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EL GOBIERNO PORTEÑO RECUPERO EL CIRCUITO KDT
Fin a la batalla de dos ruedas

El predio fue explotado de manera irregular en los últimos ocho años. Ayer desalojaron a sus ocupantes. Tiene una pista para ciclismo, canchas y piscina. Lo administrará el gobierno.

Ayer los ciclistas se encontraron con que el KDT había cerrado sus puertas.
El gobierno asegura que el predio de Palermo pronto podrá volver a usarse.

Por Eduardo Videla

Tras cinco años de conflicto, el gobierno porteño logró retomar el control del circuito KDT, un predio de 17 hectáreas en el Parque Tres de Febrero que había sido concesionado por la dictadura en 1982 a la Federación Argentina de Ciclismo y que en los últimos ocho años fue explotada en situación irregular. Funcionarios de la ciudad lo clausuraron ayer, desalojaron a quienes eran sus administradores, y lo entregarán a la Dirección de Deportes, que se encargará de su administración. “Es posible que se concesionen algunas actividades para poder financiar otras que sean de acceso gratuito para toda la gente, como escuelas deportivas y colonias de vacaciones”, dijo a Página/12 el secretario de Deportes, Waldo Kantor.
El operativo que puso fin a la concesión se inició a las 9 de la mañana y estuvo a cargo del director de Privatizaciones y Concesiones, Fernando Calvo. Los funcionarios no encontraron resistencia por parte de la Federación de Ciclismo sino de sus 18 empleados, que se negaban a abandonar el lugar en reclamo del pago de dos meses de salarios adeudados. Después de una negociación que demandó todo el día, los trabajadores recibieron la promesa oficial de que “se estudiará la posibilidad de que continúen trabajando en el mantenimiento del predio como personal municipal”, dijo a este diario Daniel Jimeno, de la comisión directiva de los Trabajadores de Entidades Deportivas (Utedyc).
Lo que hizo ayer el gobierno porteño fue hacer cumplir un decreto que en 1995 firmó el entonces intendente Jorge Domínguez, que nunca pudo hacerse efectivo pues quedaron el medio recursos judiciales y administrativos.
“El KDT va a continuar cerrado unos días, hasta que Deportes se haga cargo en forma efectiva, aunque la idea es reabrirlo en forma inmediata”, anunció Calvo a este diario. Según las autoridades de la Federación Argentina de Ciclismo, utilizan el predio más de 5.000 personas cada fin de semana, en promedio.
El KDT, ubicado en Salguero y la Costanera, fue entregado en concesión a la Federación de Ciclismo en 1982, por el entonces intendente de facto, Osvaldo Cacciatore. La concesión venció en 1992 y, desde entonces, la Federación dejó de pagar el canon a la comuna. Domínguez no pudo hacer efectivo el desalojo porque los concesionarios exigieron una compensación por las obras realizadas, e interpusieron un recurso de amparo.
Cinco años después, la administración de Aníbal Ibarra encontró el resquicio legal como para volver a la carga. “El detonante fue la construcción de una pileta de natación, que fue inaugurada pero no cuenta con la habilitación de la ciudad”, argumentó el director de Concesiones y Privatizaciones. Este año, el KDT había sido clausurado durante dos meses, pues Aguas Argentinas le cortó el suministro de agua potable por falta de pago.
Facundo Donadío, secretario de la Federación Argentina de Ciclismo, admitió que desde 1992 la entidad cumple el papel de “mero ocupante” del predio, sin pagar canon alguno, aunque sostuvo que “cumple una función social, pues no estamos ganando dinero” con la explotación del predio. El directivo también reconoció que “ni la pileta ni las demás instalaciones nuevas tienen habilitación”.
En el KDT, además de la pista de ciclismo y la pileta, funcionan una cancha de tenis, una confitería y un negocio de alquiler de bicicletas, servicios que son subcontratados. Todas las actividades son aranceladas, salvo las prácticas de ciclismo para los deportistas federados.
Donadío se mostró extrañado por la clausura. “Nos habían prometido un contrato, con un canon de 6500 pesos mensuales. Para nosotros era mucho pero estábamos dispuestos a aceptarlo”, explicó. Según Calvo, las negociaciones existieron pero no el acuerdo.
El director de Deportes, en tanto, promete que los deportistas de la Federación “podrán seguir usando el circuito en forma gratuita”. Aunque advierte que su repartición “aún no tiene presupuesto para poner en marchael KDT”, su idea es “impulsar escuelas deportivas gratuitas y colonias de vacaciones”. La propuesta incluiría “la concesión de algunos servicios como la gastronomía o el estacionamiento, con el fin de obtener recursos para mantener el parque”.

