Por
F.M.
El
incuestionable éxito de Boca tiene un precio y por más que
el técnico, los dirigentes y hasta los hinchas se resistan a pensar
en el costo de estas sensacionales campañas que pusieron al equipo
en lo más alto del fútbol mundial no pasará mucho
tiempo antes de que, de una forma u otra, les llegue la factura. Porque,
tal la lógica del mercado del fútbol, los clubes locales
no puden mantener a sus estrellas, que una vez puestas en la vidriera
global se convierten en objetos de deseo de los clubes europeos, que ofrecen
por ellos cifras irrechazables. Y el plantel de Boca ya no podrá
escapar a esta lógica.
Martín Palermo, Román Riquelme, Mauricio Serna, Oscar Córdoba,
Hugo Ibarra, Marcelo Delgado y hasta el veterano José Basualdo
son algunos de los futbolistas que más temprano que tarde cambiarán
sus hábitos boquenses para desembarcar en el fútbol italiano
y español. El mecanismo del éxodo ya está en marcha.
Los goles clave que Palermo convirtió en Tokio y el que anotó
el domingo frente a San Lorenzo despertaron nuevamente el interés
de los italianos por el delantero. El Napoli, el Inter, el Parma y el
Milan abrieron los ojos. Aunque sería el Milan el que acercaría
una oferta cercana a los 23 millones por el pase del jugador, a la hora
de elegir al representante Gustavo Mascardi se inclinaría por un
club más pequeño, a fin de garantizar el estrellato del
goleador.
El caso de Riquelme es más complejo, por la situación particular
que vive con los dirigentes del club no tiene diálogo con
ellos y rechazó el aumento en su prima anual que le ofrecieron
porque no colmó sus expectativas. Así las cosas, aunque
el volante desea continuar su carrera en Boca, resulta difícil
que el jugador rechace una futura oferta del exterior. El empresario Marcos
Franchi se reunió el fin de semana con dirigentes del Milan, y
es público el interés que tienen por él Barcelona
y Real Madrid. Pese a que al club no llegó aún una oferta
concreta, su pase trepa al orden de los 30 millones de dólares.
Serna parece ser, según dijo el propio Mascardi, el jugador más
solicitado por el Viejo Continente. Y hay una oferta concreta de un club
español. De todas formas, para su representante, su futuro no estaría
ni en España ni en Italia.
En tanto, Córdoba y Bermúdez se anticiparon a los hechos,
y desde hace ya unos meses les trasmitieron a los dirigentes sus deseos
de emigrar al extranjero. Al arquero, el futuro lo podría esperar
en Barcelona. Por el defensor no hay nada concreto, aunque en Boca están
pensando en traer, entre los futuros reemplazantes al central Horacio
Amelli, de San Lorenzo.
El Paris Saint Germain está mirando a Ibarra, pero el técnico
del Valencia, el argentino Héctor Cúper, ya les solicitó
a los directivos del club la compra del lateral derecho para la próxima
temporada. Su pase valdría 7 millones. Para los españoles
eso no sería un problema. El Valencia, además, tiene en
carpeta a Delgado.
El Villarreal, que ya consiguió a dos de los integrantes del Boca
bicampeón, Diego Cagna y Rodolfo Arrubarrena, puso el ojo en el
juvenil Sebastián Battaglia y estaría dispuesto a soltar
5 millones por el 70 por ciento del pase. Sin embargo, en Boca nadie piensa
en desprenderse del prometedor volante hasta dentro de unos años.
Por último, el veterano Basualdo está muy cerca de terminar
su carrera en España, otra vez en el Extremadura. Y hasta Aníbal
Matellán, unos de los cuestionados del plantel, pero que viene
dando muestras de progreso, es candidato a la partida. Hay un club interesado
por él, aunque no transcendió el nombre.
Para el entrenador, esta tendencia es inevitable. Es el precio que deben
pagar los ganadores. Quiero empezar el año con el 99 por
ciento del plantel, había dicho hace unos meses. Sabía
Bianchi que era un sueño, difícil de sostener en el contexto
de un mercado que devora cualquier sentimiento.
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