Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


Un libro sirvió de puente entre los �70 y la actualidad del país

Miguel Bonasso presentó ayer su libro �Diario de un clandestino�, con relatos de su militancia durante la dictadura militar.

Por Luis Bruschtein

“Quiero aprovechar esta reunión para denunciar que este gobierno está dejando morir a los presos de La Tablada”, expresó anoche en Palais de Glace el periodista y escritor Miguel Bonasso, y ante una aclaración de Laura Bonaparte, Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, precisó: “no los está dejando morir, los está matando”. La presentación del nuevo libro, Diario de un clandestino, entre bombos, marchita peronista, una nutrida concurrencia y “La Montonera” de Serrat se proyectó casi como un acto político de reivindicación de la pasión y el compromiso frente al posibilismo.
Con un tono más agitativo que literario, ante una nutrida asistencia entre la que se contaban dirigentes de la CTA y el MTA, Abuelas de Plaza de Mayo, HIJOS, Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, viejos militantes peronistas y de la izquierda no peronista, el padre Luis Farinello, Piero, el gobernador santacruceño Néstor Kirchner, una hija del ex presidente Arturo Illia, las viudas de Oscar Bidegain y Rodolfo Puiggrós, los diputados Alicia Castro, Eduardo Macaluse, Jorge Giles y Jorge Rivas, el nuevo libro de Bonasso reinstaló la discusión sobre los años de plomo, la Juventud Peronista, los Montoneros y la actualidad.
Luego de escuchar “La Montonera”, cantada por Joan Manuel Serrat, se proyectó un documental que comienza con el golpe de Juan Carlos Onganía y sigue hasta la de Videla y Massera. Son escenas de movilizaciones juveniles, recitales de rock, el Cordobazo y las grandes movilizaciones por el retorno de Perón.
Casi todos los integrantes del panel, José Pablo Feinmann, Cristina Kirchner, José Luis D’Andrea Mohr y Víctor de Gennaro coincidieron en que uno de los pasajes más emotivos era el de la muerte del militante al que conocían como Missi. Emocionada, entre el público, estaba la hermana de Missi, la actual senadora por Neuquén Silvia Sapag.
Los panelistas destacaron que el diario es un género de testimonio y no de reflexión, que la reflexión sobre esos hechos la realiza el lector. En su exposición, Feinmann hizo un relato desde la creación de Montoneros y destacó que hasta 1973 la guerrilla estaba legitimada porque formaba parte de la lucha del pueblo y que, “sobre todo a partir del asesinato de José Ignacio Rucci, se nota que la conducción de Montoneros se va volviendo autónoma de esa lucha popular; lo militar se impone a lo político y comienzan a aparecer los uniformes y las insignias, igual que el ejército al que se decía combatir”.
Tras hacer una referencia elogiosa al presidente venezolano Hugo Chávez, Bonasso presentó al siguiente panelista, el capitán (RE) José Luis D’Andrea Mohr, “quien por su actitud ha sido perseguido en el seno de las Fuerzas Armadas”. D’Andrea Mohr lo corrigió: “Ellos no me persiguieron, faltaba más, yo los perseguí a ellos”. El capitán (RE) destacó que los sucesos que se narran en el libro hacen que cada quien vuelva a vivirlos en el lugar que le tocó. Y recordó que el 17 de noviembre de 1972, cuando Perón llegaba a Ezeiza desde España, como teniente primero del Ejército desobedeció la orden de impedir la llegada de los manifestantes a Ezeiza y colaboró con ellos.
El titular de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor De Gennaro, recordó que en los años ‘70 militaba en la agrupación combativa Amado Olmos, que se sentía parte de aquella juventud maravillosa, aunque por diferencias no había formado parte de los grupos alineados con los Montoneros. “Es con el compromiso en el presente para construir un futuro, que podemos recuperar la épica de esos miles de militantes que dieron su vida para la felicidad del pueblo”, señaló. “Más allá de los errores tenemos que rescatar esa actitud de entrega y compromiso”, subrayó.
Después que un grupo de jóvenes con bombos cantara estruendosamente la marcha peronista, la diputada Cristina Kirchner hizo un análisis de la importancia y las limitaciones de la incorporación de las clases medias al peronismo, señalando que muchas veces se despreciaba la experiencia de losviejos militantes. Indicó que aún así la pasión y el compromiso de esa generación aparece como la contracara de otra generación marcada por el posibilismo. Destacó el sentido peronista de esa juventud y advirtió que, a pesar de que “muchos piensan que el peronismo ya no existe, sigue siendo el partido que expresa los intereses populares”.

 

KIOSCO12

PRINCIPAL