Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


ALVAREZ QUIERE INTRODUCIR UN REGIMEN PARA MUDAR A LOS JUECES
Cómo cambiar la cara de la Justicia

El ex vicepresidente estudia un proyecto, que le presentará a De la Rúa, para que cuando un magistrado sea elegido no quede soldado a una sede sino a su carácter de juez de la nación. Con el nuevo sistema muchos jueces quedarían obligados a moverse.

Rodolfo Canicoba Corral, uno de los jueces federales.
Jorge Urso, magistrado permeable durante el menemismo.
Carlos Liporaci, investigado.

Por Martín Granovsky

Decidido a retomar la iniciativa política después del portazo de octubre, Carlos Chacho Alvarez está afinando la propuesta para sacudir la Justicia que le presentará a Fernando de la Rúa. Página/12 pudo establecer que el jefe del Frepaso estudia un mecanismo que permita cambiar de sede a los jueces. El proyecto, según sus animadores, permitiría modernizar la Justicia y a corto plazo serviría para cambiarles la cara a los jueces federales de la Capital, los de la servilleta, el núcleo que produce mayor irritación ante la opinión pública.
El equipo asesor de Alvarez ya descartó poner a todo el Poder Judicial en comisión. Consideran que sería políticamente impracticable y, además, creen que podría chocar contra dos principios de la Constitución:
Uno es la intangibilidad de los sueldos que ganan los magistrados.
El otro, que se aplicaría en el caso de una remoción masiva, la inamovilidad de los jueces. Ninguno puede ser despedido salvo por decisión del Consejo de la Magistratura.
La variante que estudia el ex vicepresidente escapa a esas dos. Busca desmontar otra inamovilidad, la de sede. Hasta ahora, cada juez queda unido al juzgado donde fue designado. En el proyecto, pasaría a ser posible trasladar a los jueces de sede. Por ejemplo, que un juez federal porteño se convierta, previa mudanza, en juez en Morón. O en Río Gallegos. Los estudios no lo dicen, pero así se abriría un camino para que Carlos Liporaci, por poner un caso, deje de ser una de las imágenes de la Justicia en Buenos Aires. Si es que acepta mudarse, claro, en lugar de renunciar y quedarse en la casona cuyo origen investiga, hoy, el juez Gabriel Cavallo.
Según los borradores que estudia Alvarez, el sistema de rotación se aplica en otros países. En Italia hay un tope de cinco años para que un magistrado permanezca en el puesto. Se considera que luego de ese plazo, y sobre todo en ciudades chicas, es difícil impedir la simbiosis entre el juez y los factores de poder. Su independencia mengua.
Una eventual reforma de este tipo necesitaría un alto nivel de acuerdo político, y también una ley, que para no herir suspicacias podría ser reglamentada en el Consejo de la Magistratura.
Esa nueva ley debería establecer que los acuerdos prestados por el Senado, antes, y los decretos de designación del Consejo, ahora, habiliten a ocupar cargos de igual jerarquía pero en cualquier tribunal federal.
Entonces el Poder Ejecutivo, por razones de oportunidad y con el asesoramiento del Consejo, imaginan los chachistas, podría disponer que jueces federales o nacionales presten sus funciones en oficinas de otros de igual jerarquía en cualquier lugar del país.
Los fundamentos del proyecto tienen cierto parentesco con un trabajo anterior de los juristas Rafael Bielsa y Carlos Garber. Cuando analizaron la transferencia de la Justicia a la ciudad de Buenos Aires e imaginaron nuevas variantes para los juzgados, Bielsa y Garber se preguntaron por qué el único modelo posible de juez es el del “propietario de la chapa, la llave de la puerta de acceso, y los muebles, útiles e instalaciones de un determinado juzgado de un determinado fuero, y atribuciones de jefe de uno o dos pelotones (secretarías), cada uno de ellos con un oficial subalterno (secretario), suboficiales y tropa”.
Justamente uno de los obstáculos puestos por algunos magistrados contra el paso de servicios de Justicia a la Capital consistía en decir que resistirían cualquier humillación, cualquier intento por “municipalizarlos”.
“No hay ninguna norma de derecho positivo que establezca que la inamovilidad de sede debe ser considerada una prerrogativa que protege al juez en su ejercicio”, dijo a Página/12 un asesor de Alvarez, que pidió reserva de su nombre a la espera de que su jefe político redondee hoy la iniciativa. Los cambios de sede no están prohibidos. Hoy, si dos jueces prestan su consentimiento pueden hacer un enroque para que cada uno ocupe el juzgado del otro.
Como el tema aún no salió del Frepaso, ni Alvarez ni sus colaboradores hablaron todavía con sus socios radicales. Es probable que encuentren en ellos un reparo concreto: su balance del Consejo de la Magistratura no es negativo, y suelen poner como ejemplo que en poco más de un año produjo seis acusaciones que generaron cuatro renuncias, una remoción y una absolución (la de Ricardo Bustos Fierro).
Los miembros del Gobierno más acostumbrados a tratar con los jueces federales admiten que hay magistrados más difíciles de presentar en sociedad. Pero dicen confiar en que hasta ahora los jueces han sido obedientes a las resoluciones de las cámaras federales. Un caso: todos aceptaron a la Oficina Anticorrupción como parte querellante, aunque al principio solo Gabriel Cavallo la había reconocido.
“Es como que todos entendieron que el Poder Ejecutivo no se mete con los jueces y los jueces hacen buena letra”, resumió un funcionario.
En cuanto a una negociación con el peronismo, los frepasistas son optimistas. “También necesitan un cambio de caras, y por otra parte participarán en el proceso de reubicación de jueces a través del Consejo de la Magistratura”, dijo un dirigente con una lógica de imaginar en términos de lucidez los intereses ajenos muy similar a la que Alvarez aplicó en el Senado.