 


 

TOMO ONCE REHENES: DOCENTES, MADRES Y UNA NENA
Un asaltante va a la escuela

Once personas, entre ellas una nena de diez años, fueron tomadas como rehenes por un hombre que intentó asaltar una escuela, en la localidad bonaerense de Caseros. Sucedió ayer a la mañana en la escuela Nº 45 “Justo José de Urquiza”, ubicada en Urquiza 4694. El ladrón, que gozaba del beneficio de libertad condicional, mantuvo a los rehenes encerrados en la dirección del establecimiento durante casi una hora, y quiso escapar llevando a la directora como escudo. Tras una negociación de quince minutos con la policía –que había sido alertada por una preceptora–, aceptó liberar a los rehenes y entregarse.
Diego Morales, de 25 años, ingresó a la escuela caminando junto a una mamá que iba a festejar un cumpleaños. De ese modo, logró que la cámara de video ubicada en el hall –que las autoridades ordenaron colocar por seguridad– no lo filmara. A la portera le dijo que iba a buscar a su sobrino, enfermo de sarampión, para que lo dejara entrar. Caminó hasta la dirección, a medio metro de la puerta, donde se enfrentó a la directora, Mirta Albi. “Movió su bolso y me dijo ‘dame todo’. Me di cuenta de que se trataba de un asalto”, comentó la docente. Morales exigió que le entregara la recaudación de la cooperadora.
El ladrón también tomó como rehenes a la secretaria de dirección, al profesor de educación física, a una preceptora, a la maestra de plástica, a cinco madres de la cooperadora y a una auxiliar, a quienes les quitó el dinero que tenían. La más pequeña del grupo, una alumna que había llegado a la dirección en busca de útiles minutos antes de que el hombre entrara a la escuela, fue protegida por las mujeres. “La nena estaba cobijada por nosotros y, como no intervenía en el diálogo, (el asaltante) hacia la nena no se dirigía”, indicó Albi. El comisario Juan Aguirre, titular de la Comisaría 1ª de Tres de Febrero, contó a este diario que “cuando algún chico se acercaba a la dirección, el mismo ladrón los atendía, y les pedía que volvieran más tarde”.
Fue una alumna de séptimo grado quien le avisó a su preceptora que un hombre no la había dejado entrar a la dirección. Asustada, la mujer llamó a uno de los policías que prestan servicio en la zona céntrica de Caseros, donde está ubicada la escuela. Minutos después, 7 móviles policiales rodeaban la esquina de Urquiza y San Martín. “El delincuente los vio por la ventana, y ahí nos dijo que estaba en libertad condicional y que no quería volver a la cárcel”, contó la directora. Morales quiso escapar llevando a la docente como escudo, y vestido con un guardapolvo. Luego desistió de esa idea y decidió entregarse.
Los casi trescientos alumnos de la escuela se enteraron del frustrado asalto recién a la hora de salida, cuando se encontraron con las cámaras de televisión en la puerta. Carla, compañera de la nena tomada de rehén, se alegró: “Por suerte no le pasó nada”. Diego Morales, que había sido encarcelado en 1995 por un homicidio cometido en José C. Paz, fue trasladado a la comisaría 1ª. Mientras salía del edificio, un grupo de padres intentó pegarle. El fiscal Víctor Marini caratuló la causa como robo calificado, privación ilegal de la libertad y portación de arma de uso civil.

 

 

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