Por
Raúl Kollmann
Sí,
sé que el abogado Hernán Mestre defensor de Gustavo
Prellezo, el principal condenado por el asesinato de José Luis
Cabezas cobraba dinero de Ramón Palito Ortega.
Fue a cambio de información. Nunca se habló de ninguna película.
Además, Prellezo estaba al tanto de eso. Semejante revelación
fue hecha ayer por quien fuera socio de Mestre en la defensa de Prellezo,
el también abogado David Lettieri. Se trata de un hecho de la máxima
gravedad: según dice Lettieri, el senador tucumano, que por entonces
era menemista, habría pagado buena parte de la defensa del asesino
del fotógrafo. En el marco de una extensa investigación,
publicada este domingo por Página/12, Ortega dijo que entregó
sólo 13.000 pesos a Mestre a cambio de unos informes para hacer
una película sobre el caso Cabezas, pero el propio Mestre mencionó
otra cifra completamente distinta: 180.000 pesos.
En aquel momento, junio de 1998, Eduardo Duhalde y Carlos Menem estaban
en plena guerra política. En el caso Cabezas el enfrentamiento
era total:
u El ex gobernador Duhalde sostenía que el responsable del asesinato
del fotógrafo fue Alfredo Yabrán, un hombre cercano a Menem.
u El riojano, en cambio, decía que el crimen de Cabezas fue perpetrado
por mafias de la Policía Bonaerense, es decir la fuerza provincial
de Duhalde. En el marco de esa batalla furibunda por el poder en el justicialismo,
se produjo el pago de Ortega al abogado del asesino. Ayer, en entrevista
realizada por el periodista Nelson Castro en su programa radial de La
Red, Lettieri dijo textualmente: sé por referencias que oportunamente
hizo el doctor Mestre que Ortega le pagaba mensualmente. Ese dinero que
percibía era para brindar información, pero nunca se hizo
referencia a una película. En una oportunidad Mestre lo comentó,
delante de Prellezo, en una reunión que tuvimos en la cárcel.
Para desmentir que haya comprado información para el
menemismo, Ortega le dijo a Página/12 que nunca hablé
con Menem del caso Cabezas. El pago a Mestre fue por informes para hacer
la película, ya que el asesinato del fotógrafo produjo un
impacto muy fuerte en España y entonces yo me puse a juntar información
para hacer un film. El cachet de Mestre fue de 13.000 pesos.
También ayer habló sobre el caso el ex gobernador Eduardo
Duhalde, quien tiempo después de aquellos pagos, terminó
formalizando una sorprendente alianza con Ortega. El tucumano era el hombre
de Menem contra Duhalde, pero en forma súbita, el ahora senador
se cambió de bando y pasó a ser el candidato a vicepresidente
de Duhalde, dejando desnudo a Menem.
Me sorprendí, no sabía esto. Me enteré leyendo
Página/12, le dijo ayer Duhalde al periodista Oscar Gómez
Castañón, de Radio Continental. Al ex gobernador no pareció
caerle nada bien el pago de Palito a Mestre, pero igualmente se sumó
a los propios argumentos de Ortega: seguramente hubo un interés
como productor de cine, que se explica porque en España querían
tener los derechos y tener buena información para hacer el guión
de la película sobre el caso Cabezas, completó Duhalde.
A esta altura de los acontecimientos, las hipótesis siguen siendo
dos:
u Hipótesis uno: Ortega le pagó a Mestre a cambio de información
para la película. Es cierto que el tucumano le había hablado
del proyecto a los padres y la hermana de Cabezas, quienes le sugirieron
que esperara porque ni siquiera se había hecho el juicio oral.
La semana pasada se retomaron los contactos y efectivamente existe la
idea de concretar el film. Hay una discrepancia en las cifras: Mestre
dice que cobró 180.000 pesos, una cifra que excede largamente lo
pagado por información para una película. Ortega sostiene
que el cachet fue de 13.000. Sea como sea, los pagos al abogado del asesino
son extraños y también resulta raro que Ortega no se hayacomunicado
con los letrados de la esposa y la hija de Cabezas, cuya autorización
sería imprescindible para hacer una película.
u Hipótesis dos: La señalada por Lettieri. Ortega compró
al defensor de Prellezo para favorecer al menemismo, que en ese momento
estaba alineado con la familia de Alfredo Yabrán. Pagó por
la información, pero además, en ese momento, Prellezo realizó
la única declaración judicial en la que se autoinculpó
de haber organizado la operación que terminó en el asesinato
del fotógrafo. Dijo entonces que contrató a los cuatro ladrones
del barrio platense de Los Hornos para darle una golpiza a Cabezas, provocar
un escándalo en Pinamar y así perjudicar al comisario de
la zona, Alberto Gómez, con quien mantenía una disputa.
Fue una declaración que favoreció al bando menemista: desvinculaba
a Yabrán del asesinato y convertía el crimen en una interna
de la policía de Duhalde.
En cualquiera de las dos hipótesis, con la revelación de
Lettieri se confirma otra vez uno de los rasgos más oscuros del
caso Cabezas: el pago clandestino a algunos de los abogados que actuaron
y la increíble politización del caso. Más allá
de la producción de una película, está claro que
corrió dinero, no para averiguar la verdad, sino para utilizar
la investigación en el marco de la guerra Menem-Duhalde.
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