 

Claves

Chacho Alvarez se encontrará con De la Rúa en dos o tres días.
Está repasando la propuesta que le acercará. Una de sus ideas, desdoblar el Ministerio de Economía, ya generó la reacción de Machinea.
Machinea dijo que mejor le acerque los proyectos directamente a De la Rúa.
El ex vice también quiere reformar el sistema de gasto social.
En Justicia, sin poner a todos los jueces en comisión busca una herramienta para remover de hecho a los más cuestionados.
El argumento es que la inamovilidad en el carácter de juez tiene rango constitucional, pero una ley puede introducir la posibilidad de que un magistrado pueda o deba mudarse a otro sitio del país.
La lógica del Frepaso es generar propuestas políticas para escapar del alineamiento automático con De la Rúa o la ruptura abierta de la Alianza.

 

LA CAPITAL FEDERAL PODRA JUZGAR DELITOS POR ARMAS
Traspaso en porteño básico

Por Eduardo Videla

Fernando de la Rúa y Aníbal Ibarra avalarán mañana, con sus firmas, el primer convenio para el traspaso de competencias judiciales de la Nación a la Ciudad de Buenos Aires. En porteño básico, el acuerdo implica que algunos delitos que hoy son juzgados por magistrados nacionales pasarán a ser atribución de sus pares de la ciudad. Será el caso de la portación, tenencia y suministro ilegal de armas de fuego y la utilización de armas y explosivos en espectáculos deportivos. El convenio debe ser ratificado por el Congreso nacional y la Legislatura porteña, y se pondrá en marcha “treinta días después de la constitución de los nuevos juzgados contravencionales en la ciudad, prevista para abril próximo”, dijo a Página/12 el secretario de Justicia y seguridad porteño, Facundo Suárez Lastra.
La medida es resistida por la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, que se viene oponiendo en forma sistemática al traspaso de los fueron nacionales a la ciudad. La Asociación envió una nota al presidente De la Rúa, en la que deja constancia de su rechazo por una medida que “violenta gravemente los poderes constitucionalmente establecidos”.
La ingeniería del traspaso estuvo a cargo del Ministerio de Justicia de la Nación y del subsecretario de Justicia de la ciudad, Julio De Giovanni. Según adelantó Página/12, una comisión de expertos de ambas jurisdicciones recomendó el traspaso gradual de la justicia, descartando tanto el traspaso total como la creación de un nuevo sistema paralelo en la ciudad.
“El primer paso se dio hace dos meses, con el traspaso de las causas en las que la ciudad de Buenos Aires es parte, y que estaban en juzgados Civiles y Comerciales de la Nación, que pasaron a los juzgados en lo Contencioso Administrativo de la ciudad, creados recientemente”, explicó Suárez Lastra.
En cambio, las causas por tenencia y portación de armas y por violencia en espectáculos deportivos, que actualmente son competencia de juzgados Correccionales nacionales, pasarán a ser materia de los Contravencionales y de Faltas, mediante un convenio entre la Nación y la Ciudad. La firma de convenios de este tipo está avalada por la denominada Ley Cafiero.
“La Constitución Nacional le otorga a la ciudad de Buenos Aires autonomía en materia de justicia y legislación. Y la Constitución porteña le da a la ciudad la facultad de organizar su propio poder judicial”, argumentó Suárez Lastra, en respuesta a las críticas de la Asociación de Magistrados.
Los jueces nacionales vienen manifestando una fuerte resistencia a ser traspasados a la ciudad: no quieren perder su régimen jubilatorio especial, prohibido por la Constitución porteña; quieren conservar su obra social y mantener su jerarquía como jueces nacionales.
El convenio que se firma mañana esquiva esa oposición: en lugar de traspasar a los jueces, se trasladan cierto tipo de causas. De todas formas, para entrar en vigencia, el acuerdo debe ser refrendado por el Congreso nacional y por la Legislatura de la ciudad. “Se pondrá en marcha treinta días después de que se constituyan los 38 juzgados Contravencionales y de Faltas, que se están concursando en estos días”, dijo Suárez Lastra.

