por
cuestiones político-coyunturales que por cuestiones de sustancia.
Ahora, ¿qué pasó? Como hubo financiamiento para llevarla
adelante y operamos con bastante eficiencia pudo avanzar hasta el punto
que ya no Cavallo sino Roque Fernández expresó públicamente
la oposición absoluta a la política educativa. Como esa
contradicción hubo un montón más en un gobierno que
confrontaba permanentemente. Esa misma confrontación existe hoy
en la Alianza. Acá hay un pensamiento económico que ha colonizado
la cabeza de muchos políticos y que es tan dominante que sigue
gobernando. Por afuera de eso quedamos un montón de voces en el
peronismo y otros partidos discutiendo el modelo.
¿Qué rol le reservan a Menem? Es muy difícil
de creer que el peronismo con Menem a la cabeza pueda hacer algo distinto.
En realidad, Menem está convencido de que el capital no tiene
nacionalidad, que debe haber un gran crecimiento para que después
se apliquen políticas sociales. Es muy simple si yo hoy puedo admitir
que el crecimiento es primero que la equidad y la justicia social, estoy
congelando una situación de partida en la cual hay una superconcentración
de la riqueza en un sector mínimo y una enorme marginación.
Es decir estoy renegando del rol redistribuidor del Estado que es básico.
Es decir que Menem ya fue.
Si la gente lo vota, Menem podrá volver a ser. Yo creo que
Menem es esto que pasó y sigue creyendo que eso es posible. Esta
es la confrontación que tiene por delante el peronismo, yo querría
saber quépiensan otros dirigentes que disputan la presidencia como
De la Sota, Ruckauf o Reutemann.
Usted planteaba la colonización de gran parte de la dirigencia,
pero en ese proceso entra la corrupción. No es que sólo
los convencieron sino que hicieron negocios a partir de legitimar un modelo.
En algunos ha entrado la corrupción, en otros no, legítimamente
creen que esto es así. Sí creo que un régimen político-social
donde claramente no se ve un horizonte mejor y donde se ha perdido el
sentido de la vida en común se presta bastante para situaciones
de soluciones individuales y muchas de ellas con altos niveles de corrupción.
Hay que recuperar una justicia que es fundante de la República;
si hasta se pierde el marco legal cualquier cosa es posible.
¿Menem y Duhalde se avienen a discutir sus gestiones de gobierno?
Es lo que vamos a poner a prueba. Esperamos salir vivos.
¿Va ser candidata el año que viene?
Es promisorio que un espacio importante hacia adentro del peronismo
empiece a construir un proyecto diferente, ideas alternativas a políticas
nefastas. Si eso es posible me interesa, por eso hago esto. Para tener
un puestito no me interesa.
Le propongo un ping-pong. ¿Menem?
Un dirigente que manejó muy bien el poder, pero no comparto
para nada sus ideas políticas. No es una pelea personal sino política,
creo que está profundamente equivocado, que la manifestación
de sus errores es esta marginación social. Nosotros no podemos
mirar para otro lado y culpar totalmente a la Alianza de la pobreza que
hay hoy en el país.
¿De la Rúa?
(...) En realidad, De la Rúa tiene las debilidades que se
ven para manejar el gobierno, pero creo que no tiene grietas en lo político:
es un viejo conservador, ahora totalmente convencido de las políticas
económicas que está liderando que no son diferentes de las
que llevó adelante Menem.
¿Chacho Alvarez?
Me parece una buena persona. Lamento su renuncia porque me parece
que lo debilita como dirigente, lo hace poco fiable a futuro. Debió
haber peleado hasta el final en el lugar para el que fue elegido.
¿Ruckauf?
No conozco en el fondo lo que piensa.
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