 


 

Machinea está irritado porque
Chacho quiere partirlo en dos

Por José Natanson

“Si tiene propuestas para hacer al Ejecutivo, lo más razonable no es ventilarlas por los medios sino alcanzárselas al Presidente”, dijo ayer José Luis Machinea, consultado sobre el proyecto que Carlos “Chacho” Alvarez le daría a Fernando de la Rúa y que incluye la división del Ministerio de Economía. Aunque Machinea fue el único funcionario que se atrevió a replicar públicamente los planes de Alvarez, lo cierto es que el paquete de medidas genera cada vez más rechazos en el Gobierno.
La fecha exacta de la cumbre aún permanece incierta. Ayer, el jefe de diputados de la Alianza, el frepasista Darío Alessandro, dijo que se concretará “en dos o tres días”. En la oficina de Chacho aseguraban que el día aún no fue fijado, pero que lo más probable es que se reúnan cerca del fin de semana.
Lo que está claro es que De la Rúa y Alvarez han decido que llegó el momento de un acercamiento. “Chacho se dio cuenta de que no tenía espacio para jugar afuera del Gobierno y decidió apostar a la Alianza, por lo menos por un tiempo”, aseguraban en el Frepaso. En cuanto a De la Rúa, los motivos son más nítidos: se encuentra en un estado de debilidad política agudo desde la renuncia de Alvarez, que coincide con un momento penoso de su gestión. “Chacho le puede imprimir otra dinámica y un tono nuevo al Gobierno”, explicaba un funcionario delarruista. Y, para ejemplificar la situación, comentaba los datos de una encuesta que se maneja con sigilo en los despachos oficiales y que arroja un dato impactante: la intención de voto de De la Rúa, menor al diez por ciento, es la más baja de su historia política.
Pero una cosa es la necesidad de acercarse y otra la coincidencia de objetivos. Todos los funcionarios consultados ayer por Página/12 coincidieron en que –salvo la información aparecida en los diarios– no conocen el paquete de medidas que llevará Alvarez a la cumbre. Desde luego, esto no impide que aparezcan los primeros rechazos.
El eje económico del paquete es el más conflictivo: partir el Ministerio de Economía en una cartera de Producción a cargo de Machinea y otra de Hacienda que dirigiría Ricardo López Murphy. Aunque el objetivo es compatibilizar un mayor dinamismo con una nueva señal a los mercados, lo cierto es que implicaría un recorte del poder de Machinea. Además, va a contramano del último cambio de Gabinete, en el que De la Rúa decidió eliminar el Ministerio de Infraestructura y desairar a su amigo Nicolás Gallo justamente para reforzar la imagen del titular de Economía. “Sería devaluar a Machinea, lo debilitaría mucho. Es difícil que lo acepte”, señalaban ayer en la Rosada. En este sentido, no es casual que haya sido Machinea el primer funcionario que salió a replicar públicamente el proyecto de Chacho.
La idea, además, da lugar a variadas especulaciones. Al margen de los objetivos públicos, el proyecto de dividir el Ministerio esconde la decepción de Alvarez con el equipo económico y abona los rumores sobre un futuro recambio en la cima del Palacio de Hacienda. “Quizás lo que quiere Chacho es empujar a Machinea a la renuncia para dejar el campo libre y que asuma Cavallo”, especulaba un importante funcionario. Curiosamente, ayer Cavallo salió nuevamente a negar las versiones sobre su desembarco en el Gabinete. “No he escuchado esas versiones. Yo estoy tratando de ayudar a que salgan las leyes desde la posición en la que estoy como miembro del Congreso”, sostuvo.
La unificación de planes sociales, otra propuesta de Alvarez, parece un tema más sencillo. Chacho planea crear una Agencia o un Banco Social, que centralizaría los 3 mil millones de pesos que el Estado Nacional dedica a ayuda social. Ya conversó del tema en un par de oportunidades con Graciela Fernández Meijide, quien se mostró permeable a la idea. “Es lo más fácil porque el ministro es del Frepaso y no tiene mucho margen para oponerse”, decían ayer en el Gobierno.
Otra de las líneas es la institucional: incluye iniciativas sobre la reforma política y las legislaturas provinciales y, también, un ambicioso proyecto para depurar la Justicia (ver nota central). Ayer, una alta fuente de la cartera que conduce Jorge de la Rúa explicaba que, aunque no la conocen en detalle, la propuesta será de difícil aplicación. “Cualquier iniciativa de este tipo va a requerir una ley. Y es difícil que el Senado controlado por el PJ la acompañe. Por otro lado, el tiempo político ya pasó: quizás se podría haber hecho hace un año, cuando recién asumimos, pero ahora es complicado”, aseguraba la fuente. Y agregaba un argumento concluyente: “es difícil que De la Rúa apoye un proyecto así. No es su estilo”.

 


 

COMO VEN LOS CHACHISTAS EL NUEVO CAMINO
Para el Frepaso, la opción más leve

Por Fernando Cibeira

Dirigentes afines a “Chacho” Alvarez recibieron con la resignación de lo inevitable las críticas de algunos funcionarios del Gobierno sobre la propuesta que el ex vice le acercará a Fernando de la Rúa. “Teníamos tres caminos: romper la Alianza, hacer como si no pasara nada hasta que se rompiera la Alianza o ésta de hacer una propuesta. Creo que elegimos la mejor, ¿no?”, explicaba ayer una alta fuente del Frepaso. Hoy Alvarez convocará a los dirigentes frepasistas con los que suele reunirse una vez por semana para ponerlos al tanto del contenido final del paper que le llevará al Presidente.
El gran interrogante pasa por saber cuál será la actitud de Alvarez si De la Rúa le adelanta su rechazo a alguna de las iniciativas que terminará de pulir hoy. La posibilidad de una ruptura no figura en el vocabulario frepasista a no ser, justamente, como contrapartida a la propuesta que Chacho prepara con esmero y sigilo. “El Gobierno no puede dejar de admitir que estamos en una situación de inercia, y de algo así sólo se sale con ideas, que es lo que queremos aportar”, sostenían cerca del ex vice.
En ese sentido, que el ministro José Luis Machinea se enoje con Chacho por la proyectada división de Economía (ver aparte) entra en la lógica de “los huevos que hay que romper para hacer la tortilla”, que es como Alvarez se defendió una vez citando a Juan Perón. “Acá no es una cuestión de cuidar la quintita de cada uno sino de ver cómo marcamos una ruptura y entrar al año electoral con una perspectiva diferente”, argumentaban dentro del Frepaso.
Según la temperatura ambiente que medían en los alrededores de Alvarez, la dirección de los trascendidos de la propuesta del ex vice cayó bien dentro del Frepaso, que percibe con alivio el retorno de su jefe a la actividad política en forma paralela al lanzamiento de su movimiento apartidario. “Están los rebeldes de siempre, pero en general lo de Chacho fue bien recibido”, aseguraba uno de los diputados que anoche salía a la calle luego de una larga reunión de bloque.
Ni siquiera colocaban entre los enojados a la ministra Graciela Fernández Meijide. Juraban que la idea de Chacho de unificar los planes asistenciales en una agencia social fue armada de común acuerdo y que el documento que viene preparando el equipo técnico de Graciela respetará a rajatabla las directivas de Alvarez. Con todo, hasta los más cercanos al ex vice admitían que de algunas particularidades de la propuesta chachista se habían desayunado a través de los diarios y que de los labios de Alvarez sólo salían generalidades. Por eso esperaban la convocatoria de hoy en la Casa del Frente con cierta expectativa, a sabiendas de que con Chacho siempre hay espacio para alguna sorpresa.

 

 

KIOSCO12

PRINCIPAL